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lunes, 23 de julio de 2018

Base Naval de Cartagena

El Ministerio de Defensa y la Agencia Nacional Inmobiliaria adelantan esfuerzos para el proyecto inmobiliario integral que busca viabilizar el traslado de la Base Naval de Cartagena ubicada en el sector turístico y empresarial de Bocagrande, el cual conecta la península con el centro histórico de la ciudad.

Desde el año 2012 el Presidente Juan Manuel Santos anunció el traslado señalando que la nueva unidad militar debería tener los más altos estándares de calidad y modernidad, durante este periodo la Agencia y la Armada Nacional, con el apoyo de la Alcaldía de Cartagena, trabajaron en la identificación de distintos predios.

El 2 de marzo de 2017 la Agencia suscribió el convenio interadministrativo No. 17 con el Ministerio de Defensa y el Distrito Turístico y Cultural de Cartagena de indias con el objetivo de identificar los elementos requeridos para el diseño y ejecución del proyecto de desarrollo inmobiliario que financie la reubicación de la Base Naval. De igual forma, el 26 de octubre de 2017, se llevó a cabo la suscripción del respectivo acuerdo específico entre el Ministerio y la Agencia cuyo objeto es adelantar actividades para dicho traslado.

Traslado de la base naval



Parte del proyecto del traslado de la Base Militar es realizar los estudios técnicos para identificar el lugar óptimo para la reubicación de la Base Naval ARC Bolívar que permita mejorar las condiciones de seguridad, logística e infraestructura de las Fuerzas Armadas. Uno de los mayores problemas con la ubicación actual es el espacio operacional y la fácil visibilidad de las actividades que se realizan dentro de las instalaciones. 


El área para el desarrollo de la nueva instalación dependerá de los requerimientos de la Armada Nacional, así como de los recursos disponibles para su financiación. El costo de la nueva instalación dependerá de los estudios que se adelanten en el marco del proyecto. 


El proyecto inmobiliario


Render proyecto inmobiliario en los predios donde actualmente está la Base Naval de Cartagena 

La iniciativa contempla el desarrollo inmobiliario más importante de Colombia que busca convertir a Cartagena en el principal destino turístico del Caribe con un muelle de talla mundial, un museo, una infraestructura hotelera y diferentes espacios de entretenimiento como un acuario, un parque de diversiones, un centro de convenciones, un puerto de cruceros y una ópera.

El proyecto le dará prioridad a la conectividad con el Centro Histórico, a través de más de 136.900 m2 de espacio público por medio de un parque lineal, ciclorutas, paseos peatonales, que ayudarán en el mejoramiento del espacio público y la movilidad en el sector, sumando 108.646 m2 de área libre.


Justificación del proyecto


El proyecto tiene como propósito principal fortalecer y modernizar la Base Naval de Cartagena, para que la Armada Nacional continúe protegiendo a la población en condiciones adecuadas, consolide el control territorial de nuestros mares y se garantice la óptima utilización de los recursos públicos.

Render nueva Base Naval 

La ejecución del proyecto inmobiliario en el predio que actualmente ocupa la Base Naval financiará su reubicación, además implicará un gran desarrollo económico para la ciudad y el país; pues allí se tiene previsto hacer una construcción de talla internacional que continúe posicionando a la ciudad de Cartagena como capital turística y cultural del Caribe.

Este proyecto enfocará la mirada del mundo en Colombia y su desarrollo se realizará con la participación de otros gobiernos que respaldarán a las firmas especializadas más importantes del mundo en la estructuración y ejecución de este tipo de proyectos, lo cual incrementará los empleos e ingresos de la ciudad y del país. Está estimado que el proyecto genere cerca de 17 mil nuevos empleos directos y más de 50 mil indirectos.

Los estudios muestran que como consecuencia de la ejecución del proyecto Cartagena tendrá la capacidad para recibir cerca de 2.4 millones de turistas internacionales, en la actualidad llegan alrededor de 300 mil. De igual forma, indican que con la nueva infraestructura se podrán recibir más de 650 cruceros con cerca de 1.3 millones de personas al año.

Render proyecto inmobiliario 

La reubicación de la base representa una oportunidad urbana, donde se visualiza un nuevo desarrollo, ordenado y permeable, que contribuya a la movilidad y a reforzar el atractivo de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad, categoría que ostenta desde el año 1984 por declaratoria de la UNESCO.

El proyecto busca igualmente promover la participación de la comunidad cartagenera para que aporten al reordenamiento de su ciudad y al mejoramiento de sus condiciones de vida.

Localización


El proyecto inmobiliario que financiará la reubicación de la Base Naval estará situado en el predio en el que actualmente está ubicada la instalación militar, localizado en el sector turístico de Cartagena, Bocagrande. 

El predio del proyecto es de 31 hectáreas, de las cuales 12.4 serán sesión de espacio público, que comprende vías, parques y recorridos peatonales, lo que corresponde al 40% del terreno total. 

El inmueble donde se va a reubicar la Base Naval dependerá de los estudios técnicos que se adelanten durante la gestión del proyecto.

Gestión 


En la actualidad la Agencia Nacional Inmobiliaria y la Armada Nacional de Colombia ejecutan un convenio que viabiliza la estructuración del proyecto. Así mismo, la Agencia cuenta con una identificación del modelo de financiación a nivel de prefactibilidad.

A través del Ministerio de Defensa se invitó a diferentes gobiernos para que participen en la estructuración del proyecto. En este sentido, a la fecha se adelantan las gestiones permitentes para la firma de los respectivos acuerdos gobierno a gobierno con Reuni Unido, Canadá y España.

La Agencia Nacional Inmobiliaria se prepara para la apertura de la primera fase para la contratación de la estructuración del proyecto.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Tenemos submarinos de guerra: ¿para qué?

La Armada Nacional tiene cuatro y una historia operativa de 45 años, en los que ha evitado tragedias similares. Un debate entre la defensa de la soberanía y la carrera armamentística.


Si en algún lugar de Colombia se vive el drama de la nave argentina ARA San Juan y sus 44 tripulantes, entre ellas la primera mujer especialista a bordo, Eliana María Krawczyk, es en la Escuela de Submarinos de la Armada en Cartagena. En esas aulas y a bordo de las naves nacionales se ora por la vida de sus colegas y por la de los marinos colombianos, pues la arriesgan cada vez que se sumergen en los océanos Atlántico y Pacífico.

La emoción se resume en palabras de Roy Reason Arrieta, submarinista colombiano especializado en propulsión y electricidad. Vía Facebook mandó una carta de solidaridad con “esos 44 locos”. Cuenta lo difícil que es ejercer una de las profesiones más peligrosas. Él era un recién graduado en la época en que se produjo la tragedia del Kursk, que colapsó el 12 de agosto de 2000 en el gélido mar de Barents, al norte de Rusia, luego de que una filtración de aceite generara varias explosiones y la muerte de sus tripulantes. “Por primera y única vez sentí miedo de lo que me hacía sentir orgulloso… el imponente submarino nuclear ruso desaparecía en el fondo del océano con 118 hijos de Neptuno... En casa, el temor por el suceso inclinaba las súplicas de mi madre: ‘Mijo, sálgase de eso, andar debajo del agua es muy inseguro’”. Pero a él “jamás” se le pasó por la cabeza renunciar.

Es uno de los 300 hombres -en Colombia las mujeres no tripulan submarinos, sí corbetas- que ayudaron a convertir el submarinismo en “el arma silente” de la Armada, que el pasado 6 de noviembre celebró 45 años con la graduación de un nuevo curso de oficiales y suboficiales dispuestos, como dice Roy, “a retar a la muerte”.

Al desempolvar archivos militares sorprende saber que entre abril y septiembre de 1972 fueron los peruanos quienes enseñaron a 48 marinos colombianos las primeras lecciones de submarinismo antes de que se formaran en Alemania y Holanda para comandar por cuenta propia el ARC Intrépido y el ARC Indomable, los primeros sumergibles en llegar al país. Fabricados en el astillero Cosmos, en Livorno, Italia, eran modelo SX-506, con 24 metros de eslora -largo- y dos metros de manga -ancho-, espacio justo para 17 uniformados. 

El Intrépido llegó el 7 de agosto de 1972 y el 17 de abril de 1973 fue habilitado por el presidente Misael Pastrana. Su primera inmersión fue a 30 metros de profundidad, frente a la bahía de Cartagena, el 6 de noviembre siguiente. De ahí la fecha de celebración. El 3 de julio de 1974 se sumó el Indomable.
Incluían lanchas submarinas que se acoplaban a los lados y les permitía a los comandos anfibios hacer inteligencia a baja profundidad cerca de las costas. Esto después sirvió en operaciones contra grupos armados ilegales, desde guerrilleros hasta narcotraficantes.

Sin embargo, pensando en la defensa del territorio nacional ante amenazas de otros países, el Gobierno Nacional aprobó la compra del ARC Pijao y el ARC Tayrona, los submarinos más poderosos que ha tenido la Armada y que son casi iguales al argentino San Juan: “Submarinos diésel, eléctricos, modernos y silenciosos”. Los bautizaron así en memoria de dos de las culturas indígenas del país más guerreras, sabias y valientes. Razón por la que los comandantes hablan de su tropa como “tribu”. 

Tienen eslora de 56 metros, manga de seis metros y capacidad de desplazamiento de 1.200 toneladas. “Descomunales ballenas de amianto” -les cae bien la descripción de García Márquez en “El último viaje del buque fantasma”-, en las que décadas después Roy aprendió a defender “el azul de la bandera” desde las que él llama las más modernas “latas de sardinas”.

Quienes lucen en el pecho, sobre el uniforme blanco, la insignia del submarino dorado en forma de ballena, con el escudo besado por dos delfines, hablan de “la defensa de la plataforma submarina de Colombia”, mientras movimientos como Greenpeace los señalan como promotores de la carrera armamentista y contaminadores del mar.

La historia surge aquí en la transición del gobierno de Carlos Lleras Restrepo al de Misael Pastrana, finales de los años 60 y comienzos de los 70, cuando el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional decidió que, en plena Guerra Fría, Colombia no debía quedarse atrás en estrategias de protección fronteriza y política naval, y que los submarinos habían demostrado desde la II Guerra Mundial ser un “arma disuasiva indispensable”.

El 23 de octubre de 1970 el Consejo de Ministros aprobó la compra del Pijao y el Tayrona a las sociedades alemanas Ferrostaal, de Essen, y HDW, de Kiel. Mientras se construyeron en acero HY-80 (uno se terminó en mayo 1974 y el otro en junio de 1975), continuó la formación de tripulaciones en escuelas en Brasil y España, al igual que el montaje logístico, primero en Barranquilla y luego en Cartagena, a donde llegaron instructores estadounidenses, debido a que los manuales de construcción son de Estados Unidos.

Roy reconoce que el entrenamiento físico y técnico lo pueden pasar muchos, pero el psicológico no. Cualquier asomo de desubicación espacial, ansiedad o neurosis queda en evidencia en la prueba de cámara hiperbárica y el candidato es descartado, porque uno solo que falle pone en riesgo la seguridad de todos. “Se les realiza una prueba psicológica muy rigurosa por los espacios reducidos a los que se van a enfrentar y la convivencia con sus compañeros acorde al estrés de cada operación a la que se enfrenten a bordo”, explica en un video de la Armada el capitán de Navío Luis Felipe Rojas, director de la Escuela de Submarinos. Y deben superar 30 pruebas médicas más.

El perfil profesional es similar al de un astronauta. La diferencia es que el submarinista trabaja en la oscuridad de las profundidades y es entrenado para trabajar a ciegas y para hacer la labor de al menos uno de sus compañeros por si éste enfermara. Todo pensando en contingencias. No sólo leen sobre Submarinos Convencionales de Ataque (SSK), oceanografía, electrónica, motores diésel, estrategia de guerra naval, resistencia de materiales, calentamiento global, sino las 20.000 leguas de viaje submarino de Verne y el Ensayo sobre la ceguera de Saramago.

Roy explica cómo enfrentó durante nueve años la mayor situación de claustrofobia: “Escuchar antes de cada zarpe la prueba de vacío, cerrar la escotilla principal, eran para mí cucharadas de adrenalina”. Y luego vivir en carne propia, por días o semanas, las sensaciones que había imaginado en la atmósfera submarina de Julio Verne: “40 hombres en 40 metros² de forma cilíndrica, durmiendo entre torpedos, combustible, 480 baterías de 500 kilos cada una, una cocina, dos minibaños, 36 literas para dormir a veces donde otro se despertaba y mil incomodidades más. A merced de la presión del océano que hacía sonar el metal del casco con cada metro de profundidad”. La única opción es confiar en lo aprendido mientras se “comparte el mismo aire con hombres que arriesgan su vida igual que yo, por honor, por orgullo, por valor o patriotismo”. Piensa de nuevo en los submarinistas argentinos: “Seguramente son hombres altamente entrenados; su principal enemigo es el tiempo, el oxígeno escasea lentamente, las baterías se descargan, el ambiente se vicia con el olor del viejo acero, el Co² y hasta el propio olor característico del submarinista que ya impregnado no percibes, la desesperación llega cuando la impaciencia apremia”.

