Con un edificio de 12 pisos, 3 sótanos y 13 ascensores crece la misión de ayudar a este hospital.
Un inmenso edificio ubicado en la carrera 9.ª con calle 119 ha llamado la atención de los transeúntes, no solo por su tamaño, sino por lo que se percibe como una infraestructura de última generación. Quien pasa se queda mirando para arriba; la curiosidad crece todos los días.
Se trata de La Fundación Santa Fe de Bogotá, que adelanta una obra para complementar la sede que durante años ha funcionado en la localidad de Usaquén.
Este edificio estará distribuido en 12 pisos, 3 sótanos y 13 ascensores. Todo esto le dará paso a la habilitación de 126 nuevas camas, lo que se traduce en que el Hospital Universitario tendrá un total de 317.
Esta inmensa edificación cuenta con tendencias arquitectónicas volcadas hacia la seguridad en la atención, la calidad y la confiabilidad en el servicio, y estrategias responsables con el medioambiente.
Su planeación tiene más de seis años y su construcción comenzó a finales del año 2012, y, si todo sale como está previsto, la totalidad del proyecto será una realidad para la comunidad en el segundo semestre de este año.
La obra, que cuenta aproximadamente con un área total de 40.100 metros cuadrados, ha sido diseñada por el arquitecto Giancarlo Mazzanti y su equipo, que fue seleccionado después de un proceso de convocatoria abierta.
Las habitaciones, que en la planta antigua tienen entre 20 y 26 metros cuadrados, tendrán 32 metros cuadrados cada una; un buen logro, ya que la norma nacional exige 16. “Las nuevas habitaciones son el doble de lo que exige la norma, con estándares superiores de hotelería y mobiliario, lo que aumenta nuestra capacidad de servir a la ciudad y al país”, explicaron los líderes del proyecto.
Todo esto permitirá que se amplíen los servicios hospitalarios y se ponga a disposición de los usuarios más camas de hospitalización y unidades de cuidado crítico (UCI) para adultos, neonatos y pediatría.
También habrá mejores espacios en los servicios de ginecología y obstetricia, cardiología, gastroenterología, neumología, neurología y chequeo ejecutivo.
Las unidades de cuidado intensivo neonatal serán de 14 metros cuadrados e individuales para cada uno de los bebés recién nacidos, en donde los padres podrán estar 24 horas con ellos.
Última tecnología
El hospital será pionero en Latinoamérica con un sistema de monitoreo de pacientes con aviso a médicos en tiempo real, y comodidades para la gestión de los pacientes y sus familias, como el manejo y apertura automática de cortinas e iluminación; además, las habitaciones contarán con luz natural. La idea es contar con espacios agradables para la recuperación del paciente y la comodidad de sus familiares.
De hecho, habrá salas privadas para revisar la evolución de los pacientes y salas de espera con luz natural. Hasta las ambulancias contarán con más zonas de recepción.
Recientemente se realizó la apertura de 473 parqueaderos nuevos para visitantes, con espacios exclusivos para motos, bicicletas y vehículos amigables con el medioambiente, es decir, carros de baja emisión de gases y eléctricos.
Adicionalmente, se pondrá a disposición del público interno y externo un auditorio con capacidad para más de 250 personas para temas de capacitación a pacientes y familiares.
Medioambiente
Otra de las novedades del proyecto es que contempla tecnologías amigables con el ambiente y conserva zonas verdes. El edificio tendrá una nueva central de gases medicinales y una de residuos que permitirá avanzar en las iniciativas de reciclaje y aprovechamiento. A todo esto se le suma un sistema de recuperación de aguas lluvia para baños públicos y jardinería.En los pisos 9, 10, 11 y 12 se construirán jardines en cubos de cristal con especies nativas avaladas para uso en entornos hospitalarios. La idea es darles a los pacientes calidad en su estadía. “Esto les ayudará a mejorar su salud y el estado de ánimo, y no solo a ellos, también a sus familias”, dijeron gestores del proyecto.
El Hospital Universitario mantendrá la fachada de ladrillo de la edificación actual, aunque evoluciona a una instalación de cortina de ladrillo tejida.
Por último, los usuarios podrán encontrar espacios abiertos a la comunidad, como los corredores que conectan la avenida novena y la carrera séptima y una plazoleta de 2.000 metros cuadrados que estará ubicada en la esquina de la avenida novena con calle 119.
BOGOTÁ
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