Cundinamarca, Cali y Antioquia alistan inversiones en este sector.
Para mover más pasajeros urbanos e intermunicipales y descongestionar vías, algunos gobiernos regionales le han apostado a poner a rodar trenes ‘tram’, que en tramos urbanos funcionarán como tranvías, y entre municipios, como tren de cercanías.
Este tipo de transporte, que se sumaría a la tendencia mundial de buscar sistemas más ecológicos y rápidos, se viene trabajando en Cundinamarca y Antioquia; en Cali quedó en el radar.
En Cundinamarca está el Regiotram de Occidente que movilizará a usuarios desde municipios vecinos hasta Bogotá y entre el occidente y centro de la capital.
En Antioquia se planea entre Medellín y municipios circunvecinos el tren de cercanías o el sistema férreo multipropósito, porque además de pasajeros se usaría por primera vez en el país para transportar residuos o basura.
Y en Cali se ha vuelto a pensar en el tranvía para que ruede después de la construcción del corredor verde propuesto por el alcalde Maurice Armitage, y conecte la capital del Valle con poblaciones cercanas.
De estos proyectos férreos el más avanzado en estudios de factibilidad –avalados por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI)–, diseños y plan de financiación es el Regiotram, que se hará como Asociación Público Privada (APP). Es uno de los programas prioritarios del gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey.
El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, ha respaldado públicamente el Regiotram. Sin embargo, reparos de la administración al proyecto, principalmente en cuanto al subsidio que se ha pedido para el pasaje de los usuarios bogotanos que se suban al tren en la ciudad –a lo cual hasta ahora se ha negado–, podrían entrabar el proyecto, según funcionarios que han estado en esas reuniones.
En cambio, el sistema férreo de Antioquia que se venía discutiendo hace más de una década avanza a pasos agigantados, tras lograr el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, que la asamblea departamental aprobara la creación de la empresa que impulsará el tren de cercanías.
En el caso de Cali, el alcalde Armitage le dijo a EL TIEMPO que su interés es “poder entregarle a la próxima administración el corredor verde totalmente recuperado para que desde ahora se hagan planes muy bien estructurados, donde se pueda hacer un tranvía o un tren de cercanías, lo que los técnicos consideren mejor para la ciudad de Cali”.
En cuanto al Regiotram, se ha diseñado con 41 km de recorrido y 18 estaciones: 26 km entre Facatativá, El Corzo, Madrid, Mosquera y Funza (con 6 estaciones), y 15 km de trayecto en Bogotá (con 12 estaciones).
El trazado en Bogotá
La línea en el Distrito iría por el antiguo corredor férreo que entra por Fontibón, llega a la antigua estación del tren de la Sabana y terminaría en el centro de la ciudad (carrera 10.ª con calle 19), donde funciona una estación de TransMilenio y se proyecta en el futuro una del metro.
El presidente de la ANI, Luis Fernando Andrade, resaltó que el Regiotram, totalmente eléctrico, además de contribuir a mejorar la movilidad urbana e interurbana, tendría también un ramal de 21,9 km que llevaría pasajeros hasta el aeropuerto El Dorado y conectaría, por línea subterránea, con el nuevo Dorado II.
Se prevé que el tren en el primer año de operaciones movilizaría 211.000 pasajeros, de los cuales 122.000 (57,8 por ciento) serían capitalinos.
Construir y poner a andar este sistema férreo con más de 31 vagones iniciales se ha estimado que costaría 5,56 billones de pesos, de los cuales el 70 por ciento (3,8 billones) los aportarán los privados y el 30 por ciento restante (1,66 billones) el Estado. Este último valor se lo dividirían entre la Nación, que le tocaría asumir 1,16 billones, y la Gobernación de Cundinamarca, que aportaría los casi 500.000 millones restantes.
La ANI, Gobernación, Planeación Nacional y Ministerio de Hacienda han empezado los trámites para conseguir los recursos.
El secretario de Movilidad de Cundinamarca, Andrés Ernesto Díaz, informó que la plata departamental saldrá de las vigencias futuras que se presentarán a aprobación de la asamblea que, de hecho, en el 2014, dio su visto bueno para destinarlas a planes de movilidad. “Tenemos el espacio fiscal para eso y serían las vigencias futuras a partir del 2018 y por 15 años”.
Paralelamente, la Nación trata de zanjar las diferencias que hay entre el Distrito y la Gobernación, por el esquema tarifario y la operación.
Bogotá pidió que el tren no le cueste un peso, las intersecciones ferroviarias sean elevadas donde se cruzará con troncales de TransMilenio (como avenidas Boyacá, Ciudad de Cali, Caracas, NQS, carrera 68) y que no subsidiará el pasaje para quienes se suban al tren en Bogotá y quieran hacer trasbordo a TransMilenio o al Sistema Integrado de Transporte Público (SITP).
Mientras de un lado se aceptaron hacer los pasos ferroviarios elevados pedidos en Bogotá, el Distrito insiste en no subsidiar los citados trasbordos, que no incluyen a los pasajeros cundinamarqueses, que pagarán pasaje completo. Pese a las diferencias, la Nación y la Gobernación aspiran a sacar adelante este tren ‘tram’.
Sistema férreo de Antioquia llevaría usuarios y residuos
El plan de la Gobernación de Antioquia es recuperar cerca de 340 kilómetros de la línea del ferrocarril entre el municipio antioqueño de Puerto Berrío y La Felisa (Caldas) y, prioritariamente, poner en marcha, en parte de esa red, un sistema férreo multipropósito: que sirva para transportar pasajeros y también residuos sólidos (basura).
El proyecto ferroviario que funcionaría como tren de cercanías se plantea con unos 80 kilómetros entre el norte y el sur del valle de Aburrá. Iría desde Barbosa, en el sector de La Pradera, donde funciona el relleno sanitario, hasta el municipio de Caldas o, incluso, Amagá.
De acuerdo con el secretario de Infraestructura Física de Antioquia, Gilberto Quintero Zapata, una de las razones fundamentales para realizar este proyecto es que el sistema metro de Medellín, que hoy mueve más de 700.000 viajes diarios, en pocos años llegará al límite de su capacidad.
“Se hará como complemento al metro, que en pocos años llegará a su límite, y tendrá conectividad no solo con este sistema, en unas estaciones, sino también con el proyecto de tranvía que se ha venido desarrollando”, expresó Quintero.
Con el uso del tren para movilizar residuos se aspira también a disminuir costos de transporte y evitar que esta carga ingrese al valle de Aburrá.
La asamblea ya le aprobó al Gobernador de Antioquia la ordenanza 06 del 2016 mediante la cual le autorizó conformar la empresa que se encargará de reactivar el sistema férreo, estructurar el tren de cercanías multipropósito y definir si la reconstrucción de la red y operación se hace por asociación público privada u otro esquema.
Quintero dijo que el proceso de conformación de la empresa y definiciones de diseño pueden durar 24 meses.
En este proyecto, además de la Gobernación de Antioquia, trabajan la Alcaldía de Medellín, Área Metropolitana, Metro de Medellín, EPM y Empresas Varias de Medellín, Planeación Nacional, Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). “El tren de cercanías se hará. Es un sueño que se hará realidad”, aseguran.
EL TIEMPO
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