El submarinismo militar se hizo realidad en Colombia a través del Plan Tritón, un “secreto de Estado”, para consolidar la Fuerza Submarina de la Armada, plasmada por primera vez en un documento fechado el 5 de octubre de 1968. En más de cuatro décadas, las rutinas de soberanía no han sido cosa fácil. Han enfrentado emergencias que pudieron terminar como la vivida en Argentina. 

El Pijao S-28 hizo agua en inmediaciones del islote de Malpelo en 1993. Los registros indican que se filtraron a uno de sus compartimentos el equivalente a diez toneladas de agua y la popa -cola- tendía hacia una situación crítica definida como “punta de aguja”. Si la nave llega a la posición vertical caerá por gravedad al fondo del océano e implosionará luego de los 350 metros, el límite de resistencia de materiales de estos modelos frente a la presión oceánica. La pericia de la tripulación permitió salvarla y anotar la experiencia en bitácora para aprender la lección.

También hay datos de una emergencia del ARC Tayrona del 7 de septiembre de 2014, que según el portal infodefensa.com, ameritó “intensos trabajos de reparación y revisión de sus sistemas”. Había sido enviado a participar en el ejercicio multinacional Unitas 55 en Perú y “a su paso por el Canal de Panamá, sufrió una falla de su sistema de propulsión provocando un alto total de los motores. Se vio obligado a regresar a su base en Cartagena. El día 15 ingresó en un hangar de Cotecmar para ser reparado por técnicos colombianos e ingenieros alemanes”.

La responsabilidad es grande -que lo diga Roy-, pero el adiestramiento les permite estar tranquilos y concentrados en turnos de seis horas durante las que detectan embarcaciones dedicadas a actividades ilícitas, recolectan información de inteligencia en costas y mares, apoyan cruceros de investigación científica con datos meteorológicos e hidrográficos, o participan en intercambios de entrenamiento con marinas de países europeos, suramericanos y de Estados Unidos, al igual que en operaciones como Unitas y la operación Morro Castle con la OTAN.

En los últimos años, han detectado no menos de 70 semisumergibles usados por los carteles del narcotráfico para transportar cocaína hacia Centro América. En ese confinamiento tienen zona de esparcimiento y no falta oratorio y altar para la Virgen. En el Pijao también se acude a las cábalas de buena suerte: una herradura y un muñeco marinero llamado “Chafi”.

Con ese tipo de información realizan simulacros como el de febrero de este año en el que navegantes apoyados por unidades aéreas y guardacostas de la Armada rescataron un tripulante del submarino ARC Intrépido cerca de Cartagena. Maniobra similar a una real de 2014, cuando los colombianos atendieron el llamado de un submarino peruano y rescataron a un tripulante enfermo. El entrenamiento básico requiere dos años y cuatro fases desde que practican en lanchas submarinas hasta las inmersiones en los 209 vistiendo el overol antifuego. A Roy su padre y sus amigos le repetían: “Ser submarinista cuesta y es para siempre”. Hasta la muerte.

Del lado de los críticos surge la pregunta: ¿Tiene sentido asumir multimillonarios gastos operacionales para hacer presencia simbólica en la profundidad de los mares y en prevención de un conflicto? La mayor justificación para la Armada llegó hace 30 años, luego de que el 9 de agosto de 1987 se desatara una crisis con Venezuela porque la corbeta Caldas entró a aguas del golfo de Coquivacoa, frente a La Guajira, y el país vecino pensó en declarar la guerra. Los submarinos colombianos permanecieron un mes sumergidos, sigilosos, incluso bajo las corbetas venezolanas, a la espera de una orden de ataque con sus 14 torpedos de combate SST4. El incidente se salvó con diplomacia y demostró la importancia del factor submarino de las Fuerzas Militares de Colombia. Una hipotética guerra con Venezuela pasó a ser la segunda prioridad de la defensa nacional después del conflicto interno, más con la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999.

Otro punto de quiebre fue el litigio marítimo con Nicaragua luego de que la Corte de La Haya le concediera en noviembre de 2012 no menos de 75 mil kilómetros cuadrados del archipiélago de San Andrés. Desde entonces el presidente Daniel Ortega intensificó su alianza militar con la Federación Rusa para crear la Armada Nacional. Luego negoció submarinos con Vladimir Putin.

Mauricio Jaramillo Jassir, del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad del Rosario, le había explicado a este diario: “Se trata de estrategias consistentes en acumular tal nivel de capacidades militares que el uso de la fuerza sea inviable. Es decir, cuando un Estado se arma con fines disuasivos busca convencer de que el uso de la fuerza es la más costosa de todas las opciones”. La lógica de la carrera armamentista.

Según el Plan de Defensa Nacional Orión, entre 2010 y 2013 se hizo la modernización del Pijao y el Tayrona con sistemas de combate Atlas Electronik, torpedos DM2A3 Seehecht, periscopio de búsqueda Cassidian Optronics, baterías Exide Technologies y nuevo sistema de propulsión. Implicó desarmarlos con mano de obra colombiana y asesoría alemana en el astillero de Cotecmar en Cartagena. 

¿Cuánto más durarán con garantías de seguridad? Mínimo hasta 2030, año en que se completa la Fuerza Defensiva Oceánica (FDO). Esto si los ciclos de mantenimiento los siguen aprobando como “altamente operativos” y “los más modernos de Latinoamérica”. Pueden detectar a 40 o 50 millas náuticas (80 kilómetros) a la redonda motores de lanchas, buques y todo tipo de naves.

El Pijao volvió de Estados Unidos donde se actualizó en entrenamiento de guerra con la Marina de ese país como lo hace desde 2004. En promedio navega 7.000 millas náuticas por año y cuenta con 40 tripulantes como el suboficial Edwin Escobar, con 17 años de experiencia, jefe de la unidad de guerra y dos hermanos también submarinistas.

Aún así, los 209 son muy criticados en Argentina, no sólo por la tragedia del San Juan, sino porque la única vez que fueron usados en batalla, en el conflicto por las Malvinas con Inglaterra, los calificaron como “altamente deficitarios” porque atacaron tres veces blancos enemigos y fallaron. Eso fue en 1982. En Colombia han sido perfeccionados. Claro que distan mucho de los “submarinos de lanzamiento estratégico” de las potencias o de Corea del Norte, capaces de disparar misiles teledirigidos con cabezas nucleares.

Ahora están respaldados por los 206 Alpha, más pequeños y “ágiles”, bautizados como ARC Intrépido y ARC Indomable, los mismos nombres que tenían los italianos retirados del servicio en 2013. Fabricados en 1973 en Alemania, el Gobierno colombiano los compró en 2012 y los sometió a “repotenciación” de tres años en sistemas de navegación, rastreo y armamento, aparte de un proceso de “tropicalización” por haber sido fabricados pensando en los mares del norte que navega la Deutsche Marine. Cuentan con cascos amagnéticos, para no ser detectados por radares enemigos, sistemas guerra electrónica y de control de armas Atlas, ocho tubos lanzatorpedos, minas, sonares, sistemas de control de tiro, otros para extinción de fuego y última tecnología de posicionamiento satelital GPS. Costo: 110 millones de euros. Los 209 están avaluados en más de 300 millones.

El presidente Juan Manuel Santos recibió en noviembre de 2015 al Intrépido, que llegó a Cartagena luego de 17 días a bordo de un buque mercante. Con sus 500 toneladas de desplazamiento, 49 metros de largo por 4,5 de ancho, alberga 24 tripulantes. Se divide en cuatro compartimentos de proa a popa: uno de torpedos, el puesto central, el de controles y el de motores. Sobre ellos está el puente donde va la tripulación, todos con sistema de aire acondicionado. Tiene dos escotillas que le permiten al capitán navegar en superficie cuando entra o sale de un puerto. “La importancia estratégica de estos submarinos para el país es indiscutible”, dijo el jefe de Estado.

Este tipo de inversiones han generado desde los años 70 denuncias por posibles irregularidades que se han quedado en los archivos, como los 5.000 folios que permanecen en la Unidad Anticorrupción, desde que fue fiscal general (e) Guillermo Mendoza Diago, a raíz de que el semanario alemán Der Spiegel denunció sobornos millonarios en países como Colombia. 

Hay otro expediente en la Contraloría General contra el Plan Orión, años 2008 y 2009. La Contraloría Delegada para el Sector Defensa concluyó, para citar un caso, que la alemana Ferrostaal sí fue oferente de un contrato por 69 millones de euros para el mantenimiento de los submarinos oceánicos de la Armada, firmado en diciembre de 2008, pero que fue HDW (aliada de la primera) la que se quedó con el negocio. “Las contrataciones entre Ferrostaal y HDM, que hacen parte de la denuncia, constituyen hechos conocidos con anterioridad, sobre los cuales se adelantaron las investigaciones fiscales que concluyeron en autos inhibitorios”. 

En el año 2000 la Contraloría advirtió que el Ministerio de Defensa y la Armada le pagaron a Ferrostaal AG US$7,3 millones por la entrega, montaje y mantenimiento de dos baterías principales para submarinos oceánicos tipo 209 con irregularidades como: los certificados de disponibilidad presupuestal por mil y cuatro mil millones de pesos “presentan un concepto diferente al expedido por el jefe de presupuesto”. Los bienes fueron suministrados “sin que se realizaran los informes de supervisión correspondientes, situación que refleja la falta de control por parte de la Armada”.

En todo caso, lo ocurrido en Argentina reabre el debate en Colombia para prestarle más atención a este tipo de inversiones y operaciones. Una fuente de alto nivel del sector Defensa le dijo a El Espectador: “Lo único demostrado es la eficiencia de nuestra Armada. Una vez tengamos el informe de lo que realmente ocurrió allí con el ARA San Juan, la institución estudiará el caso para prevenir cualquier tragedia similar aquí”.

Las cenizas del padre de Roy están en el fondo del Atlántico. Evoca su espíritu: “Si puedes hablar con Neptuno avísale que hay 44 tripulantes valientes, en un submarino argentino en la inmensidad del mar esperando un milagro”. Con razón al escritor colombiano Álvaro Mutis lo atraían “la gracia de medusa metálica de los submarinos” y “ la gloria de la muerte”.

domingo, 12 de febrero de 2017

Aprobados los recursos para la renovación del CAN


La Agencia Nacional Inmobiliaria indicó que el megaproyecto iniciará con la construcción 
de la nueva sede del Mintransporte. Costará $430.000 millones.

Agencia Nacional Inmobiliaria está próxima a abrir el proceso de contratación para la construcción del primer edificio que hace parte de la remodelación del Centro Administrativo Nacional (CAN) y será para el Ministerio de Transporte, que actualmente se encuentra ubicado de manera temporal en las oficinas del Centro Comercial Gran Estación 2

Así lo confirmó Claudia Luque Gordillo, directora de esta Agencia, al precisar que ya cuenta con el visto bueno de los miembros del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) en el que se tiene en cuenta la recomendación de los recursos de vigencias futuras que se requieren para llevar a cabo la Asociación Público Privada que permita realizar la obra.

No obstante, aún falta la aprobación final del Ministerio de Hacienda a través del Confis que defina el monto que se asignarán en el futuro para esta obra.

“Ya contamos con la aprobación por parte del Conpes con un tope máximo por año de $ 80.000 millones, como nos confirmó el Departamento Nacional de Planeación. Ahora nos hace falta la respuesta del Confis en la que se nos especifique cuál sería el monto anual que tendríamos sin exceder ese límite”, explicó Luque.

Se estima que la inversión requerida en este primer edificio asciende a los $ 430.000 millones aproximadamente y que el plazo de las vigencias futuras sea de 20 años a partir del 2019.

En este edificio, que estará ubicado en el predio ubicado entre la calle 26 y la carrera 50, se instalarían las oficinas del Ministerio de Transporte, Instituto Nacional de Vías, Agencia Nacional de Infraestructura, Ministerio de Minas y Energía, y la Agencia Nacional de Tierras y Desarrollo Rural.

“Ya tenemos el predio y las licencias y permisos requeridos para la obra, por lo que a penas tengamos la aprobación del Confis y se pueda adjudicar el proyecto se podrá dar inicio a los trabajos de construcción”, recordó Luque, al agregar que esperan que el proceso se pueda concretar en las próximas semanas para que después de tres meses de abierta la convocatoria para el constructor sea adjudicado.

