El pasado primero de mayo, durante la celebración del día Internacional del Trabajo, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció con ‘bombos y platillos’ un nuevo aumento en el salario mínimo de los venezolanos.
Se trataba del incremento número 30 en los últimos 16 años, en los que ha estado en el poder el régimen socialista.
Dicho aumento (que no es poco porque fue del 30 %) buscaba, según Maduro, “proteger el salario del pueblo de la guerra económica”. El valor fijado fue de 7.421,60 bolívares.
No obstante, a pesar de los constantes aumentos y del alto porcentaje en el que subió, la Confederación de Trabajo de Venezuela (CTV) ha denunciado en repetidas ocasiones que el valor real del salario mínimo es en promedio de 13 dólares. Sí, 13 dólares, unos 39 mil pesos colombianos.
¿Pero por qué uno de los aumentos de salario más altos de Latinoamérica de los últimos años parece tan corto al compararse con el de los países vecinos?
Este fenómeno se da por las diferentes tasas de cambio que tiene Venezuela.
El país que gobierna Nicolás Maduro negocia los bolívares en tres tipos de cambio oficiales (Sicad, Simadi y Cencoex) y en el mercado negro.
Para el sindicato de los trabajadores de Venezuela, al dividir el sueldo mínimo mensual entre el cambio paralelo (Simadi) que está en unos 700 bolívares por dólar, la cifra es apenas cercana a los 13 dólares.
Además, dice el sindicato, muy pocos productos se importan al cambio oficial en el que negocia el Gobierno (Cencoex) que hace la operación a 6,30 bolívares, lo cual da un sueldo promedio de 1.180 dólares. No obstante, en este último tipo de cambio solo hay cabida para muy pocos empresarios, cercanos a las toldas socialistas.
LA PLATA NO ALCANZA, NI SIQUIERA ALLÁ
Aunque se podría pensar que si no se hace el cambio a dólares y los ciudadanos de a pie vivieran con ese salario, el dinero alcanzaría, otro factor afecta a la economía venezolana: la inflación, que hace que los precios de la canasta familiar sean muy altos y ni siquiera allá los bolívares tenga suficiente fuerza.
Por ejemplo, 1 galón de gasolina comprado en Venezuela vale 3,7 bolívares que cambiados en Colombia son $ 17,95 (ver infografía).
Puesto en Colombia, 1 galón de gasolina vale 1.787 bolívares, es decir unos 8.667 pesos colombianos.
Dicho de otra manera, con un salario mínimo en Colombia alcanzaría para comprarse 74 galones de gasolina, mientras que con un salario mínimo venezolano solo se podrían comprar 4 galones.
Otro ejemplo es el del papel higiénico. Una bolsa de cuatro rollos cuesta en Venezuela 53 bolívares. En Colombia, la misma cantidad trasladada al cambio venezolano cuesta $ 260.
Si en Colombia se hiciera esa misma compra, los cuatro rollos de papel sanitario costarían 1.125 bolívares, equivalentes a 5.459 pesos.
Esto quiere decir que en Venezuela con un salario mínimo solo se podrían comprar 6 rollos de papel higiénico, mientras que en Colombia se comprarían 118.
OTROS PRODUCTOS
Kilo de harina: En Venezuela, con un salario mínimo solo se pueden comprar 13. En Colombia con el mínimo se podrían adquirir 233 kilos.
Jabón: Mientras en Colombia con un sueldo mínimo se alcanzan a comprar 110 jabones, en el vecino país se consiguen 6.
Ante esta situación, los opositores urgen por un cambio en la estructura económica, ya que por muchos años Venezuela estuvo apalancada por el petróleo, que continúa cayendo.
Mientras tanto, Maduro sigue hablando fuerte y festejando todo, con bombos y platillos, tal y como lo hizo el día del Trabajo.
Javier Acosta
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