lunes, 4 de abril de 2016

La bomba nuclear en miniatura de Corea del Norte, cada vez más real​



Los expertos en el programa nuclear de Corea del Norte comienzan a inclinarse por aceptar que Pyongyang dispone ya de la tecnología para fabricar cabezas atómicas en miniatura capaces de ser instaladas en misiles intercontinentales, según han apuntado en las últimas jornadas varios analistas y hasta altos cargos del ejército de EEUU.

El propio almirante William Gortney, responsable del Comando Norte de EEUU, dijo recientemente ante el Congreso de su país que efectivamente hay que "asumir" que Corea del Norte tiene tales capacidades. Una tesis que apoyó este jueves la revista especializada IHS Jane's, que además indicó que la nación asiática también ha desarrollado el conocimiento suficiente para desplegar el misil KN-08, que podría alcanzar territorios estadounidenses.

Los analistas, sin embargo, puntualizan que Pyongyang todavía no ha realizado una prueba real del lanzamiento de este cohete algo que marcaría un punto de inflexión en la crisis que sufre la península desde que los norcoreanos realizaran su cuarto ensayo nuclear en enero.

Incluso en China, el principal vínculo de Corea del Norte con el exterior y hasta ahora su aliado más significativo, se escuchan ya voces como la del ex teniente general Wang Hongguang, que este jueves alertó que una guerra en ese territorio es inevitable y sólo es cuestión de tiempo. Wang publicó su opinión en el diario oficialista Global Times, lo cual indica un refrendo al menos tácito de la misma por parte de la cúpula comunista local.

El ex alto cargo del ejército anticipó que Corea del Norte se apresta a realizar un quinto ensayo nuclear y probar que puede disparar un cohete capaz de llegar a EEUU, lo que cree que provocará la inmediata intervención militar de Washington y Seúl.

Frenar la expansión nuclear norcoreana

Pekín se ve cada día más impotente para frenar la expansión del programa atómico norcoreano, pese al apoyo en este sentido que expresó el presidente Xi Jinping a los esfuerzos conjuntos de EEUU, Corea del Sur y Japón en la Cumbre de Seguridad Nuclear.

El propio Xi Jinping sufrió un evidente desplante cuando el ejército norcoreano disparó un misil anti-aéreo a las pocas horas de que el dignatario pidiera rebajar la tensión en la Península coreana. El cohete fue lanzado a las 12:15 hora local desde el nordeste del país asiático y recorrió unos 100 kilómetros hasta caer en el mar del Este, en la dirección de Japón, según informó la agencia surcoreana Yonhap. El martes, los norcoreanos utilizaron otro proyectil similar contra un objetivo sito en su propio territorio.

La alocución del dirigente chino se produjo en el marco de la citada Cumbre de Seguridad Nuclear que se desarrolló en la capital norteamericana, bajo la sombra de la crisis norcoreana. Xi Jinping solicitó "a todas las partes" que evitaran "palabras o gestos" que pudieran incrementar esta zozobra. Corea del Norte mantiene desde enero una escalada de gestos y amenazas que se ha acrecentado coincidiendo con las amplias maniobras que realiza el ejército de EEUU y Corea del Sur en la zona.

Su ejército ha disparado más de media docena de cohetes en las últimas fechas al tiempo que sus medios evocaban una y otra vez escenarios a cada cual más apocalíptico. Seúl acusó durante la misma jornada al país limítrofe de interferir los sistemas de navegación mediante GPS que utilizan sus navíos y aviones.

Ataque a EEUU

El último de sus exabruptos se difundió a través de DPRK Today, que adelantó un hipotético ataque nuclear contra la Casa Blanca, el Pentágono y otros objetivos de EEUU que "eliminarían" a ese país "de la historia, sin dejarle tiempo ni para arrepentirse". El mismo medio oficial dijo que esa acción superaría con mucho el daño que infringió a la nación americana los atentados del 11-S.

Algunos analistas opinan que toda la actitud de Corea del Norte se justifica por la proximidad del estratégico séptimo congreso del gobernante Partido de los Trabajadores, que se celebrará en mayo y donde se anticipa que Kim Jong-Un intentará afianzar aún más su poder. La retórica norcoreana no sólo se dirige ya hacia el exterior. El pasado lunes el principal diario local, Rodong Sinmun, advirtió a sus lectores que deben prepararse para una "nueva ardua marcha, en la cual tendremos que comer raíces una vez más", utilizando la misma terminología a la que recurre el régimen para referirse a la hambruna de los 90 en la que se estima que murieron varios millones de norcoreanos.

El editorial del matutino ha sorprendido a muchos y podría ser un reflejo del efecto que ya está teniendo en el país la nueva ronda de sanciones adoptadas por Naciones Unidas. "Estoy muy sorprendido. Cuando Kim Jong-Un heredó el poder, en su primer discurso prometió que el pueblo no tendría que apretarse más el cinturón. No creo que hablar de comer raíces siente muy bien a nivel popular", señaló Aidan Foster-Carter, un experto de la Universidad de Leed, a la página NK News.

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