El plan de la Agencia Nacional Inmobiliaria es que este edificio pueda estar en completa operación en el primer semestre del 2019.


Remodelación completa


Así mismo, la funcionaria indicó que ya recibieron la aprobación por parte de la Secretaría Distrital de Movilidad al plan completo de renovación urbana, que comprende 73 hectáreas y están próximos a recibir la respuesta de la Secretaría Distrital de Planeación. 

“El año pasado también estuvimos trabajando en alternativas de financiación para estas obras, teniendo en cuenta la nueva situación fiscal del país con el ánimo de no generar presión en las finanzas públicas y que se puedan realizar las obras”, comentó Luque. 

Frente a este tema, explicó, por ejemplo, que en el caso de la reubicación del Ministerio de Defensa –que sería la siguiente entidad priorizada en trasladarse, según este plan de remodelación del CAN– que quedaría en el predio donde se encontraba anteriormente el Ministerio de Transporte y en el área donde está actualmente se desarrollaría un proyecto inmobiliario que permita tener los recursos propios para financiar las obras. 

“Con la aprobación del plan parcial, podríamos iniciar el proceso para la convocatoria para la construcción del nuevo Mindefensa. Es un proceso un poco más complejo, dado los niveles de seguridad que tienen que cumplir estas edificaciones; sin embargo, el interés nuestro es que ese proceso pueda ser abierto este año”, agregó Luque. 

Traslado de batallones


Respecto al traslado de la base naval de Cartagena, la Directora de la Agencia Nacional Inmobiliaria dijo que en este año presentarían un proyecto para que sea aceptado por todos los actores de esta iniciativa en la ciudad y que, además, pueda generar los recursos requeridos para la construcción de la nueva base.

Aunque no dio muchos detalles de este proyecto, si precisó que “tenemos un acuerdo general de lo que se debería hacer. La intención es abrir el proceso este año”. Así mismo, indicó que ya se identificó el terreno donde podría ser trasladado el Batallón de Barranquilla y cuyo nivel de inversión es de aproximadamente $215.000 millones, que se financiaría con un proyecto inmobiliario que se ejecutaría en la sede actual.

Cynthia Lewis

viernes, 16 de septiembre de 2016

El país busca convertirse en una potencia en la producción de embarcaciones

El país busca convertirse en una potencia en la producción de embarcaciones

Sin los apremios de la guerra, el país busca convertirse en una potencia en la construcción, reparación y mantenimiento de embarcaciones marítimas y fluviales.

El problema de reemplazar las cuatro fragatas con las que la Armada Nacional garantiza hoy la seguridad y la soberanía colombiana en los mares se está convirtiendo en la oportunidad de oro para potenciar la innovación en la industria de astilleros del país.

Y aunque se hará efectivo a partir de 2024, cuando salgan del servicio las fragatas adquiridas en Alemania y que para ese momento tendrán ya 40 años, el proceso arrancó ya. Los preparativos para este cambio comenzaron y han generado revuelo en toda la industria nacional, que decidió cerrar filas para acompañar la iniciativa que lidera el Gobierno, con la Armada y Cotecmar –la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial– a la cabeza, para generar cadenas de valor.

Las cifras que moverá esta iniciativa son muy atractivas: se estima que el costo de cada fragata asciende a unos US$500 millones, y que además de las cuatro que se reemplazarán, la Armada Nacional necesitará otras cuatro para contar con una marina mediana, de proyección regional. Esto implica que las ocho fragatas se construirán por unos US$4.000 millones de aquí a 2035, cuando terminará el proceso de adquisición.

Esta vez la meta es construir las embarcaciones en el país –en vez de comprarlas afuera–, en alianza con un socio internacional que tendrá que definirse de aquí a 2018 y que aportará tecnología y conocimiento. Ya cerca de una docena de compañías de Asia, Europa y Estados Unidos han expresado su interés.

Los empresarios locales también han empezado a prepararse, pues cada una de estas naves contiene “miles de piezas, agrupadas en más de 1.500 sistemas relacionados con industrias como la metalmecánica, eléctrica, electrónica, plástica y TICs, entre otras”, asegura Claudia Bedoya Zapata, gerente del Programa de Transformación Productiva (PTP) del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.

La iniciativa está contenida en el Programa PES que, según el presidente de Cotecmar, el almirante Jorge Enrique Carreño Moreno, ya está inscrito en el banco de proyectos del Departamento Nacional de Planeación, y cuyo objetivo es potenciar un clúster integrado por las industrias metalmecánica y de astilleros. Este plantea que las fragatas comiencen a construirse entre 2019 y 2032.

Cotecmar lidera el programa por ser uno de los jugadores más importantes del sector de astilleros en América Latina –construye, repara y vende naves a países vecinos como Brasil y Panamá–; por la magnitud de su operación –representa 80% de los ingresos del sector en Colombia– y por el liderazgo en materia de innovación, que le ha permitido diseñar y construir naves con alta tecnología.

Esta Corporación genera cerca de 2.000 empleos directos y cada año reinvierte sus excedentes: este año ejecutará inversiones por $13.000 millones. En 2015 Cotecmar reportó ventas por $171.947 millones, y este año podrían alcanzar unos $250.000 millones, impulsadas por las exportaciones, que podrían llegar a US$10 millones.

Hay para todos

Aunque el PES es el proyecto que mayor inversión moverá en la industria colombiana de astilleros liderada por Cotecmar, no es la única que alienta al sector en los próximos años.De acuerdo con la gerente del PTP, el crecimiento en la demanda que se espera en navegabilidad fluvial en Colombia concentra también el interés de los empresarios de este sector.

Se estima que en los próximos años se requerirán unas 1.000 barcazas solo para navegar por el Río Magdalena, luego de que se ejecuten las inversiones que impulsa el Gobierno para mejorar el dragado –en cabeza del Ministerio de Transporte, para utilizar este medio– y se optimice el uso de este modo de transporte.

A esto se suma que la expansión del Canal de Panamá ha puesto a Colombia en el radar de los servicios de reparación y mantenimiento de grandes embarcaciones, por la cercanía, la experiencia de los astilleros, la atención de calidad y especialmente la ventaja competitiva que les da en este momento la devaluación.

Pero tres escollos impiden al sector de astilleros aprovechar cabalmente estas oportunidades de mercado. Por un lado, mientras las embarcaciones que se compran en el exterior entran al país sin pagar arancel, las piezas y partes que importa Cotecmar para fabricar las naves sí deben pagar este gravamen, lo que genera una protección efectiva negativa que favorece la importación.

A esto se suma que estas embarcaciones están en el régimen de bienes excluidos del IVA, lo que no permite a las empresas colombianas descontarlo en la cadena de impuestos.

Un tercer problema que preocupa es una medida del Estatuto Aduanero que obliga la nacionalización temporal de las naves que ingresen a territorio nacional para su reparación o mantenimiento en los astilleros. Esto genera trámites adicionales que resultan inconvenientes para atraer clientes internacionales, y resulta incomprensible pues las naves son tratadas como mercancías y no como medios de transporte.

El presidente de Cotecmar sostiene que estos temas se vienen trabajando conjuntamente con la Dian y los ministerios de Comercio y de Hacienda, y podrían quedar solucionados en los próximos meses. En el caso del IVA, ya el ministro de Hacienda expresó que en la nueva reforma tributaria se acabarán las exclusiones del IVA, y con el director de la Dian han trabajado para incorporar en la reglamentación del Estatuto Aduanero la eliminación de la norma que obliga la nacionalización de naves, mientras que con el Ministerio de Comercio se trabaja en la eliminación de aranceles para los bienes que se utilizan en la fabricación de naves y no tengan producción nacional.

Las oportunidades están servidas para el sector de astilleros, que espera superar los escollos para aprovechar las nuevas oportunidades con buen viento y buena mar.

Clúster millonario

El sector de metalmecánica y astilleros es uno de los seis que va a potenciar la nueva política de desarrollo industrial anunciada recientemente por la el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Esto implica que, por su importancia estratégica, tendrá un acompañamiento permanente y acceso a programas que buscan mejorar la competitividad del sector.

Claudia Estella Bedoya, gerente del PTP, asegura que “los astilleros constituyen un sector con un alto dinamismo, gran potencial, alto valor agregado y productos sofisticados con excelentes referencias como embarcaciones patrulleras, de offshore y buques de desembarco anfibio, entre otros”.

Según el Plan de Negocios del sector astillero diseñado por el PTP, la facturación del sector podría alcanzar en 2027 una cifra cercana a los US$1.500 millones y unas exportaciones por unos US$500 millones, así como la generación de unos 20.000 empleos.

jueves, 2 de junio de 2016

HISTORIA DEL DESARROLLO DE LAS UNIDADES FLUVIALES DE LA INFANTERÍA DE MARINA COLOMBIANA



Década de los años 90 a la época actual: Transición de la Fuerza Fluvial como unidad operativa menor de la Armada a la organización del Comando de Unidades Fluviales de Infantería de Marina; creación de la Brigada Fluvial: organización, áreas de operaciones, misión, desarrollo y actualización de la doctrina; cambio y modernización de equipo flotante; apoyo externo; nuevos conceptos doctrinarios, tácticos y técnicos. Situación actual: creación de nuevas unidades operativas; nuevo equipo y armamento.

PREÁMBULO 

En la década de los 80, se presenta el resurgimiento de la subversión Armada y el recrudecimiento de la violencia, por lo que la Armada adquiere mayores responsabilidades en las costas, en las fronteras del sur y del oriente y en la red fluvial; la Agrupación de Fuerzas Especiales se transformó en Batallón y sus Comandos Fluviales se fueron para el Guaviare, el Meta y el Orinoco con el fin de reconquistar estas arterias fluviales utilizadas como corredor delictivo por elementos al margen de la ley.

A comienzos de la década de los 90 se inicia un juicioso proceso de modernización y organización de los Elementos de Combate y de las Unidades Fluviales del País, mediante el esfuerzo conjunto entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, que ha conducido a que las Fuerzas Fluviales de la Infantería de Marina de Colombia, se conviertan en una verdadera potencia mundial en cuanto a operaciones fluviales se refiere.

El apoyo del Gobierno de los Estados Unidos en este proceso, tanto en la asignación y sostenimiento de los botes, como en la construcción de instalaciones y en la asesoría y el entrenamiento, ha sido fundamental teniendo en cuenta que aproximadamente el 74% de los 250 botes de combate que tiene actualmente la Infantería de Marina han sido asignados por los Programas de Ayuda de los Estados Unidos, pero también se destaca el esfuerzo adelantado por la Armada Nacional, en la construcción de las ocho Patrulleras de Apoyo Fluvial construidas hasta la fecha por Cotecmar cuyo valor individual se acerca a los 25.000 millones de pesos, con características y capacidades que no tienen nada que envidiarle a los buques construidos por los más importantes armadores del mundo.

Para tener una idea de la magnitud del desarrollo de las Unidades Fluviales de la Infantería de Marina en las dos últimas décadas, basta con echar un vistazo a la situación de estas unidades a comienzos de los 90, cuando se contaba solo seis puestos fluviales avanzados, 18 elementos de Combate Fluvial disgregados en diferentes comandos y algunas unidades a flote antiguas; frente a las Unidades Fluviales actuales cuya proyección para fin de año es de 3 Brigadas Fluviales, con 16 batallones, 60 Elementos de Combate Fluvial Pesados (ECFP), 27 Elementos de Combate Fluvial Livianos (ECFL), 8 modernas Patrulleras de Apoyo Fluvial (PFA) y una variada flota patrulleras fluviales rápidas y otros artefactos navales. 

CAPITULO I 

FUERZA NAVAL FLUVIAL – FNF (1989 – 1993) 

En el año de 1989, mediante Resolución Nº 6469-Ministerio de Defensa Nacional del 30 agosto de 1989, se crea y activa la Fuerza Naval Fluvial, con sede en Bogotá dependiente de la Jefatura de Operaciones Navales y se reorganizan las flotillas fluviales de Oriente con Puesto de Mando en Puerto Carreño y del Magdalena con Puesto de Mando en Barrancabermeja, que agrupaban a las diferentes unidades fluviales como nodrizas, patrulleras fluviales, remolcadores de río y elementos de combate fluvial, destacados en las respectivas regiones. 

