La ‘holding’ lanzó su nueva marca para estar alineada con los retos y tendencias del mercado.
El Grupo Energía Bogotá ha construido 12.500 kilómetros de redes de transmisión de electricidad para interconectar regiones en Colombia, Perú, Guatemala y Brasil.
Foto: Cortesía Grupo Energía Bogotá
A finales del siglo pasado y comienzos del presente, pocos hubieran apostado por la antiguaEmpresa de Energía de Bogotá (EEB).
Tras casi cien años de estar dedicada solo al negocio de la electricidad y con la debacle que significó el proyecto de la central hidroeléctrica del Guavio (calificado como el “desastre gerencial del siglo” en los años 80 y 90, similar al escándalo actual de Reficar), la empresa quedó postrada y afrontando la peor crisis de su historia.
Hoy, su situación es bien distinta: crece con éxito. Es un conglomerado de empresas que lideran mercados energéticos en Colombia, Perú, Guatemala y Brasil. Y ya no se habla de la EEB, sino del Grupo de Energía de Bogotá, un cohesionado y vigoroso pool de 13 compañías que atienden a 6 millones de hogares en América Latina, esto es, alrededor de 24 millones de personas, y que benefician a industrias y comercios; que incrementó sus utilidades un 27,8 por ciento en 2016 y tiene gran reconocimiento de las calificadoras de riesgo por su buen desempeño.
Y, para seguir su proceso de transformación, crecimiento y expansión, la organización acaba de oficializar su cambio de marca y denominación social: en adelante se llamará Grupo Energía Bogotá (GEB) y funcionará como holding. Así, y con un ambicioso plan estratégico corporativo (PEC) trazado para enfrentar los cambios que se advierten en los consumidores y en los desarrollos urbanos enfocados hacia el uso de energías renovables, busca consolidarse como multilatina líder en el sector energético latinoamericano.
Los resultados saltan a la vista. El número de usuarios de energía eléctrica se duplicó de 1,5 millones de hogares e industrias en 1997 a 2,9 millones en 2015. La calidad del servicio también mejoró significativamente en igual lapso: antes el promedio de interrupción de energía al mes era de 11,4 veces, ahora no llega ni a una vez (0,55).
Y no solo eso, hoy el GEB es la única megaestructura empresarial que participa en toda la cadena energética: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica y gas natural. Un logro que fue posible gracias a la visión que se tuvo para extender sus acciones y participar en compañías líderes como Trecsa (Guatemala), de la cual el GEB es dueño del 95,3 por ciento; Cálidda y Contugas (Perú), con el 60 y 100 por ciento de participación, respectivamente.
También es propietaria de Gebbras (Brasil), que en asocio con Furnas (la más grande del sector oficial y cuatro veces el tamaño de Isagén) participa con el 1,1 por ciento del mercado de ese país.
Este ha sido el elemento más disruptivo de este modelo público-privado, pues mientras otros competidores se han dedicado a buscar inversionistas, la otrora EEB le agregó como valor adicional estar al lado de empresas líderes en su campo. En Bogotá, por ejemplo, participa con el 99,9 por ciento en la Transportadora de Gas Internacional (TGI), la número uno en el transporte de este combustible en Colombia.
Ahora, bajo la presidencia de Astrid Álvarez, el GEB está preparado para dar un nuevo salto. Ella ha impuesto una férrea disciplina en el manejo del Grupo, con un modelo corporativo inspirado en las directrices de la Ocde, esto es, manejo transparente, blindaje contra la corrupción, con políticas que trascienden al gobierno de turno, y la generación de ahorros, que le han permitido crecer, proyectarse y apostar por nuevos desafíos en el futuro, a fin de seguir siendo el más eficiente grupo empresarial de la industria de energía no minera.
¿Qué representa el GEB hoy? Los expertos en estos temas suelen decir que la sanidad y el buen momento de una empresa se mide por el apetito que por ella develan los mercados.Este año, mientras el GEB hizo una emisión de bonos en el mercado colombiano por $ 650.000 millones, tuvo una sobredemanda de 1,3 billones, señal de la confianza en la entidad y el gran interés de los inversionistas por la compañía.
