(Infodefensa.com) por Erich Saumeth Cadavid – La prolija variedad de modelos de vehículos del tipo MRAP (Mine-Resistant Ambush Protected) que en las tres últimas décadas han venido desplegando las Fuerzas Armadas Colombianas ha tenido como principal resultado la no definición o escogencia de un modelo (o dos), por medio del cual crear, estandarizar y de paso aumentar los números de una flota de este tipo de medios, dándole el impulso definitivo al Programa de Seguridad en Carreteras Nacionales (PSCN) de esta nación.
El programa es de vital importancia para asegurar el tráfico de vehículos y mercancías por las troncales carreteables, vías por donde circula y a través de las cuales se desarrolla gran parte de la actividad comercial de Colombia.
La garantía de la seguridad de personas y bienes ha sido de gran interés por parte de las dos últimas administraciones nacionales, que dieron lugar a la implementación de los Planes Meteoros, de vigilancia y control, y con los cuales se buscó y consiguió combatir y finalmente evitar el accionar delictivo de las organizaciones insurgentes y terroristas sobre las carreteras, devolviendo con ellos la seguridad y la tranquilidad a toda la red vial nacional.
Pese entonces a los esfuerzos, a la fecha, las Fuerzas Militares han empleado doce modelos diferentes de MRAPs, estando todavía ocho de ellos en servicio (cuatro retirados), a los que se suman dos más probados y no seleccionados, mas tres adicionales probados ante oficiales en el exterior y uno más (de manufactura nacional) en aparente fase de pruebas. A ellos hay que añadir uno en servicio en la Policía, (con resultados muy cuestionados, que será objeto de un futuro análisis), y no hay que olvidar por supuesto a otro modelo escogido a finales del 2013, inventario que finaliza con el MXT-MVA-IS, llegado recientemente para una extensa fase de pruebas. En total, 21 diversos vehículos, en números ínfimos, a pesar de necesidades evidentes en cuanto a su uso y despliegue.
Esta amplia panoplia de vehículos, producto en muchos casos de desarrollos locales, no ha permitido la escogencia de un modelo único, a partir del cual comenzar a dotar a las diversas fuerzas y con el cual comenzar también a crear doctrina en torno a su uso táctico en roles como los de vigilancia, patrullaje y control, transporte y desembarco de tropas, apoyo de fuego a unidades de infantería, entre otros.
Sin embargo, esta situación parece estar llegando a su final, con la decisión por parte de la Dirección de Transportes del Ejército, de los Grupos de Operaciones Especiales y los Escuadrones Móviles de Carabineros y Seguridad Rural de la Policía, así como del Batallón de Movilidad de la Infantería de Marina, de unificar criterios en cuanto a las características mecánicas y capacidades tácticas de los vehículos a utilizar y con el fin de comenzar por fin a estandarizar las futuras flotas de este tipo de medios.
Es aquí entonces en donde surge el interés por el Navistar MXT-MVA-IS 4x4, un MRAP ligero y de alta movilidad, pero con niveles de blindaje que le brindan la misma protección que modelos de pesos mayores (Categoría 1) y que le permite soportar el impacto de explosiones de MAP, MUSE y AEI, con la ventaja adicional, luego de un ataque, de circular por lo menos un kilometro, tiempo y espacio que le permite a su tripulación sobrevivir y reaccionar al evento o incidente.
El interés por el MXT no es casual, pues Navistar ya provee a la Infantería de Marina Colombiana, del camión táctico 7000 MV, desplegado por el BAMIM No.1, unidad que esta también interesada en el 7000 MV-DMX 6x6 (Blindado), como futuro vehículo recuperador y taller.
Estos modelos ofrecen como plus adicional unos servicios de mantenimiento y garantía extendida por tres años (y 30.000 kms.), lo que le brindaría a sus operarios una significativa reducción en los costos de mantenimiento de los mismos (reducción huella logística), amén de 25 dealers en Colombia, con lo que se facilita aún más la consecución de repuestos. A todo esto se suma la capacitación que se le brinda –sin costo adicional- al personal técnico de las FFAA en el Latin American Technical and Education Center, lo que permite que el mismo esté constante y permanentemente actualizado frente a los procesos de reparación y mantenimiento de esta gama de vehículos.