Para esta época se reciben los primeros botes tipo “piraña” y “anguila” de 22 pies, a través de los programas de ayuda del Gobierno de los Estados Unidos, equipados con dos motores fuera de borda de 125 caballos de fuerza cada uno y artillados con una ametralladora .50 en proa, cuatro ametralladoras M-60 a los costados y un lanzagranadas M-79. Con estos botes se conformaron nuevos elementos de Combate Fluvial, compuestos por tres botes, que paulatinamente fueron reemplazando a los ECF de la década de los 80 que constaban de 4 botes de 13 pies y un bote de 17 pies, con lo cual se dio un incremento exponencial en las capacidades de los elementos de combate fluvial en cuanto a poder de fuego, autonomía, versatilidad, maniobrabilidad y velocidad, para afrontar el incremento del poder de combate de los grupos narcoterroristas que preparaban sofisticadas emboscadas en los puntos críticos de las vías fluviales. 

Durante los primeros años de la década de los 90, se recibieron 36 botes piraña y 9 botes anguila con los cuales se modernizaron 15 Elementos de Combate Fluvial. Entre los botes Piraña y los botes Anguila se presentan una sutiles diferencias en el diseño de la proa (más redondeada en los Anguila), en la posición que ocupa el puesto de pilotaje (más atrás los botes anguila) y por consiguiente en la distribución del armamento lateral. 

Al comenzar los años noventa, la Infantería de Marina contaba con 18 elementos de Combate Fluvial operando en buena parte de la red fluvial de Colombia, agregados operacionalmente a diferentes unidades del Ejército o de la Armada que tenían jurisdicción terrestre en cada región donde operaban los ECF y bajo el mando Administrativo de la Fuerza Naval Fluvial, cuyo puesto de mando se encontraba en Bogotá. Se trataba de unidades tripuladas por Infantes de Marina, administradas y apoyadas por mandos navales, dirigidas por comandos del Ejército y disgregadas en remotas regiones del país, por lo que tenían muchas limitaciones y dificultades de apoyo logístico y administrativo. 

Asimismo, se presentaban grandes falencias en cuanto a la implementación de los procedimientos operacionales y de mantenimiento de los botes y equipos, por falta de unidad de criterios, mando y doctrina, siendo empleados en diferente forma de acuerdo a los criterios y caprichos de cada comandante operativo. 

PUESTOS FLUVIALES AVANZADOS CREADOS DURANTE LA FNF 

PUESTO FLUVIAL AVANZADO Nº 54 – ARAUCA 

En al año de 1991, se creó el Puesto Fluvial Avanzado Nº 54 – Arauca, acuerdo con la Disposición Nº 005 de julio de 1991, como unidad orgánica y dependiente de la Flotilla Fluvial del Oriente y agregada a la organización de la Fuerza Naval Fluvial; aunque desde mediados de los años 80, ya existía en la región un Elemento de Combate Fluvial y el ARC Diligente, agregados al Comando Operativo Nº 2, del Ejercito Nacional. 

A través del tiempo, por los incidentes fronterizos con Venezuela y la situación de orden público en la región, se incrementó el número de efectivos; en 1995 se asignó un nuevo ECF comandado por el Señor STCIM Alejandro Lombana Calderón, 5 Suboficiales y 14 Infantes de Marina Voluntarios, quienes venían del entonces PFA63 en Puerto López. Este personal además venía acompañado por un GIL de Contraguerrilla del Batallón de Fusileros de IM Nº 5, conformado por el Señor TECIM Alberto Alvarado Reyes, 3 Suboficiales y 18 Infantes de Marina Voluntarios, lo que obligó a desarrollar unas nuevas instalaciones para la Unidad, las cuales se lograron adelantar gracias al apoyo decidido de la Gobernación del Departamento de Arauca. 

PUESTO FLUVIAL AVANZADO Nº 56 – INÍRIDA

Creado y activado en el año de 1.992, funcionó inicialmente en la Población de Inírida, en un terreno donado por la Alcaldía, en la manzana 132 del Barrio La Granja, dependiendo administrativamente de la Flotilla Fluvial del Oriente, a partir del 30 de octubre de 1997, se le cambió la denominación a PFA-92, orgánico del BAFLIM51; en el año de 1999, luego de fusionarse con el PFA90 (Maviso) fue transformado en Batallón Fluvial y se trasladó a la nuevas instalaciones en el sector denominado “El Coco”, construidas con apoyo del Gobierno de los Estados Unidos.

PUESTO FLUVIAL AVANZADO Nº 51 EL BARRANCÓN – GUAVIARE.

Los primeros Infantes de Marina llegaron en el mes de abril de 1988 a esta guarnición, era un grupo conformado por Comandos entre Oficiales y Suboficiales e Infantes de Marina del Grupo de Fuerzas Especiales de I.M. que integraban dos Elementos de Combate Fluvial, ocuparon improvisadas bases de patrullaje adjuntas al Ejercito en las poblaciones de Puerto Nuevo y la Carpa, cumpliendo misiones de soberanía y apoyo en la ejecución de operaciones del Ejercito Nacional a ordenes del Comando del Batallón Serviez.

Los dos Elementos de Combate Fluvial que se delegaron para esta guarnición estuvieron conformados por cuatro (04) botes tácticos de 13 pies movilizados por motores fuera de borda de 40 HP llevando a bordo armamento, munición, combustible y provisiones; a mediados del año 1989, se les asignó un bote tipo administrativo a cada Elemento. 

El día 16 de julio de 1991, llegaron a la guarnición los 03 primeros botes tipo Piraña con tripulados con 01-05-13 y con el armamento, munición y equipo de dotación para renovar un Elemento de Combate Fluvial, el cual fue ubicado en las inmediaciones de San José del Guaviare, agregado a la base del Ejercito del Batallón Joaquín Paris. 

En Diciembre de 1991, se establece el Puesto Fluvial Avanzado de I.M. en el área de El Barrancón, cuando fueron asignados otros tres (3) botes tipo “Piraña” para renovar el otro elemento de Combate Fluvial. En Septiembre de 1992 arribó a San José del Guaviare con destino al Barrancón una comisión de personal Norteamericano que iniciaría la construcción del las instalaciones del puesto, las cuales fueron entregadas el 10 de junio de 1993. Esta unidad fue creada y activada formalmente mediante Disposición 006 COARC, del 31 de mayo de 1993, donde se dispuso que fuera orgánica y dependiente de la Flotilla Fluvial del Oriente, y se agregó a la Organización de la Fuerza Naval Fluvial. 

Las instalaciones construidas por los Ingenieros militares de los EE.UU., eran en material prefabricado, que además de presentar deterioro prematuro, no ofrecían las mejores condiciones de seguridad y comodidad para las tropas, por lo que la Institución desarrollo nuevos proyectos de infraestructura para reemplazarlas por construcciones de material. 

Desde su llegada a esta región los Combatientes Fluviales, han obtenido valiosísimos resultados operacionales pero asimismo han tenido que colocar una altísima cuota de sacrificio cayendo en combate insignes Comandos como los señores TECIM Márquez Duran Jorge, CSCIM Baldiris Hernández Calet, IMVL Rodríguez Gómez Harol, IMVL Castro Ríos Francisco e IMVL Barcasnegras Mendoza Iván, que en paz descansen, quienes perdieron sus vidas el día 21 de diciembre de 1988, en una emboscada perpetrada por guerrilleros del frente Alias Tiro Fijo, en el sector de caño Tigra, ubicado entre la Carpa y el Raudal. 

También cabe recordar los lamentables hechos ocurridos el 19 de julio de 1991, cuando perdieron la vida el Subteniente de I.M. Jaime Eduardo Cárdenas Gómez, el Cabo Segundo de I.M. Londoño Vargas Guillermo y el Infante de Marina Voluntario Ricardo Carleo Pacheco, que en paz descansen, durante un cruento ataque de narcoterroristas pertenecientes al Ejército Movimiento Bolivariano y a los frentes VI, XLIV de autodenominadas FARC en el caserío Barranco Colorado, río Ariari. 

PUESTO FLUVIAL AVANZADO Nº 72 ARC URABÁ – MATUNTUGO (ANTIOQUIA) 

Inicialmente el puesto fue establecido en 1992, por la Primera Brigada de Infantería de Marina, con 02-06-60, que se ubicaron en las ruinas de las instalaciones donde funcionó una empresa maderera, en el extremo occidental del Golfo de Urabá, en la desembocadura del río Atrato quedando bajo mando operacional del Apostadero Naval Nº 13. 

Posteriormente la unidad fue creada y activada mediante Disposición 004 COARC, del 05 de abril de 1993, donde se dispuso que sería orgánica y dependiente de la Fuerza Naval Fluvial. 

PUESTO FLUVIAL AVANZADO Nº 80 – GUAPI (CAUCA)

La historia de las tropas de Infantería de Marina en el Municipio de Guapí, Cauca data de septiembre de 1991, cuando se efectuaron operaciones de registro y control en el área general del municipio; en esa oportunidad las tropas se acantonaron en el Coliseo Municipal y en el Colegio San José. Al término de las operaciones el personal retorna a la Unidad de origen, que para ese entonces se conocía como el Batallón de Fusileros de I.M. Nº 2, con sede en Tumaco. 

Para el año 1992, regresan nuevamente las tropas a Guapí, a La Bonanza (finca del Instituto Colombiano para la Reforma Agraria INCORA). El alcalde alquila una casa y un terreno ubicado en el Barrio Champere, donde se establece el puesto dependiente del Batallón de Fusileros DE I.M. Nº 2, continuando su desarrollo en infraestructura y dotación y recibiendo Elementos de Combate Fluvial y unidades a flote para el control de la vía Fluvial. 

Mediante Disposición Nº 010 COARC del 30 de octubre de 1997, el Puesto fue asignado al Batallón Fluvial de I.M. Nº 51 y posteriormente elevado a la categoría de Unidad Táctica mediante Disposición 002-COARC de fecha 15 de enero de 2002, con el nombre de Batallón Fluvial de I.M. Nº 40 y posteriormente como BAFLIM10, mediante Disposición 008-COARC- del 10 de mayo de 2002. 

CAPITULO II 

COMANDO DE UNIDADES FLUVIALES DE INFANTERÍA DE MARINA – CUFIM (1993-1997) 

A finales del año 1993, la Infantería de Marina logró que se autorizara la creación del Comando de Unidades Fluviales de I.M. (CUFIM), mediante Directiva Permanente Nº 021 y Oficio Nº 7265-CARMA-375 de fecha 22 de septiembre de 1993, con el propósito de asumir el mando administrativo de todos los Elementos de Combate Fluvial y de los Puestos Fluviales Avanzados de Puerto López, Arauca, El Barrancón (Guaviare) e Inírida y posteriormente los Puestos Fluviales Avanzados de Maviso y Nueva Antioquia, que fueron activados a partir del año 1995. 

El Comando de Unidades Fluviales pasó a depender directamente del Comando de Infantería de Marina y con puesto de mando en Bogotá, siendo su primer y único comandante el señor Teniente Coronel de I.M. FERNANDO CASILIMAS ROMERO. 

La Oficina de Comando de esta unidad funcionó, inicialmente en un módulo del Comando de Infantería de Marina, junto con la sección de personal y operaciones a cargo del SVCIM. JAVIER HINCAPIÉ HERRERA y con la sección de control de material reservado a cargo del SMCIM. HUGO ELIECER MONROY; el área logística y de mantenimiento a cargo del SMCIM. ELISEO FRANCO funcionó en un espacio que le fue asignado en la Dirección de Abastecimientos de la ARC. Posteriormente y gracias a la gestión y al trabajo de quienes conformaban esta unidad, se construyó una segunda planta en el lugar donde funcionaba la sección logística de CUFIM en DIABA y se trasladó todo el Comando de la unidad a este lugar. 

Cabe resaltar que la mano de obra requerida para el desarrollo de las instalaciones del CUFIM, fue aportada por el personal de la unidad y se recurrió únicamente a contratar un maestro de construcción que dirigió los trabajos. 

A partir de julio de 1994 y con el objetivo de mejorar la seguridad en las operaciones se empiezan a complementar los Elementos de Combate Fluvial con el bote de Comando y Control, con lo que se incrementa el poder de fuego y se optimiza el control y las coordinaciones entre los botes que componen el Elemento. 

Estos botes de Comando y Control, también se recibieron por los programas de ayuda del Gobierno de los Estados Unidos, tienen una eslora de 25 pies y son provistos con un montaje para ametralladora .50 en proa, un montaje para lanzagranadas MK-19 en popa y dos ametralladoras 7.62mm en los costados, además de equipos que le permiten comunicarse con los demás botes, con el buque nodriza, con en la base de apoyo y con unidades en tierra y aire. 

Con la creación del Comando de Unidades Fluviales de I.M., se dio un impulso determinante al desarrollo las unidades fluviales en Colombia, siendo el punto de partida de una era de crecimiento, tecnificación y profesionalización de fuerza élite, que desarrolla una de las capacidades esenciales de la Infantería de Marina. 