Lo que sigue ahora, según Álvarez, es tan “poderoso y retador” como lo fue en su momento para los hermanos Samper Brusch instalar las primeras 6.000 bombillas en la incipiente Bogotá, en 1896, y ad portas de una guerra ser la empresa multilatina líder en la región en el año 2025.
¿Qué significa esto? Se aspira a que el GEB sea la compañía no minera de mayores utilidades en Colombia, con ingresos superiores a los 35 billones de pesos, con operaciones en seis países latinoamericanos y una cobertura de 12,3 millones de usuarios, el doble de los actuales. Esto lo hará con tres líneas de negocios: soluciones energéticas para grandes ciudades; interconexión para el desarrollo de mercados y así llegar a 25.000 km de redes de transmisión construidas, y generación de baja emisión, apostándoles a las energías renovables, para estar a tono con la demanda y tendencia mundiales.
¿Cómo se transformó? El gran salto comenzó en 1995, cuando el entonces alcalde de Bogotá,Antanas Mockus, y el presidente de la EEB, Fabio Chaparro, concluyeron que una estatal bien podía asociarse con el sector privado para volverse más eficiente y tener visión a largo plazo. El resultado fue el nacimiento, en 1997, del modelo público-privado más exitoso del país, que capitalizó la compañía y separó sus actividades creando tres empresas: para generación (Emgesa), transmisión (EEB) y distribución con comercialización (Codensa).
Hitos en 121 años de historia
1896
La fundación
Los hermanos Samper crean una empresa de energía privada llamada Samper Brush & Cía. Instalan la primera planta hidroeléctrica. El 7 de agosto de 1900 inician el servicio de alumbrado domiciliario en Bogotá.
1959
Distrito, único dueño
El Distrito compra toda la empresa, tras un proceso de adquisición que había empezado en 1926. Para la época ya tenía seis unidades hidráulicas y había terminado de hacer la represa del Muña.
1960
Empieza la expansión
La Empresa de Energía de Bogotá deja de ser local y se amplía a Cundinamarca y Meta. En 1962 da inicio al llenado del embalse de Guatavita o Tominé y en 1992 pone a operar la gran hidroeléctrica del Guavio.
1997
Nace exitoso modelo
Se crea el modelo público privado que permitió capitalizar a la EEB y separó las empresas por actividades: generación (Emgesa), transmisión (EEB) y distribución junto con la comercialización (Codensa).
2002
Se internacionaliza
La empresa da el salto al exterior con la compra del 40 por ciento de las acciones de la Red de Energía del Perú (REP), que es hoy la compañía de transmisión de electricidad más grande de ese país.
El crecimiento en los últimos años
2005
La diversificación
La empresa incursiona en el mercado del gas natural y adquiere a Transcogás. En el 2007 adquiere a Ecogas y la fusiona con Transcogas para crear la Transportadora de Gas Internacional (TGI).
2009
Entra a Guatemala
Inicia las obras de expansión del sistema de transporte de energía (PET) en este país. Luego, en el 2011, en Perú entra al negocio del gas y compra el 60 por ciento de las empresas Cálidda y Contugas, hoy líderes en esta nación.
2014
Se estrena en Brasil
El GEB adquiere el 51 por ciento de cuatro concesiones de transmisión de energía en el Brasil, a través de la empresa Gebbras, creada como vehículo de inversión para ampliar su mercado.
2016
Nuevo plan estratégico
Se crea una nueva hoja de ruta que marcará el futuro del GEB. Se pone como meta ser la compañía no minera de mayores utilidades en Colombia para el 2025 y su consolidación como multilatina líder en el sector energético.
2017
Cambio de nombre
Por reforma estatutaria se aprueba el cambio de denominación de la Empresa de Energía de Bogotá a Grupo Energía Bogotá (GEB) y lanza su nueva marca, para seguir con el plan de crecimiento en América Latina.
EL TIEMPO