Las propiedades nutritivas de este tubérculo han presionado al alza su demanda por parte de consumidores de Estados Unidos y Asia. Una nueva oportunidad.
Primero fueron el café, el banano, las flores y la uchuva los productos agrícolas que, haciendo las veces de embajadores, lograron conquistar clientes en el exterior. Luego fue el cacao, materia prima para fabricar en Colombia unos de los chocolates finos más importantes del mundo. Ahora el turno es para el ñame, un tubérculo que tiene un alto consumo en Asia y que se ha puesto de moda en la cocina estadounidense.
El ñame tiene lo suyo: se trata de un tubérculo con alto contenido de fibra, de fácil absorción, con propiedades desinflamatorias y que hace parte de la dieta de los deportistas de alto rendimiento. Sus propiedades nutritivas lo han convertido en un alimento excepcional cuya demanda crece.
Hoy Colombia exporta 477 veces más ñame que en 2012: las ventas pasaron de US$22.847 en 2012 a cerca de US$2,7 millones el año pasado, según el Dane. El cultivo también se ha incrementado; según Agronet, entre 2013 y 2014 la producción creció 17%.
En Colombia, su consumo y cultivo ha estado concentrado en la Costa Caribe, y allí justamente están surgiendo exportaciones que buscan convertirlo en el nuevo rey del agro.
Una de las empresas que mayor jugo le está sacando al aumento del consumo de ñame es la firma Sabana Produce, que ha logrado impulsar sus ventas en los mercados internacionales en los últimos tres años. La compañía vendió el año pasado unos US$4,5 millones y este año planea duplicar esta cifra.
Sabana Produce fue creada en Nueva York hace cerca de siete años por Manuel Díaz, de ascendencia colombiana, pero tuvo su despegue hace tres años y medio, cuando se asoció con José Joaquín Bitar, un administrador egresado del Cesa que decidió volver a su Sincelejo natal para hacer empresa. Tras analizar las ventajas que generaba el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que acababa de entrar en vigencia, los socios decidieron apostar por productos agrícolas colombianos.
La compañía cuenta con cerca de 15 clientes en el mercado de Estados Unidos, principalmente grandes distribuidores que abastecen los supermercados en varios estados. En su portafolio figuran, además del ñame, el limón Tahití, carbón vegetal y las hojas de bijao, que se están convirtiendo en un producto innovador para quienes prefieren los empaques naturales.
En 2015 logró vender cerca de 90 contenedores de ñame a Estados Unidos, y la meta para este año es llegar a 220 contenedores y, en tres años, a cerca de 500 contenedores.
Bitar explica que “la demanda que en este momento tenemos por parte del mercado americano supera nuestra oferta”, por eso las oportunidades que visualizan todavía son enormes. Esto motivó a la compañía a desarrollar una alianza con el Ministerio de Agricultura, para aumentar la siembra de este tubérculo, invirtiendo de manera conjunta cerca de $6.000 millones.
La compañía no tiene cultivos propios sino les compra a pequeños agricultores de la Costa Caribe, a quienes al mismo tiempo asesora en todos los procesos para garantizar los estándares de calidad que exige el mercado internacional. Según el gerente de Sabana Produce, desde sus inicios la compañía buscó identificar directamente a los agricultores interesados en producir ñame, pues en este sector existe una larga cadena de intermediarios que encarece el producto final y, peor aún, no paga lo justo a quienes trabajan la tierra.
“Hoy no sembramos, lo hicimos en algún momento, pero nos dimos cuenta de que estos cultivos exigen dedicación total y que socialmente podemos lograr un mayor impacto si logramos que los campesinos lo cultiven y vivan de manera digna”, dice Bitar. Esta convicción los llevó a un esquema que ofrece un pago justo a los cultivadores para que todos se beneficien.
Pero, como la producción actual no alcanza a satisfacer la creciente demanda, la compañía trabaja en dos proyectos más que cuentan con el apoyo del Ministerio de Agricultura. Estos se desarrollan en Guamo, Bolívar, y en Chinú, Córdoba.
El primero contempla la siembra de 113 hectáreas tecnificadas, en las que trabajan alrededor de 300 familias que cuentan con asesoría técnica para alcanzar los estándares de calidad y la capacitación en los procesos de cultivo y cosecha. El impacto en materia de empleos supera los 1.500, pues incluye no solo el trabajo de manejo de suelos, cultivo y cosecha, sino también el proceso de limpieza de producto, almacenamiento y transporte hasta las bodegas con destino a la exportación.
El segundo proyecto, en Córdoba, cuenta con 87 hectáreas y en él trabajarán 270 familias que no solo sembrarán ñame sino también hoja de bijao, un producto que en Estados Unidos se está poniendo de moda como recipiente natural que envuelve los alimentos, es resistente y mantiene su sabor natural, e incluso logra sustituir el papel de aluminio para almacenarlos.
Con estos dos proyectos, que entrarán en producción durante el segundo semestre de este año –la cosecha del ñame toma cerca de 8 meses– se estima que la compañía podrá despachar alrededor de 220 contenedores a partir de octubre y noviembre, lo que implica que las ventas podrían acercarse a los US$10 millones.
De acuerdo con el empresario, el ñame tiene un fácil acceso al mercado de Estados Unidos porque no paga arancel para entrar en ese mercado. Sin embargo, los exigentes estándares de calidad obligan a darle un manejo muy cuidadoso a este producto.
Hace unos años, recuerda Bitar, en el país se sembraban 6.000 matas de ñame por área y el tubérculo crecía en grandes proporciones –a veces sobrepasando las medidas promedio aceptadas en Estados Unidos–. Por eso, ahora se siembran 22.000 matas por área para que el producto tenga un crecimiento entre dos y seis libras, como lo exigen los consumidores estadounidenses.
Pero, además de cumplir con estos estándares de calidad, el producto colombiano está alcanzando un especial reconocimiento por su sabor y mayor capacidad de conservación, frente a los que cultivan en Centroamérica, Suramérica y el Caribe.
La conquista del mercado americano es el sueño de más de una decena de firmas colombianas que han encontrado en el ñame un producto de exportación con alto potencial. Aunque la compañía ya cuenta con oficinas en Miami y Nueva York, la meta que se han trazado sus socios es crear centros de distribución en ese país, que exigirán inversiones cercanas a los US$5 millones, pero que solo se concretará luego de que se logren consolidar ventas por al menos 500 contenedores al año.
El de Estados Unidos no es el único mercado interesante, como lo reconoce Bitar, quien encuentra en destinos como Corea, Emiratos Árabes y algunos países europeos más oportunidades. De la mano de ProColombia, esta compañía avanza en la búsqueda de nuevos consumidores que quieran dejarse conquistar por otros productos del agro colombiano.
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