domingo, 22 de julio de 2018

Así va la obra del edificio de cristal que se levanta sobre la 26

La obra se construye en pleno corazón de Bogotá. Contará con dos torres una de 46 pisos y otra de 62.


El área total construida será de 250.000 m2 con un espacio generoso abierto al público que constará de más de 10.000 m2. 

En la calle 26 con Avenida Caracas, en el corazón de Bogotá, se alza un nuevo proyecto arquitectónico hecho con una estructura recubierta de vidrio y que contará con dos torres: una norte, que se construye cuenta con 46 pisos y 201.6 metros de altura, destinada para uso de oficinas, y una sur, que aún no ha iniciado el proceso constructivo, pero que contará con 62 pisos y una altura de 268 metros, para uso residencial, de oficinas y hotel. 

El área total construida será de 250.000 m2 con un espacio abierto al público que constará de más de 10.000 m2, lo que representa dos tercios de la superficie y se complementará con otros elementos pensados en el bienestar,como es el caso de la estructura canopy, una cubierta de vidrio de 3.600 m2 que protege de los rigores del clima, y los pabellones, 4 edificaciones ligeras de 4.20 metros de altura destinadas para uso comercial. 

La generosidad en el espacio podrá apreciarse también en el interior de las torres, pues cada planta contará con 2.000 m2 y una altura útil de 2.80 metros entre piso y techo. Y en el caso de la torre norte, el espacio útil para uso de oficinas será de 1.800 m2, por piso.

El proyecto se desarrolla en el centro de Bogotá, en el punto donde convergen las sedes de gran parte de las compañías más representativas del país y la zona por la que transitan más de 75 mil personas diariamente. 


El diseño de las torres incluye un atrio de 30 metros de altura, lo que da la sensación de una gran entrada amigable y sin límites. 

En la estructura metálica de Atrio sobresalen los ejes diagonales color naranja que, además de brindar una expresión arquitectónica única, sirven como soporte antisísmico.

En total se utilizarán 18.850 toneladas de acero para la construcción de las dos torres, el doble del que se usó para la construcción de la Torre Eiffel.

En cuanto a la estructura de concreto, sólo en la placa de cimentación para la torre norte se utilizaron 7.369 metros cúbicos de este material, el equivalente a verter el contenido de 1.000 mezcladoras de concreto al tiempo.

La fachada es prácticamente un traje hecho a la medida y cumple la función de mantener las condiciones climáticas más confortables gracias a una recámara para el aislamiento térmico y acústico, que además protege de la polución y la radiación solar. Sólo en la torre norte se utilizarán 5.821 paneles de vidrio. 

Es un sistema flotante de 40 mil metros cuadrados que no lleva ninguna carga adicional a la de su propio peso, se ajusta al edificio mediante anclajes y apoyos de acero, lo que ofrece un comportamiento sísmico favorable. 

Está conformada, en su área más sobresaliente, por paneles de vidrio de 35 mm de espesor que garantizan el control térmico en su interior, el aislamiento acústico, la protección a la polución y la radiación solar, haciendo un uso más inteligente de la energía y evitando los cambios bruscos de temperatura.

Otro elemento en su composición es la fachada micro perforada de acero inoxidable que cubre los verticales a cada extremo donde se juntan los muros de cristal. Este elemento anticorrosivo además permite la circulación del aire en su interior aportando condiciones máximas de comodidad.

A cargo de su diseño, ensamble, transporte e instalación está la empresa italiana Permasteelisa, reconocida en el mundo por su aporte en este tipo de estructuras a construcciones de gran escala y que por primera vez entra al mercado latinoamericano con un proyecto de estas dimensiones.

Para lograr un producto final que cumpliera con los más altos estándares de calidad, proveedores de diferentes partes del mundo intervinieron en este proceso; los perfiles de aluminio se construyeron en Grecia y la estructura de vidrio termo acústica, en Rumania.

Previo a su construcción se realizaron pruebas mediante el uso de tecnología que permitió el modelado en tercera dimensión, abarcando información geométrica, de cantidades y el comportamiento de cada uno de los elementos que la componen. 

También se construyó un prototipo a escala de 100 metros cuadrados, el cual se sometió a pruebas sísmicas y contó con la verificación de autoridades competentes en Italia que ratificaron su máximo desempeño. 

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