Entre las ciudades secundarias de Colombia, Barranquilla fue elegida por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para hacer parte de la iniciativa de ciudades sostenibles, con lo que se espera elevar la economía de la ciudad y su calidad de vida.
“La puerta de oro de Colombia” es uno de los puertos marítimos y fluviales más importantes del país con acceso a excelentes instalaciones multimodales de transporte.
En la actualidad, de las 30 economías del mundo, según el tamaño del PIB, el 40% son entidades regionales o ciudades.
De hecho el PIB del estado de Sao Paulo supera en su conjunto a la economía de Colombia, Chile, Uruguay y Paraguay generando más de US$800.000 millones y tiene una población similar a la colombiana, según datos del nuevo informe del BID “Gestionando Sistemas de Ciudades Sostenibles”.
Es evidente la importancia que están adquiriendo las ciudades en la economía mundial como plataformas de crecimiento, innovación y desarrollo sostenible, en especial las secundarias, que hoy en día aportan el 30% del PIB en América Latina y se espera que esa cifra aumente a 40% durante la próxima década.
¿Qué es una ciudad secundaria?
Este tipo de ciudades se refieren a la segunda categoría o nivel en la jerarquía de las ciudades. Mientras que las ciudades primarias son las principales en su país o región, una de tipo secundario puede inclusive tener una población mayor a la primaria pero no goza de importancia histórica, política, económica o administrativa.
Hoy en día existen más de 2.400 ciudades con una población entre 150.000 y 5 millones de habitantes a las que genéricamente se les categorizaría como ciudades secundarias, explica el informe.
Esta clasificación varía ampliamente entre regiones e inclusive países de una misma región. La importancia de estas ciudades se basa casi exclusivamente en su potencial como catalizadores y núcleos para facilitar la producción localizada, el transporte, la transformación de bienes, el comercio, entre otros.
Los potenciales de mercado y generación de empleo son indiscutibles si se tiene en cuenta que el 75% de la población mundial vive en áreas rurales o asentamientos de menos de 500.000 habitantes.
Si se logra generar puestos de trabajo sostenibles en estas zonas se lograría reducir la migración de personas que abandonan las áreas rurales o las pequeñas ciudades hacia las capitales en busca de mejores condiciones de vida.
En particular, serán las megaciudades las más afectadas por el crecimiento mundial ya que pasarán de tener el 9,9% de la población al 13,6%. El aumento en la demanda de agua, alimento, trabajo, vivienda e infraestructura será demasiado grande para que las grandes ciudades y capitales del mundo puedan sustentarlo.
El caso colombiano y el potencial de Barranquilla
En términos colombianos, es hora de empezar a mirar a otras ciudades que no sean Bogotá. Y ciertamente Colombia tiene una gran capacidad para desarrollar ciudades secundarias exitosas.
Si se tiene en cuenta los resultados de indicadores de salud, educación y riqueza de las ciudades elaborados por la London School of Economics (LSE), Bogotá y Medellín por si mismas superan en salud y educación a ciudades como Sao Paulo, Shanghai, Delhi y El Cairo.
El informe destaca que en Colombia, todas sus principales ciudades secundarias son capitales regionales que pueden funcionar como los epicentros del desarrollo en sus respectivos departamentos. Entre ellas, Barranquilla destaca al punto se hacer parte del programa del BID “Iniciativa de Ciudades Emergentes Sostenibles (ICES)”.
Con una población de 1,2 millones de habitantes, la capital del departamento del Atlántico, también conocida como “la puerta de oro de Colombia” es uno de los puertos marítimos y fluviales más importantes del país con acceso a excelentes instalaciones multimodales de transporte.
En el desarrollo de este programa se destaca el apoyo del gobierno local para el mejoramiento de la administración financiera, racionalizar el gasto, restructurar la deuda y aumentar los ingresos de la ciudad, entre otros.
Los resultados desde 2012 han sido gratificantes. La competitividad económica de la ciudad ha mejorado la distribución de los ingresos mientras que la organización sostenible ha llevado a una mejor calidad de vida en la ciudad.
La generación de empleo en Barranquilla se resalta ya que el promedio de desempleo en el último ha sido de 8,2% mucho menor al promedio nacional (9,7%). De igual forma, la zona que comprende a Barranquilla es la única región que lleva su crecimiento industrial trimestral en positivo durante los últimos 2 años, según cifras del Dane.
Al mismo tiempo, Barranquilla es líder en planes para la recuperación de los espacios públicos y la creación de infraestructura social, en los cuales se destaca la Nueva Escuela Distrital de Arte.
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