Un factor determinante en el desarrollo de las Unidades Fluviales, fue la creación del Grupo Móvil de Reentrenamiento, encabezado por el entonces TECIM. LUIS MIGUEL COTE y con personas de gran experiencia tanto en el campo pedagógico como en el área técnica como el SMCIM. Eulogio Valdelamar Cogollo, el Cabo Pablo Alonso Ortiz, quienes iniciaron una ardua tarea para reentrenar y capacitar al personal de las diferentes unidades, unificando criterios, normas y procedimientos tanto a nivel operativo como de mantenimiento, operación, empleo y conservación de los botes y equipos, con el fin de crear una doctrina sólida, coherente y funcional, que ha permitido hacer de las Operaciones Fluviales una especialidad altamente profesional, eficiente y eficaz. 

Otro aspecto que bien vale la pena resaltar, tras la creación del Comando de Unidades, es la organización y el control que se inició al inventario de repuestos y materiales recibidos a través de los programas de ayuda del Gobierno de los Estados Unidos; indudablemente el apoyo recibido por dichos programas ha sido esencial para que las Unidades Fluviales hayan alcanzado el grado de desarrollo que tienen en la actualidad, para optimizar esta ayuda se hace necesario ejercer controles que permitan garantizar el uso adecuado de los bienes, esta era otra de las falencias que se presentaban antes de la creación del Comando de Unidades Fluviales, ya que los bienes se recibían como donación sin ser valorizados, contabilizados e inventariados de tal manera que se pudiera contar con un control efectivo de existencias, estadísticas de consumo e información sobre el apoyo recibido. Gracias al profesionalismo, la dedicación y el interés colocado por el personal del Almacén General del CUFIM, encabeza del SMCIM. MARCO FIDEL MEDINA GARAVITO, se inició la ardua tarea de levantar información sobre los precios y especificaciones del numeroso volumen de partes y repuestos que se había recibido en calidad de donación desde años anteriores, para contabilizarlos de acuerdo a las normas establecidas. 

PUESTOS FLUVIALES AVANZADOS CREADOS DURANTE EL CUFIM 

PUESTO FLUVIAL AVANZADO Nº 63 – PUERTO LÓPEZ (META) 

El 18 de febrero de 1994 se creó el Puesto Fluvial Avanzado Nº 63, con sede en Puerto López; con el fin de adelantar operaciones fluviales en zona alta del río Meta y prestar apoyo logístico y de mantenimiento a las unidades fluviales de la Armada Nacional destacadas en el río Meta; su primer Comandante fue el Señor MYCIM Álvaro Antonio Rico Hernández. Las instalaciones físicas del puesto, fueron construidas en 1994 por 30 Ingenieros Militares de la Armada de los Estados Unidos, en el sitio denominado como “Finca la Granada“, ubicada a 5 kilómetros aproximadamente de Puerto López, en la vía a Puerto Gaitán y a orillas del río Meta. 

Esta unidad ha presentado problemas de inundaciones y erosión en la rivera por el desbordamiento del río Meta, lo que ha causado daños en las instalaciones y ha obligado evacuar el puesto en varias ocasiones. 

Las instalaciones construidas por los Ingenieros militares de los EE.UU., eran en material prefabricado, que además de presentar deterioro prematuro, no ofrecía las mejores condiciones de seguridad y comodidad para las tropas, por lo que la Institución desarrollo nuevos proyectos de infraestructura para reemplazarlas por construcciones de material tradicional (cemento y ladrillo). 

PUESTO FLUVIAL AVANZADO Nº 82 – MAGANGUÉ (Bolívar) 

Mediante Disposición Nº 015 COARC del 23 de junio de 1994, se crea y se activa a partir del 15 de junio de 1994, el Puesto Fluvial Avanzado Nº 82 Magangué, como unidad orgánica y dependiente de la Primera Brigada de Infantería de Marina, con puesto de mando en la localidad de Yatí – Bolívar, aledaña a la ciudad de Magangué.

La activación de esta unidad, fue fundamental para consolidar la seguridad para la navegación fluvial por la principal arteria fluvial de Colombia, y para garantizar el transporte de hidrocarburos y una diversidad de mercancías desde y hacia el interior del País, que para comienzos de la década de los 90, sufrió una terrible ola de violencia, que obligó a la Infantería de Marina a embarcar una escuadra de Infantes del Batallón de Fusileros de I.M. Nº 3 y del Batallón de Fuerzas Especiales, en cada uno los remolcadores de las principales empresas transportadoras, en los cuales fue necesario construir trincheras con sacos terreros y otro materiales para hacer frente a los narcoterroristas que se empeñaban en impedir su navegación. 

Tras la activación del Puesto Fluvial Avanzado Nº 82, la responsabilidad por la seguridad los remolcadores que transportan hidrocarburos y productos relacionados, por el río Magdalena fue delegada al Comando de las Unidades Fluviales de I.M. logrando mayor eficiencia en el empleo del personal y los medios ya que se concentró la seguridad en los puntos críticos y se limitó el embarque de tropas a bordo de los remolcadores a la zona del Magdalena Medio. 

Varios Infantes de Marina, ofrendaron su vida en cumplimiento de esta noble causa y muchos resultaron heridos en los ataques que eran inminentes cada vez que una embarcación pasaba por los sitios críticos que se presentan en el trayecto Barrancabermeja – Cartagena, especialmente en el sector del Magdalena Medio. 

PUESTO FLUVIAL AVANZADO Nº 58 – MAVISO 

En el año de 1995, se reactiva el Puesto Fluvial Avanzado Nº 58 – Maviso (Guainía), el cual fue activado inicialmente el 7 de enero de 1981, mediante Directiva Nº 002 –CBPN-2-S-3-162, con el fin de ejercer la Soberanía Nacional en la frontera oriental de Colombia. Las instalaciones de esta unidad, se encuentran ubicadas en una “gran piedra” que forma una especie de isla surcada por el río Atabapo y una zona inundable y pantanosa que impide el desarrollo de las áreas y dependencias características de una unidad militar. 

Este Puesto fue reactivado con un pelotón de seguridad conformado por 01-06-36 (Infantes Regulares) y un Elemento de Combate Fluvial conformado por 01-05-19 (Infantes Profesionales), bajo el mando administrativo del Comando de las Unidades Fluviales de I.M. y fue desactivado en el año de 1999. 

ESTACIÓN NAVAL DE NUEVA ANTIOQUIA

En agosto de 1995, mediante Disposición 010 del Comando de la Armada de fecha 18 AGO/95, se crea y activa la Estación Naval de Nueva Antioquia (Vichada) ENNA, como unidad orgánica y dependiente del Comando de Infantería de Marina; a raíz de un ataque perpetrado por subversivos del ELN al Puesto Fluvial fronterizo de Cararabo, Venezuela unos meses antes; su primer comandante fue el entonces CTCIM. Sergio Serrano Álvarez, inicialmente se le asignó una unidad fluvial mayor de la Flotilla Fluvial del Oriente (ARC JULIO CORREA) y un elemento de combate fluvial del Comando de Unidades Fluviales. 

En abril de 1996, el Comando General decidió crear el Comando Unificado del Oriente con componentes de cada Fuerza, debido a los incidentes fronterizos ocasionados por los grupos guerrilleros colombianos contra unidades militares y ciudadanos venezolanos, lo que impulsó el desarrollo de la Estación Naval de Nueva Antioquia. 

En el año 1997, se le cambió la denominación pasando a llamarse Puesto Fluvial Avanzado Nº 88; durante este año, se construyó en la Unidad una cancha múltiple, la estación de radio, la caseta para planta eléctrica, 6 garitas reforzadas y el alojamiento para Suboficiales e Infantes de Marina, dentro de un gran proyecto de construcción para el Puesto, entregado parcialmente para su funcionamiento el 21 de noviembre de 1997. 

En junio de 1998 asume el Comando del Puesto Fluvial Avanzado Nº 88 el Señor CTCIM Cristian Solano Vargas, quien en septiembre del mismo año, sufre un accidente en un campo minado instalado para seguridad de las instalaciones y debiendo ser reemplazado por el Señor entonces CTCIM Jair Gómez Galván. Durante este período fueron construidos los dos tanques elevados para almacenamiento de agua. 

La construcción de las infraestructura de este Puesto demandó un gran esfuerzo debido a lo aislado de la región, pero se ha convertido en un excelente punto de apoyo y control para el desarrollo de las operaciones fluviales en la zona media del río Meta y para el ejercicio de la soberanía en una amplia zona de frontera con la república Bolivariana de Venezuela. 

CAPITULO III 

BATALLÓN FLUVIAL DE INFANTERÍA DE MARINA Nº 51 – BAFLIM51 (1997-1999)

En el año de 1997, mediante disposición 010 COARC del 30 de octubre de 1997, se creó y activó el Batallón Fluvial de I.M. Nº 51, unidad que tuvo como primer y único comandante al entonces TCCIM. FERNANDO ORTIZ POLANÍA. Este Batallón reemplazó al Comando de Unidades Fluviales y agrupaba a los siguientes puestos: Puesto Fluvial Avanzado Nº 80 – Guapí (Cáuca), Puesto Fluvial Avanzado Nº 81 – Yatí (Bolívar), Puesto Fluvial Avanzado Nº 82 – Puerto López (Meta), Puesto Fluvial Avanzado Nº 83 – Matuntugo (Antioquia), Puesto Fluvial Avanzado Nº 84 – Arauquita (Arauca), Puesto Fluvial Avanzado Nº 88 – Nueva Antioquia (Vichada), Puesto Fluvial Avanzado Nº 90 – Maviso (Guainía), Puesto Fluvial Avanzado Nº 92 – Inírida y Puesto Fluvial Avanzado Nº 94 – El Barrancón (Guaviare), así mismo a todos los elementos de combate fluvial existentes en el País. 

la organización tipo Batallón permitió implementar una plana mayor bien estructurada logrando mayor eficiencia y eficacia en el control y soporte administrativo de los Puestos Fluviales y Elementos de Combate Fluvial, se incrementó en entrenamiento, se mejoró ostensiblemente el nivel de alistamiento operacional y los resultados operacionales de los Elementos de Combate Fluvial. 

Para este año, se recibió una importante inyección de recursos para la creación de nuevos elementos de combate fluvial, con los cuales se adquirieron 60 botes tipo Caribe a la empresa Eduardoño, que ganó la licitación pública que se abrió para tal fin; estos botes se recibieron con motores fuera de borda Yamaha, que no dieron muy buenos resultados y con el tiempo fueron paulatinamente reemplazados por motores marca Johnson Evinrude, que ha sido la marca de motor estándar de los botes tipo piraña y anguila. 

Con los botes tipo Caribe se renovaron 3 ECF antiguos que aún quedaban pendientes por cambio de botes y se activaron 12 nuevos elementos de combate fluvial, alcanzando de esta manera a al finalizar la década de los 90 un total de 30 ECF modernos. 

Aunque el cambio de los botes de 13 y 17 pies por botes tácticos y botes de comando y control tipo Piraña significó un salto gigantesco en capacidades de los Elementos de Combate Fluvial, pronto se hizo evidente que estos botes por sí solos no llenaban los requisitos para desarrollar operaciones en profundidad, ni sostenidas en el tiempo, debido a su autonomía e infraestructura, por lo que cuando las circunstancias operacionales lo requieren se hace necesario conformar un Grupo de Combate Fluvial (GCF) integrado por dos elementos de combate fluvial, una lancha nodriza (patrullera de apoyo fluvial) y un grupo de asalto fluvial; con este esquema de maniobra se han realizado importantes operaciones fluviales que han permitido recuperar el control en apartadas regiones del País que los narcoterroristas habían tomado bajo su dominio y autoridad, aprovechando que por las dificultades geográficas y por las limitaciones de la Fuerza Pública y otras de Instituciones no existía una presencia notoria y activa del Estado. 

En 1999, teniendo en cuenta los ataque en masa de los grupos narcoterroristas, que habían arrojado la toma de algunas bases militares en diferentes regiones del País y dadas las condiciones geográficas del terreno donde se encontraba el Puesto Fluvial Avanzado Nº 90 – Maviso, que no permitían del desarrollo de una adecuada infraestructura para el incremento del pie de fuerza y para la construcción de un adecuado sistema de defensa, se tomó la decisión de levantar el mencionado puesto, fusionándolo con el Puesto Fluvial Avanzado Nº 92 – Inírida. 