El MXT podría, una vez finalizada la etapa de pruebas de 2 meses en este país, convertirse en el vehículo que por prestaciones y capacidad (más las facilidades de mantenimiento) dote en un futuro a las unidades del Ejército, la Infantería de Marina y laPolicía Colombianas como medio táctico ideal para el despliegue de operaciones que garanticen la seguridad y el orden público, tanto en vías como en entornos urbanos y rurales, sobre todo en una nación que se apresta a una muy probable etapa de postconflicto (acuerdos de paz) y que invertirá de ahí en adelante sumas y recursos importantes en aumentar sus niveles de seguridad y convivencia ciudadanas.
Las características del vehículo lo convierten en una opción a considerar, pues su tamaño, resistencia y facilidades de operar lo hacen un medio económico de desplegar y con el cual desarrollar toda una doctrina nacional en cuanto al uso de vehículos de este tipo de prestaciones, en un entorno con las peculiaridades topográficas de Colombia.
Pero esto no deberá ser obstáculo para el desarrollo de modelos nacionales ya existentes por ejemplo el Armor International Hunter TR-12, con los cuales apalancar procesos de investigación y generación de conocimientos, así como de impulso a una industria propia y local que en un futuro pueda atender los requerimientos de la Fuerza Pública.
Respecto del MXT, se le ha ofrecido a Colombia la versión MVA-IS (comando y control blindado), que puede transportar 5 hombres, más material en la chaza y que está protegido con una estación de armas (o RWS) en las cuales pueden operarse ametralladoras Browning M-2HB-QCB de 12.7 mm, así como US Ordnance M-60 de 7.62 mm, FN Herstal M-249 de 5.56 mm o un lanzagranadas Milkor MK-19 de 40 mm.
Además del blindaje original, este modelo brinda la posibilidad de instalarle kits de blindajes adicionales (Kit A y Kit B), ambos desmontables, lo que facilita la reparación del mismo luego de incidentes o eventos. En este sentido sus llantas son también del tipo Run Flats, que funcionan aún después de impactos graves por tramos de entre 48 a 80 kilómetros a velocidades de hasta 30 kilómetros por hora.
El MXT puede también –como lo mencionamos anteriormente- circular durante un kilometro aproximadamente después de impactos por MAP, MUSE o AEI, incluso perdiendo aceite, combustible o refrigerante, lo que sin duda le brinda a su tripulación mayores posibilidades de sobrevivir. Este modelo puede integrar sistemas DAGR, SINCGARS, FBCB-2, sistemas inteligentes de choque, inhibidores AEI, cámaras de conducción (posteriores), aire acondicionado, sistemas Rhino y Sparks antiminas, sistema Boomerang, un generador de 500 amperios, sistema contra incendios y puede ser aerotransportado por un C-130H de la FAC sin ningún problema.
El vehículo cuenta con un motor Maxx Force 6.od 8 en V turbo refrigerado, que lo hace particularmente silencioso, contando además con suspensión independiente y con control de altura de conducción variable, lo que le permite adecuar el chasis al tipo de terreno por el que circulara. Cuenta con inyección electrónica, 340 caballos de fuerza, transmisión automática de 5 velocidades y una capacidad de vadeo de 1.5 metros sin preparación previa del carro.
El vehículo para exhibición y pruebas en Colombia fue demostrado por vez primera en abril de 2014 en la Base del BAMIM No.1 en Malagana Bolívar, desde donde será trasladado a Mayapo Guajira, luego a Bogotá y finalmente a los Llanos Orientales, lugares en donde cumplirá con una serie de demostraciones y pruebas sobre el terreno. También se efectuará con el mismo un simulacro de operación antiterrorista durante la celebración del Primer Seminario de Capacitación en Transportes Tácticosde las Fuerzas Armadas de Colombia.
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