CAPITULO IV 

BRIGADA FLUVIAL DE INFANTERÍA DE MARINA – BRIFLIM (1999 hasta la fecha) 

Para el año 1999 la Infantería de Marina contaba con 30 Elementos de Combate Fluvial modernos y tripulados con Infantes de Marina Voluntarios, además de 9 puestos Fluviales Avanzados, sobre los ríos Putumayo, Orinoco, Meta, Guaviare, Arauca, Inírida, Magdalena y Atrato agrupados bajo el mando del Batallón Fluvial de I.M. Nº 51; mientras que la Fuerza Naval Fluvial, continuaba con el manejo de las Unidades Fluviales Mayores, a través de las Flotillas Fluviales del Magdalena y del Oriente. 

En Junio de 1999, el Comando de la Armada para esa época en cabeza del señor Almirante SERGIO ENRIQUE GARCÍA TORRES, aprobó la ambiciosa y visionaria propuesta del Comando de Infantería de Marina liderada por el señor MGCIM. LUIS EDUARDO PEÑUELA ANZOLA, y ordenó crear y activar la Brigada Fluvial de Infantería de Marina a partir del 5 de agosto de 1999, mediante Disposición Nº 008 COARC del 02 junio de 2009, fusionando la Fuerza Naval Fluvial y el Batallón Fluvial de I.M. Nº 51, con el propósito de colocar bajo una sola bandera la dirección, organización y control de las embarcaciones pertenecientes a las antiguas Flotillas Fluviales del Magdalena y del Oriente y los elementos de combate fluvial que tenía la Infantería de Marina, asumiendo el mando operacional y buscando integrar a todas las Unidades Fluviales del País, bajo una misma doctrina y criterios que permitan innovar en la organización y en procedimientos para la ejecución de las Operaciones Fluviales. 

El Comando de la Brigada Fluvial de I.M. inició labores en las instalaciones donde funcionó el Batallón Fluvial de I.M. Nº 51 y posteriormente en el año 2000, se trasladó a unas nuevas instalaciones dentro de los predios del Batallón de Seguridad de Infantería de Marina.


La Brigada Fluvial de I.M. fue activada en Puerto Leguízamo (Putumayo) por el presidente Andrés Pastrana y el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, General Charles Wilhelm, donde asumió como primer comandante el señor CRCIM. JAVIER LEGUIZAMÓN CARRANZA. Inicialmente fue conformada por cinco batallones fluviales tripulados por aproximadamente 3.500 hombres, que corresponden a la siguiente denominación y organización: 

BAFLIM50: con puesto de mando en Turbo, Antioquia y con las siguientes unidades subalternas: PFA52 en Matuntugo y proyectado el PFA51 en Quibdó y un Grupo de Combate Fluvial en el Atrato. 

Se le asignó la responsabilidad fluvial sobre el río Atrato y sus afluentes. Este Batallón se inauguró el 3 de agosto de 1999, al mando del Señor TCCIM Nicolás Montenegro Montenegro. Se le asignó el Buque de Apoyo Fluvial ARC Guillermo Londoño, las PRF Monclart, Calamar y Caucayá y 3 ECF, con lo cual se inician operaciones ofensivas hasta Quibdó. 

BAFLIM60: con puesto de mando en Yatí, Bolívar; organizado con un GCF en Barrancabermeja, un GCF en Yatí, un GCF en el Canal del Dique y proyectado un GCF en San Marcos y un GCF en el río Cauca. Se le asignó la responsabilidad fluvial sobre los ríos Magdalena, Cauca, San Jorge y sus afluentes. 

Esta unidad se inició su funcionamiento en las instalaciones de la Flotilla Fluvial del Magdalena en Barrancabermeja, a partir del 4 de agosto de 1999. El primer Comandante del Batallón Fluvial Nº 60, fue el Señor Teniente Coronel de I.M. Fernando Plata Rozo, quien inició el traslado de la parte administrativa de la antigua Flotilla Fluvial del Magdalena de Barrancabermeja a Yatí; quedando finalmente el PFA61, en las instalaciones de la desactivada la Flotilla Fluvial del Magdalena. 

BAFLIM70: con puesto de mando en Puerto Carreño, Vichada; organizado con el PFA71 en Puerto López, el PFA73 en Nueva Antioquia, el PFA74 en Arauca y un GCF para los ríos Orinoco y Meta. Proyectado el PFA72 en Orocué. Se le asignó la responsabilidad fluvial sobre los ríos Meta, Arauca, parte Orinoco y sus afluentes. Esta unidad inició su funcionamiento en las instalaciones de la desactivada Flotilla Fluvial del Oriente. 

BAFLIM80: con puesto de mando en Puerto Inírida, Guainía; organizado con el PFA81 en San José del Guaviare, GCF en Inírida y proyectado el PFA82 en Barrancominas, PFA83 en Maviso, PFA84 en San Felipe. Se le asignó la responsabilidad fluvial sobre los ríos Guaviare, Inírida, Atabapo, Negro, parte del Orinoco y sus afluentes. 

BAFLIM90: con puesto de mando en Puerto Leguízamo, Putumayo; organizado con el PFA91 en Monclart, PFA92 en El Encanto, Amazonas, PFA93 en Tres Esquinas, Caquetá, GCF en Puerto Leguízamo, GCF en La Tagua y la Escuela de Combate Fluvial. Se le asignó la responsabilidad fluvial sobre los ríos Putumayo, Caquetá, Orteguaza, Caguán y sus afluentes. 

El 2 de junio de 2002, los Batallones Fluviales existentes, cambiaron de denominación mediante Resolución 0718-Ministerio de Defensa Nacional, 27 JUN/02 que aprueba la Disposición 027-CGFFMM- del 11 de junio de 2002 y esta a su vez aprueba la Disposición 008-COARC- del 10 de mayo de 2002, así: 

BAFLIM10 (BAFLIM40) – Guapí, Cauca 

BAFLIM20 (BAFLIM50) – Turbo, Antioquia; PFA21 (PFA51) en Matuntugo, Antioquia. 

BAFLIM30 (BAFLIM60) –Yatí, Bolívar; PFA31 (PFA61) en Barrancabermeja, Santander; PFA32 en Calamar, Bolívar – Proyectado; PFA33 en San Marcos, Sucre – Proyectado. 

BAFLIM40 (BAFLIM70) – Puerto Carreño; PFA41 (PFA71) en Puerto López, Meta; PFA42 (PFA73) en Nueva Antioquia, Vichada; PFA43 (PFA74) en Arauca. 

BAFLIM50 (BAFLIM80) – Puerto Inírida; PFA51 (PFA81) en El Barrancón, Guaviare; PFA52 en Barrancominas – Guaviare. 

BAFLIM60 (BAFLIM90) – Puerto Leguízamo; PFA61 (PFA91) en El Encanto, Amazonas; PFA62 (PFA92) en Tres Esquinas, Caquetá; PFA63 (PFA93) en La Tagua, Putumayo.

El 7 de julio de 2004, mediante Disposición Nº 006-CARMA-7 jul/2004, Artículo 3º se modifica parcialmente el Artículo Tercero de la Disposición Nº 008 del 10 de mayo de 2002, en el sentido de indicar que el Componente Naval (COMPNAV) dependencia de la Brigada Fluvial de Infantería de Marina bajo TOE 3-07-92, a partir de la fecha se denominará Departamento de Unidades Fluviales (DUF). 

Desde que se asumió el mando administrativo de los Elementos de Combate Fluvial, por parte de la Infantería de Marina, se logró además del desarrollo y organización de estas unidades, un incremento significativo en los resultados operacionales, debido a que a factores como: mayor grado de alistamiento, mejor capacitación y entrenamiento, mejor dotación y equipamiento, mayor eficiencia y efectividad en las operaciones, mejor manejo estadístico de la información, mayor sentido de pertenencia y espíritu combativo. 

Tras la activación de la Brigada Fluvial y al asumir mando operativo de todas las Unidades Fluviales del País, la Armada Nacional obtuvo un incremento vertiginoso en los resultados operacionales, por la nueva dinámica de las operaciones y por el control estadístico minucioso que se implementó en el Comando de la Brigada Fluvial mediante la Instalación del Sistema de Información Fluvial, el cual permitió que se contabilizaran detalladamente todos los datos obtenidos en el área de operaciones. 

Sin embargo el mando operacional de las Unidades Fluviales, en cabeza del Comando de la Brigada Fluvial, presentaba inconvenientes en cuanto a oportunidad, tramitología, dificultades de apreciación real y detallada de la situación operacional, vulnerabilidad en el manejo de la información clasificada, entre otros, lo cual conllevó a que a partir del año 2002, delegara el mando operacional de las Unidades Fluviales en cabeza de los Comandantes de las Unidades Operativas que tienen jurisdicción terrestre en las áreas de responsabilidad fluvial. 

CAPITULO V 

BRIGADA FLUVIAL DE INFANTERÍA DE MARINA Nº 2. – BRIFLIM2 (2004 hasta la fecha) 

La región pacifica recibe en su seno las unidades de Infantería de Marina a partir del mes de febrero de 1955 cuando el comando de la armada dispone el traslado de una compañía de Infantería de Marina a las instalaciones de la base Aérea Germán Olando ubicada frente a Buenaventura y mas conocida como Isla Naval. El comando de infantería de marina reorganiza sus unidades elaborando tablas de organización y equipo. En 1981 se activa el Batallón de Fusileros de I.M. Nº 2 (Bafim2) con puesto de mando en Tumaco. El Ministerio de Defensa mediante Resolución 015 del 28 julio 1989 dispuso la creación del Batallón de Fusileros de I.M. Nº 6 con puesto de mando en Bahía Solano – Choco.

Por el desarrollo propio de la institución, así como la inmensa importancia que ha tomado a nivel orbital la cuenca del Pacifico hacían necesaria la creación de una unidad operativa, con la capacidad e independencia para manejar, controlar y dirigir las operaciones de control del orden publico en tan vasta e importante región del País. Así fue como el alto mando ha tomado la acertada la decisión de activar la Segunda Brigada de Infantería de Marina, mediante D.T. Nº 043/94 CARMA – CIMAR junio 28/1994, unidad operativa menor, que tendrá el control de toda la jurisdicción terrestre de la Armada Nacional en los departamentos del Choco, Valle, Cauca y Nariño. La creación de la Segunda Brigada, implicara un mayor desarrollo de la infantería de marina en el occidente del país y por ende repercutirá en un mejor control del orden publico en tan vital región de Colombia. De allí la importancia de este nuevo paso que esta dando nuestro cuerpo de infantería de marina a puertas del siglo XXI, al cual ya se le denomina el siglo de la cuenca del pacifico. 

El 26 de febrero de 1995 mediante imponente ceremonia militar es activada en forma definitiva la Segunda Brigada de I.M. y como sede administrativa del comando se designan las instalaciones de la antigua Zona Franca (Buenaventura – Valle) desde donde se ejerce el control y el empleo de las unidades de Infantería de Marina en la Región del Pacifico Colombiano. 

La responsabilidad fluvial y terrestre de la infantería de marina, de la armada nacional, en el pacífico colombiano, se contabiliza desde el punto de la más alta marea, veinte kilómetros en profundidad desde límites con panamá hasta límites con la república del ecuador. los municipios que cuentan con la presencia permanente de la infantería de marina, en el pacífico, de norte a sur son: Juradó, Bahía Solano, Nuquí, Pizarro, Docordó; en el Chocó; Buenaventura en El Valle del Cauca, Timbiquí y Guapi en el Cauca, La Tola, Iscuandé, Mosquera, Satinga, Salahonda, El Charco y Tumaco en Nariño entre otros. 

A partir del 16 de diciembre de 2004, mediante Disposición Nº 021 COARC de fecha 16 DIC/04, en desarrollo de los planes de reestructuración de la Infantería de Marina, se le cambia la denominación de BRIM2, a Segunda Brigada Fuvial de Infantería de Marina y se reorganizan las unidades tácticas. 

La Brigada Fluvial de I.M. Nº 2 en la actualidad cuenta con 10 unidades tácticas todas ubicadas en el Litoral Pacifico Colombiano. 

Batallón de Asalto Fluvial de I.M. Nº 1 (Buenaventura – Valle) 

Batallón de Asalto Fluvial de I.M. Nº 3 (Bahía Solano – Choco) 

Batallón de Asalto Fluvial de I.M. Nº 5 (Bahía Solano – Choco) 

Batallón de Asalto Fluvial de I.M. Nº 4 (Bahía Málaga – Buenaventura) 

Batallón Fluvial de I.M. Nº 80 (Buenaventura – Valle) 

Batallón Fluvial de I.M. Nº 10 (Guapi – Cauca) 

Batallón Fluvial de I.M. Nº 70 (Tumaco – Nariño) 

Batallón de Comando y Apoyo de I.M. Nº 3 (Buenaventura – Valle) 

Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas Nº 2 (AFEUR2) Buenaventura – Valle 

Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (GAULA) Buenaventura – Valle. 

CAPITULO VI 

GRUPO DE TAREA FLUVIAL “OMEGA” – GTFO (2004 hasta la fecha)



BRIGADA FLUVIAL DE INFANTERÍA DE MARINA Nº 3. – BRIFLIM2  

Como contribución de la Armada Nacional a la conformación de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, creada por el Comando General de las Fuerzas Militares para desarrollar operaciones militares en los departamentos de Caquetá, Guaviare y Meta, se conformó el Grupo de Tarea Fluvial Omega mediante Disposición Nº 001 COARC del 16 de febrero/04, destinando y agregando las siguientes unidades a la mencionada Fuerza de Tarea Conjunta:

Unidad de Tarea Fluvial del Caquetá, conformada por El Puesto Fluvial Avanzado Nº 61 (La Tagua), 9 Elementos de Combate Fluvial del Batallón Fluvial de I.M. Nº 60 y las siguientes unidades a flote: ARC Filigonio Hichamón, ARC Mitú, ARC Tarapacá, 03 TBT y 02 Bongos. 

Unidad de Tarea Fluvial del Guaviare, conformada por el Puesto Fluvial Avanzado Nº 51 (San José del Guaviare), 3 Elementos de Combate Fluvial del Batallón Fluvial de I.M. Nº 50, un Elemento de Combate Fluvial del Batallón Fluvial de I.M. Nº 20 y un Elemento de Combate Fluvial del Batallón Fluvial de I.M. Nº 30, las siguientes unidades a flote: ARC Ariari y ARC Inírida. Un Batallón de Asalto Fluvial (BASFLIM2) 

BRIGADA FLUVIAL DE INFANTERÍA DE MARINA Nº 3 

Con el fin de fortalecer la capacidad operacional de la Armada Nacional en el sur del País, y negarle a los grupos narcoterroristas la oportunidad de reorganizarse para fortalecer sus estructuras y retomar su capacidad delictiva en esa región de la Patria, dando cumplimiento a los objetivos propuestos por el Gobierno Nacional dentro de la Política de Consolidación de la Seguridad Democrática, se creará y activará la Brigada Fluvial de I.M. No. 3, Batallón Fluvial de I.M. No. 90 y Batallón Fluvial de I.M. No. 100, cambiando de denominación el Grupo de Tarea Fluvial, Unidad de Tarea Fluvial del Caquetá, Unidad de Tarea Fluvial del Guaviare y agregando a esta nueva Unidad el Batallón Fluvial de I.M. No. 60 y el Batallón de Asalto Fluvial de I.M. Nº 2. 

La activación de esta nueva unidad se llevó a cabo el 12 de octubre de 2009, en ceremonia especial que ser realizó en Puerto Leguízamo, donde quedará el Puesto de Mando.


CAPITULO VII 

CONSTRUCCIÓN PATRULLERAS DE APOYO FLUVIAL – PAF

La necesidad de realizar operaciones fluviales de profundidad y sostenidas en el tiempo llevó a los ingenieros de la Armada Nacional a diseñar plataformas especializadas para brindar apoyo de logístico y apoyo de fuego a los elementos de combate fluvial. De esta forma en 1998 se da inicio a la construcción de la primera patrullera de apoyo fluvial y a la fecha ya se completan 8 buques de este tipo, en los Astilleros de la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial – COTECMAR. Con base en la experiencia, las pruebas de campo y los requerimientos del área de operaciones, COTECMAR ha adelantado un juicioso proceso de mejoramiento de estas unidades, por lo que se han clasificado por generaciones, así: 

ARC “CPCIM. Guillermo Londoño Vargas”, PAF de Primera Generación. 

Construida en abril de 2000, lleva su nombre en memoria del señor Cabo Primero de Infantería de Marina GUILLERMO LONDOÑO VARGAS (q.e.p.d.), quien ingresó a la Institución el 1 de enero de 1986, y se convirtió en héroe de la Patria al ofrendar su vida en desarrollo de una operación fluvial, cuando se desempeñaba como comandante de un bote del Elemento de Combate Fluvial 50-1, en un cruento ataque perpetrado por bandoleros pertenecientes al Ejército Movimiento Bolivariano y los Frentes VI, XLIV de autodenominadas FARC en el caserío Barranco Colorado, río Ariari, sector de Puerto Rico – Meta, el 19 de julio de 1991. Donde también falleció el Comandante del Elemento y un Infante de Marina Voluntario.


El ARC “CPCIM. Guillermo Londoño Vargas”, se encuentra operando actualmente en el río Atrato. 

ARC “SSCIM. Senén Alberto Araujo”, PAF de Primera Generación. 

Construida en octubre de 2000, lleva su nombre en memoria del señor Sargento Segundo de Infantería de Marina SENÉN ALBERTO ARAUJO BELLO (q.e.p.d.), quien el 21 de agosto de 1996, se convirtió en héroe de la Patria al ofrendar su vida durante el desarrollo de una operación de registro y control fluvial, en el río Vaupés, mientras se desempeñaba como comandante de un bote de ECF, cuando se adentró por un caño angosto del mencionado río, al ser atraído por un señuelo cayendo en una cruenta en una emboscada donde pierde la vida junto con la mayoría de la tripulación de su bote. 

El ARC “SSCIM. Senén Alberto Araujo”, se encuentra operando actualmente en el río Magdalena. 

ARC “TNCIM. Mario Alonso Villegas”, PAF de Segunda Generación – 2003.

Construida en mayo de 2004, lleva su nombre en memoria del señor Teniente de Navío de Infantería de Marina Mario Alonso Villegas (q.e.p.d.), quien se graduó como Subteniente en diciembre de 1997, realizar los cursos de Combate Fluvial, Contraguerrilla Rural, Rads, Antiterrorismo urbano, Jefe de Salto, Explorador y titularse como Comando Anfibio, pasó a integrar la agrupación de Fuerzas Antiterroristas Urbanas del Comando General de las Fuerzas Militares donde participó y desarrollo operaciones antiterroristas a lo largo y ancho del País. 

El 16 de Octubre de 2002, durante el desarrollo de la operación “Orión”, en la recuperación de la comuna 13 de Medellín, cayó herido de muerte por las balas asesinas del terrorismo. 

El ARC “”TNCIM. Mario Alonso Villegas”, se encuentra operando actualmente en el Pacífico Colombiano. 

ARC “TECIM Tony Enrique Pastrana Contreras”, PAF de Segunda Generación 

Construida en mayo de 2004, lleva su nombre en memoria del señor Teniente de Infantería de Marina Tony Enrique Pastrana Contreras (q.e.p.d.), quien luego de ser suboficial, ingresó a la escuela naval graduándose como Subteniente con todos los honores por ocupar el primer puesto de la promoción y continuando con una prometedora carrera que llena de reconocimientos por su destacado trabajo. 

El 29 de Agosto de 1.995, siendo Comandante de un Gil de Contraguerrillas del Batallón de Fusileros de Infantería de Marina No.5 en Corozal – Sucre; se encontraba disfrutando de cinco días de permiso, concedidos por el comandante de la unidad, por excelentes resultados operacionales, al enterarse del trágico hecho donde su Comandante de Batallón el señor Teniente Coronel Alfredo Persand Barnes (Q.E.P.D), había sido emboscado en el área general del Salado (Bolívar), se presentó voluntariamente y solicitó asumir el mando de la patrulla que realizaría la operación de rescate. 

Después de presentarse un cruento combate con los terroristas, al momento de acercarse al vehículo donde se encontraba el cuerpo sin vida del Coronel Persand, el TECIM Tony Enrique Pastrana Contreras (q.e.p.d.), fue alcanzado por una bala de un francotirador que le produjo la muerte. 

El ARC “TECIM Tony Enrique Pastrana Contreras”, se encuentra operando actualmente en el Río Putumayo, desde octubre de 2004. 

ARC “CTCIM Jorge Moreno Salazar”, PAF de Tercera Generación.

Construida en noviembre de 2004, lleva su nombre en memoria del señor Capitán de Infantería de Marina Jorge Moreno Salazar (q.e.p.d.), oriundo de Bogotá, quien se graduó como Subteniente de I.M. el primero de junio de 1991 y falleció el 2 de diciembre de 1997, en un enfrentamiento con terroristas del frente 37 de las FARC, en la vía que conduce de San Jacinto a la Estación Repetidora de Cerro Maco, a la altura del corregimiento El Naranjal, San Jacinto – Bolívar. El entonces Teniente de I.M. Jorge Moreno Salazar (q.e.p.d.), dirigía operaciones de restablecimiento del orden público quebrantado por los narcoterroristas que venían atentando contra la población civil y contra la infraestructura energética de la región. 

El ARC “CTCIM Jorge Moreno Salazar “, se encuentra operando actualmente en el Pacífico Colombiano. 

ARC ” TFEIM Juan Ricardo Oyola Vera” PAF de Tercera Generación. 

Construida en junio de 2007, lleva su nombre en memoria del señor TFEIM Juan Ricardo Oyola Vera, q.e.p.d., quien en desarrollo de la operación Jupiter en el área de responsabilidad del PFA-41, sector San Miguel, Meta, el 24 de junio de 2004, fue herido de gravedad cuando en Elemento de Combate Fluvial que comandaba, fue atacado por un grupo de autodefensas ilegales. En la maniobra de avance frontal hacia el enemigo, un proyectil alcanzó la humanidad del señor TFEIM Juan Ricardo Oyola Vera, por lo cual fue evacuado inicialmente a Yopal y posteriormente al Hospital Militar Central, donde una semana después, entrega su alma al supremo Creador. 

El ARC “TFEIM Juan Ricardo Oyola Vera”, se encuentra operando actualmente en el Pacífico Colombiano. 

ARC “TECIM Freddy Alexander Pérez Rodríguez”, PAF de Tercera Generación. 

Construida en marzo de 2009, lleva su nombre en memoria del señor Teniente de Infantería de Marina FREDY ALEXANDER PÉREZ RODRIGUEZ (q.e.p.d.), quien desarrolló un corta pero una exitosa carrera en la Institución, graduándose como Cabo Tercero de Marina en el año 2003 y como Subteniente de Infantería de Marina en junio de 2006, luego de adelantar el curso extraordinario para Oficiales de I.M. Nº 71. El señor FREDY ALEXANDER PÉREZ RODRIGUEZ (q.e.p.d.), a los 26 años de edad, se encontraba trasladado al Batallón Fluvial de I.M. Nº 70 (Tumaco) y en desarrollo de una operación en el sector de Palambí, área general del río Chaguí, departamento de Nariño, cuando se convirtió en héroe de la Patria al ofrendar su vida mientras luchaba por romper el boqueo impuesto a la región por narcoterroristas del frente 29 de las FARC. 

El ARC “TECIM Freddy Alexander Pérez Rodríguez”, se encuentra operando actualmente en el Pacífico Colombiano. 

ARC “TECIM Eddic Cristian Reyes Holguín”, de Tercera Generación. 

Construida en marzo de 2009, lleva su nombre en memoria del señor Teniente de Infantería de Marina EDDIC CRISTIAN REYES HOLGUÍN (q.e.p.d.), se graduó como Subteniente de Infantería de Marina en diciembre de 1997 y a los 25 años de edad, cuando se desempeñaba como Segundo Comandante del Puesto Avanzado de Bahía Solano – Chocó, 12 de diciembre de 1999, se convirtió en héroe de la Patria al ofrendar su vida mientras luchaba por proteger a sus hombre y a la población durante el cruento ataque perpetrado por narcoterroristas del frente 57 de las FARC al mencionado Puesto. 

El ARC “TECIM Eddic Cristian Reyes Holguín”, se encuentra operando actualmente en el río Putumayo, desde agosto de 2009. 

CAPITULO VIII 

PRINCIPALES LOGROS DURANTE LAS DOS ÚLTIMAS DÉCADAS 

EN LA CUENCA DEL ATRATO 

Se logró retomar el control del orden público en la cuenca del río Atrato, donde se presentaba un altísimo índice de acciones delictivas por parte de grupos narcoterroristas, que perpetraron una gran cantidad de masacres, secuestros, extorsiones, toma de poblaciones, etc. generando desplazamientos masivos. La acción de las unidades fluviales contribuyó significativamente a reactivar la navegación, la creación de empresas madereras, el cultivo de la palma africana, el empleo, con lo cual se ha mejorado la calidad de vida de la población ribereña; así mismo, se ha logrado neutralizar los corredores de movilidad del enemigo por el Pacífico y el Atlántico hacia el interior del País y se ha disminuido el accionar terrorista de los grupos al margen de la ley. 

La neutralización de las acciones terroristas, el desarrollo de acciones cívico-navales en las poblaciones ribereñas y el regreso de varias comunidades desplazadas a su entorno habitual, son otros aspectos que se destacan dentro de las actividades del BAFLIM20. 

EN LA CUENCA DEL MAGDALENA 

La reducción del hurto de combustible nafta que se presentaba en el poliducto de Ecopetrol en cantidades aproximadas de 3.600 galones mensuales, logrando la captura de un gran número de implicados por este delito, que a demás de las pérdidas ocasionadas a la empresa petrolera, venían causando daños irreparables al medio ambiente; la flora y la fauna de la región sufrieron los estragos de la acción de los delincuentes. 

Operación en la Esmeralda. 

El día 22 de febrero de 2000 el ECF60-4, sostuvo combates con miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), quienes habían realizado masacres en los municipios de ovejas (sucre) y el salado (Bolívar); los combates se llevaron a cabo en inmediaciones de la finca La Esmeralda, municipio de Zambrano (Bolívar). 

Durante esta operación militar, fueron dados de baja 02 bandoleros, 11 capturados, y se decomisó abundante material de guerra, intendencia, comunicaciones, transportes y documentación de interés para la inteligencia militar. 

Este resultado fue muy importante para la Infantería de Marina, ya que sirvió para demostrar que la institución desarrolla actúa de manera imparcial e indiscriminada contra los agentes generadores de violencia, en momento que se cuestionaba la actuación de los Infantes de Marina por las masacres de El Chengue y El Salado. 

EN LA CUENCA DEL GUAVIARE 

Ataque a Inírida. 

Se impidió la toma guerrillera a la Capital del Departamento del Guainía, que pretendía realizar el Sujeto Alias “Negro Acacio”, el 17 de noviembre de 1999, cuando dirigió un cruento ataque con narcoterroristas de los frentes 16 y 44, la Minibloque Móvil Nº 2 y la compañía móvil Juan José Rondón de la ONT FARC, contra el Batallón Fluvial y demás unidades militares destacadas en la población. Los Infantes de Marina del Batallón Fluvial de I.M. Nº 50, mediante una férrea defensa y contraataque lograron propinarle una contundente derrota a las mencionadas estructuras guerrilleras, causándole una considerable cantidad de bajas, lo que además permitió desmoralizar y debilitar en buena medida la estructura delictiva establecida en la región. 

Para esa fecha se desempeñaba como Comandante el Señor TCCIM Hernando Calderón Barajas, Segundo Comandante el Señor MYCIM Klaus Roberts Gutiérrez Rojas y como Oficial de operaciones se encontraba el Señor Capitán Luis Miguel Cote. 

En esta acción se demostró el alto grado de entrenamiento de las tropas, que permitió una reacción rápida y oportuna, contrarrestando acción de masa del enemigo, asimismo el valor y espíritu de combate para impedir que el enemigo llevara a cabo sus propósitos y la disciplina de fuego que permitió sostener combates por espacio de 4 días. También cabe destacar el eficaz y oportuno apoyo de la Fuerza Aérea Colombiana, que ayudó a reducir capacidad ofensiva del enemigo. 

En este ataque perdió la vida el Cabo Segundo de Infantería de Marina RUBEN DARÍO DÍAZ OSORIO, quien fue alcanzado por un proyectil en un costado de su humanidad por donde el chaleco salvavidas antibalas no brinda protección. 

Operación Serpentina – Control Área Barrancominas. 

En desarrollo de la Operación “Serpentina”, se estableció primera vez el dispositivo fluvial en el área de Barrancominas que se encontraba bajo el dominio de la ONT FARC, a donde llegó un Grupo de Combate Fluvial al mando del entonces TCCIM. HÉCTOR PACHÓN CAÑÓN, iniciando una serie de operaciones fluviales conjuntas con el Ejército Nacional, que permitieron la neutralización de un gran número de narcoterroristas, el decomiso gran cantidad de material de guerra, la incautación de toneladas de insumos para el procesamiento de narcóticos y la destrucción de varios cultivos y laboratorios para el procesamiento de cocaína, con lo que se logró recuperar el control y la seguridad en el corregimiento de Barrancominas, donde posteriormente se estableció el Puesto Fluvial Avanzado Nº 52. 

EN EL SUR DEL PAÍS.


Operación Coraza – Río Caquetá

Dentro de las estrategias contra el narcoterrorismo, el Gobierno Nacional creo la FTCS, con puesto de mando en Tres Esquinas – Caquetá, la cual requiere para sus operaciones ampliar la pista de aterrizaje y construir una rampa para helicópteros. Para desarrollar estos trabajos fue necesario transportar alrededor de 7.000 toneladas de materiales y maquinaria. Esta unidad es la punta de lanza para combatir el narcoterrorismo en el sur del País, por lo que la ONT FARC, trataría a toda costa de obstaculizar y retrasar el desarrollo de las obras. 

Al Grupo de Combate Fluvial del PFA93, se le asignó la misión brindar la seguridad para el transporte de la maquinaria y el material de construcción para la adecuación de la pista de aterrizaje de la base militar de Tres Esquinas, para lo cual se incrementaron las operaciones de vigilancia, interdicción y seguridad en la vía fluvial Tres Esquinas – Solita sobre los ríos Orteguaza y Caquetá. 

El 30 de julio de 2000, narcoterroristas de las cuadrillas 15 Y 49 emboscan al convoy que transportaba 305 toneladas de material, escoltado por el Grupo de Combate Fluvial, que reacciona en forma inmediata y contundente y recibe apoyo aéreo oportuno, logrando contrarrestar la emboscada y causando entre 20 y 40 de bajas al enemigo. Como novedades en las propias tropas resultaron heridos dos infantes y algunos daños menores en los botes. 

CAPITULO IX 

ALGUNAS SITUACIONES DESFAVORABLES. 

Río Atrato – Emboscada en Bocas de Murí 

El día 06 ABR/00, en el área general de Bocas del Murri (Antioquia) las cuadrillas 34 y 57 del bloque nor-occidental ont-farc, aprovechando las condiciones del terreno prepararon una emboscada no tradicional con gran concentración de fuego y atacaron con armas largas y de acompañamiento al grupo de combate fluvial del Atrato, cuando se encontraba desarrollando operaciones conjuntas con tropas de la Primera División del Ejército. 

En esta ocasión el Grupo de Combate Fluvial fue objeto una cruenta, en un trayecto de aproximadamente 4 Kms en el sector de las bocas del río Murrí, un numeroso grupo de delincuentes del Bloque Noroccidental de las ONT-FARC, desde trincheras construidas en ambas orillas del río concentraron su poder de fuego contra los dos Elementos de Combate Fluvial y el buque nodriza ARC GUILLERMO LONDOÑO VARGAS. 

Como resultado fueron asesinados tres infantes de marina, heridos un oficial, cuatro suboficiales y trece infantes de marina, asimismo se presentaron en las unidades y el material de guerra con la consiguiente disminución de la movilidad táctica fluvial y la capacidad de combate. 

En esta situación se observó el adecuado entrenamiento de los combatientes fluviales permitiendo los reemplazos necesarios durante el combate y se contó con la excelente reacción del buque nodriza “ARC Guillermo Londoño”, que aplicó con eficacia y eficiencia sus capacidades de diseño, confirmando su efectividad y resistencia al soportar 335 impactos de proyectiles, incluyendo 04 impactos con gradas de 40mm, pero también se pudieron apreciar sus debilidades especialmente en cuanto blindaje, dinámica, automatización de tiro, maniobrabilidad y protección tanto para las tropas que se transportan abordo y para los artilleros, lo cual permitió que se implementaran grandes mejoras en la nuevas generaciones de este tipo de Unidades. 

Asimismo se contó con el apoyo aéreo oportuno que ayudó a debilitar la capacidad de combate del enemigo y permitió la evacuación oportuna de los heridos. 

Río Atrato – Masacre Bojayá 

El día 02 de mayo de 2002, se presenta en Bojayá la masacre de 119 personas a durante un enfrentamiento entre grupos de autodefensas ilegales y el Frente LVII de la ONT FARC, al caer un cilindro bomba en la iglesia de Bellavista (Bojayá), donde se encontraba refugiada la población por temor a los enfrentamientos. Ante esta situación se presenta un desplazamiento masivo de la población, que abandona sus propiedades y huye hacia Riosucio y Quibdo, quedando el pueblo totalmente desolado. 

Al momento de los hechos un Grupo de Combate Fluvial del BAFLIM20, al mando del señor entonces TFEIM PEÑA ORTIZ GERMAN, se encontraba desarrollando operaciones en el área general de Riosucio (bajo Atrato), el cual de inmediato procedió a desplazarse el lugar de los hechos. 

Durante el desplazamiento, el Grupo de Combate Fluvial Atrato fue atacado por narcoterroristas del Bloque Noroccidental de las ONT FARC, en diferentes lugares como la desembocadura del Caño el Limón, donde resultó herido el TFEIM PEÑA ORTIZ GERMAN y dos Infantes Voluntarios, Vigía de Curvaradó, bocas de Napipí y Vigía de Fuerte. 

El día 07 de mayo/02, el grupo de combate fluvial aseguró el área y desembarcó el personal del Ejército y del Grupo de Asalto Fluvial 50-3, quienes consolidaron la zona, para el desembarco helicoportado, de tropas del Batallón Manosalva, provenientes de Quibdo-Choco, que terminaron de restablecer el orden público en el municipio. 

Rio Meta – Muerte de Ganadero en el Área de Nueva Antioquia. 

Pocos meses después de activada la ENNA, pasó por el retén fluvial que se ubica frente a la unidad, el ganadero Jairo Agudelo, de 43 años quien viajaba a bordo de una canoa en compañía de los señores Moisés Muñoz y Luis Vargas, en el retén se encontraba el sargento segundo William Abarca, quien verificó que el mencionado ganadero llevaba aproximadamente 24 millones de pesos y de acuerdo a las investigaciones ordenó a 3 Infantes que alcanzaran la canoa y le quitaran el dinero, por lo que a pocos kilómetros de la unidad los tres ocupantes de la canoa fueron interceptados y conducidos hasta un islote donde aparecieron enterrados días después con disparos de fusil en la cabeza. 

Tiempo después, cuando el mencionado sargento y los infantes implicados salieron de permiso a Puerto Carreño, despertaron sospechas porque adquirieron motocicletas, joyas, electrodomésticos y derrocharon dinero en forma inusual; lo que motivó las investigaciones que llevaron a establecer que habían sido los artífices el triple crimen, por el cual fueron condenados a la pena conjunta de 120 años de prisión. 

Rio Vaupés – Operaciones Área Miraflores (Guaviare).

Ante el auge del narcotráfico en el área general de Miraflores – Guaviare, en el año 1996, se presentó la necesidad de apoyar las operaciones del Ejercito Nacional en dicha región, ejerciendo control fluvial el alto Vaupés y sus afluentes, para lo cual fue necesario transportar los botes de un Elemento de Combate Fluvial desde San José del Guaviare hasta Miraflores, izados en helicóptero mediante una cuidadosa operación que se realizaba por primera vez en Colombia, con los botes tipo piraña. 

Las operaciones del Elemento de Combate Fluvial en Miraflores, arrojaron resultados excelentes, propinando cuantiosos golpes a las organizaciones dedicadas a la producción y tráfico de estupefacientes, sin embargo transcurrido un tiempo por exceso de confianza y mal procedimiento operacional, el ECF, sufrió uno de los más duros golpes en la historia de estas unidades. Durante el desarrollo de una operación de registro y control fluvial el 21 de agosto de 1996, uno de los botes del ECF, se adentra por un caño angosto del río Vaupés, atraído por un señuelo y cae en una emboscada donde pierde la vida el Comandante del Bote SSCIM. SENEN ALBERTO ARAUJO BELLO q.e.p.d, y toda la tripulación, con excepción del Infante de Marina Profesional DIEGO DUQUEREZANA, quien a pesar de resultar gravemente herido, se salvó milagrosamente al ser expulsado de bote por una de las explosiones dirigidas contra la unidad. El bote fue completamente destruido y se perdió la totalidad del armamento y equipo de dotación. 

Rio Caquetá – Perdida del Armamento de un Bote en la Tagua. 

En el año 1998, cuando se encontraba un Elemento de Combate Fluvial atracado en el muelle del Puesto Fluvial Avanzado de la Tagua, durante las horas de la noche, en forma inexplicable desaparece un bote completamente artillado, notándose su ausencia a las primeras horas del día siguiente, por lo cual emprendió la busque aguas abajo donde finalmente fue hallado el casco con los motores pero sin el armamento ni los equipos de comunicaciones. 

Las investigaciones realizadas ante esta novedad permitieron establecer que el bote fue soltado del muelle en forma intencional por un Infante de Marina Profesional. Fuente: