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martes, 7 de agosto de 2018
lunes, 23 de julio de 2018
Traslado de Batallones
Los batallones militares son grandes piezas urbanas que con el paso del tiempo han sido absorbidas por el desarrollo y crecimiento de las ciudades. Por esta razón, el Ministerio de Defensa, junto a la Agencia Nacional Inmobiliaria y algunas de las administraciones locales, han emprendido proyectos que permitan el traslado de este tipo de instalaciones, buscando modernizar la infraestructura militar, optimizar su localización estratégica y contribuir al mejoramiento de la movilidad y del espacio público en las ciudades.
Traslado Cantón El Paraíso – Barranquilla
Este proyecto tiene dos propósitos: mejorar la infraestructura del Cantón Militar El Paraíso, mediante su reubicación a una locación más estratégica y adelantar un proyecto de renovación urbana en el terreno que actualmente ocupa dicha instalación militar que viabilice su traslado, destinando 34 hectáreas a vías, parques y zonas verdes para el disfrute ciudadano, y 17 a otros usos como vivienda, comercio y servicios complementarios.
Para materializar dicha iniciativa el 22 de julio de 2016, la Agencia suscribió un convenio interadministrativo con el Ministerio de Defensa Nacional, el Distrito Especial, Industrial y Portuario de Barranquilla y la Empresa de Desarrollo Urbano de Barranquilla – EDUBAR.
En desarrollo de dicho convenio, la Agencia asesora al Ministerio de Defensa en la estructuración y formulación del proyecto de renovación urbana que se adelantará en el predio actualmente ocupado por el Cantón Militar El Paraíso buscando condiciones óptimas que viabilicen el traslado de dicha instalación militar.
Justificación del proyecto:
El componente de reubicación de la instalación militar busca modernizar la infraestructura requerida para optimizar la prestación del servicio de seguridad y defensa en el departamento del Atlántico.
A su turno, el componente de renovación urbana tiene como propósito mejorar las condiciones de movilidad de la ciudad, ncrementar el espacio público y aumentar la oferta en materia de vivienda, comercio y servicios complementarios.
Localización del componente de renovación urbana del proyecto:
El componente de renovación urbana del proyecto se desarrollará en el predio actualmente ocupado por el Cantón Militar El Paraíso, localizado en la carrera 68 con calle 79 en la ciudad de Barranquilla. Su predio está desde la carrera 58 hasta la 82 y entre la calle 77 y 79.
El componente de reubicación de la instalación militar se adelantará en un nuevo predio que reúna las características técnicas y de seguridad definidas por el Ministerio de Defensa y que albergue a cerca de 1.875 integrantes de FF.AA.
- Gestión
A la fecha el Ministerio de Defensa y la Agencia han avanzado en la definición de las áreas y las especificaciones técnicas requeridas para la nueva instalación militar, así como en la identificación de las características y condiciones que debe reunir el inmueble requerido para el traslado del Cantón El Paraíso. Por otro lado, el Distrito de Barranquilla ha avanzado en la formulación del instrumento de planificación urbanística requerido para la ejecución del componente de renovación urbana del proyecto.
Traslado Batallón Batalla de Boyacá – Pasto
En este proyecto además del Ministerio de Defensa y la Agencia Nacional Inmobiliaria, también participa el Municipio de Pasto Nariño. El objetivo principal es reunir esfuerzos de las tres partes para identificar los elementos necesarios para la estructuración y ejecución de un proyecto inmobiliario en los predios que actualmente ocupa el Batallón que permitan su reubicación en condiciones óptimas.
Justificación del proyecto
Las condiciones de seguridad y defensa del estado han exigido concentrar un mayor número de unidades militares de las destinadas inicialmente al Batallón Batalla de Boyacá, el cual adicionalmente presenta problemas de obsolescencia en su infraestructura que requieren su modernización y ampliación.
Los predios en los que está ubicada dicha instalación militar tienen una localización estratégica, cuyo aprovechamiento urbanístico podría optimizar las condiciones de movilidad para el acceso al centro de la ciudad, así como mejorar el número de metros cuadrados por habitante destinado a espacio público e incrementar la oferta en materia de comercio, vivienda y servicios complementarios.
Gestión
Para la ejecución de este proyecto se adelantó un estudio de valoración arquitectónica de las instalaciones del Batallón Batalla de Boyacá y un análisis de prefactibilidad de esta iniciativa. De igual forma, la entidad ha acompañado al Ministerio de Defensa Nacional en la identificación de las características y condiciones técnicas y de seguridad que debe reunir el inmueble donde se reubicará dicha instalación militar.
martes, 27 de marzo de 2018
domingo, 4 de marzo de 2018
La gran estafa que salpica al Comando General de las Fuerzas Militares
Una investigación interna corroboró un millonario desvío de dinero en el Comando General de las Fuerzas Militares. Y el tema apenas comienza. Exclusivo SEMANA.
En diciembre del año pasado SEMANA reveló que en el Comando General de las Fuerzas Militares (CGFM), que es la punta de la pirámide de la fuerza pública, suboficiales y oficiales habrían desviado millonarios recursos de gastos reservados para fines personales y para engrosar sus bolsillos.
Tras esa denuncia, el nuevo comandante de las Fuerzas Militares, el general Alberto Mejía, respaldado por el ministro de Defensa Luis Carlos Villegas y el presidente Juan Manuel Santos, ordenó una investigación a fondo para determinar la dimensión del problema. Asumieron la tarea la Inspección del GCFM y los mejores hombres del Batallón de Contrainteligencia del Ejército, una unidad reformada que entró en operación hace dos años como parte de la política de transformación militar y transparencia.
Después de varios meses de pesquisas, los investigadores plasmaron sus conclusiones en un documento sencillamente indignante. Entre 2012 y hasta mediados de 2017 varios oficiales y funcionarios dieron malos manejos a los recursos. Dineros de la Nación destinados para pagar a informantes terminaron desviados. La investigación preliminar señala que hasta 1.000 millones de pesos cada dos meses cayeron en manos de varios oficiales.
Durante algunas semanas los investigadores entrevistaron a medio centenar de integrantes del CGFM. Cerca de diez de ellos que estaban directamente involucrados terminaron por confesar y contaron cómo se perdieron esos recursos y cómo muchos de ellos directamente entregaban a sus superiores inmediatos sumas en efectivo.
Actuaban de una forma sencilla y efectiva: inventaban fuentes a las que había que pagarles por supuestas informaciones. Entre los casos está el de un capitán que en sus informes afirmaba que mientras viajaba a diferentes regiones del país, había conocido a una hija de un supuesto militar de un país vecino. El uniformado dijo que la había reclutado y de esa forma había logrado que entregara información sobre la frontera. A cambio había que girarle una alta suma de dinero mensual. Quienes eran sus jefes en ese momento aprobaron su ‘misión’ y el dinero quedaba en sus bolsillos cada 30 días.
El capitán presentaba unos informes falsos con los datos confidenciales que supuestamente le suministraba esa ‘fuente’. La reciente investigación descubrió que todo era una farsa, y la fuente sencillamente nunca existió. Por otra parte, los informes estaban basados en datos e información hábilmente obtenida en internet.
Este es tan solo uno de los muchos casos que la Inspección del CGFM y Contrainteligencia del Ejército documentaron recientemente. También encontraron escritos firmados por supuestos informantes de un país vecino. Al realizar los cotejos descubrieron que los nombres y las firmas efectivamente correspondían a ciudadanos de allá a quienes les hacían firmar y poner su huella en documentos en blanco a cambio de unos pocos pesos.
Los complotados posteriormente presentaban esos papeles al CGFM con declaraciones por las que había que pagar varios millones de pesos. Y las valiosas informaciones, una vez más, provenían de internet. Una vez el Comando desembolsaba el dinero, los uniformados, incluidos varios oficiales, se lo repartían.
Pero ese no era el único esquema de corrupción. Esos mismos oficiales exigían a los comandantes de unidades de inteligencia, con nombres claves como Espinal y Neiva, acudir a esos métodos como una especie de cuota que debían cumplir cada mes en beneficio de sus superiores.
En 2015 y 2016 varios suboficiales denunciaron esto y en repetidas oportunidades presentaron informes dirigidos a sus jefes inmediatos en el CGFM. Pero en respuesta por su actitud de denunciar la corrupción, estos no tenían inconveniente en castigarlos con traslados a las regiones más apartadas del país. No menos sorprendente es que varias auditorías internas detectaron las irregularidades, pero nunca adelantaron las investigaciones correspondientes.
Una decena de oficiales y suboficiales consiguieron por esta vía grandes capitales y lujosos bienes, muchos de los cuales están a nombre de familiares y testaferros. Por orden del ministro de Defensa, la Inspección y Contrainteligencia del Ejército pondrán estos primeros hallazgos en conocimiento de la Fiscalía y la Procuraduría. Aunque el caso demuestra una capacidad de depuración institucional, ahora falta que los organismos de control castiguen a los responsables de esta enorme e indignante estafa.
viernes, 17 de noviembre de 2017
jueves, 31 de agosto de 2017
martes, 22 de agosto de 2017
El salto estratégico del Ejército Nacional de Colombia entre 1998 y 2003

Al inicio de este período las Fuerzas Militares colombianas hicieron una revisión objetiva sobre las causas de los reveses operacionales que se habían presentado en la lucha contra los grupos armados ilegales y las estructuras al servicio del narcotráfico, los cuales habían generado pérdidas de vidas humanas, secuestros y demás fenómenos de violencia que impactaron significativamente en la población civil y los uniformados.
Lo anterior derivó en el inicio de una transformación estratégica y táctica en el Ejército Nacional, la cual se complementó con los recursos provenientes del Plan Colombia1. De esta forma se logró el fortalecimiento de la Fuerza para combatir a los grupos al margen de la ley. Adicionalmente, se replanteó el despliegue de las operaciones para revertir la situación que había primado a partir de 1996. En consecuencia, para el año de 1999 comienza a darse un salto en la forma de combatir el despliegue de las Farc en el territorio colombiano. La primera manifestación de este cambio estratégico se representó en la Operación Independencia, que sirvió para contrarrestar el avance de las Farc, especialmente en el departamento del Huila.
Producto de esta nueva fase de transformación se destaca la creación de la Brigada Contra el Narcotráfico, que tuvo como principal tarea apoyar la erradicación de cultivos ilícitos y detener la expansión del narcotráfico en las diferentes regiones del país. Esta Unidad fue ampliando su radio de acción y empezó a actuar de manera descentralizada, lo cual le permitió tener coordinación con las demás Unidades de la Fuerza.
Por otro lado, durante la «zona de distensión», el Ejército Nacional dispuso de todo su tanque de pensamiento para modernizar y replantear la estrategia frente a los nuevos retos que el contexto imponía. Esto significó el aumento en la capacidad de combate frente a los ataques por parte de la guerrilla. Para el año 2001, ya la Institución contaba con más Unidades móviles, y con una estrategia proyectada a los requerimientos demandados por las instituciones y la sociedad civil. También se vieron cambios en la estrategia que permitió integrar y dar movilidad a los soldados en el campo operacional. Esto quiere decir que pasaron de estar en pequeñas bases a integrar Unidades como la Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra).
En el período 1998-2001, las Fuerzas Militares actuaron de forma constante a través de su ofensiva, asimilando las lecciones aprendidas producto de las tomas guerrilleras en años anteriores. En este lapso, el Ejército Nacional pasó de contar con ocho brigadas a diecisiete brigadas móviles, lo que le facilitó ir a la ofensiva.
Para el 20 de febrero de 2002 se disuelve la Zona de Distensión y las Fuerzas Militares inician su retoma, hecho que permitió demostrar la capacidad de movilidad y de organización de la Institución. Así mismo, este fue el punto de quiebre que dio inicio al debilitamiento de las Farc.
Finalmente, la transformación de la Fuerza se consolidó con el diseño del Plan Patriota, que identificó áreas clave en Cundinamarca, sur de Boyacá y parte de Meta y Casanare, desde donde se pretendía estructurar un cerco para contrarrestar la ofensiva con la cual las Farc buscaba tomarse Bogotá. Esta intención por parte de las Farc no llegó a su objetivo, pues el Plan Patriota en su primera parte desarrolló una Operación que se denominó Libertad 1, la cual, gracias a su efectividad y buen planeamiento, neutralizó la toma de la capital. El éxito de esta iniciativa estratégica dio paso a la Operación Libertad 2, que demostró la capacidad de obstaculizar la movilidad de la guerrilla para dotar de víveres y alimentos a los frentes que se encontraban en el campo de combate.

Con este proceso de cambio en las Fuerzas Militares se adquirieron capacidades que fueron asumidas por cada integrante del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada Nacional, lo que generó la fortaleza para neutralizar los planes diseñados por las guerrillas para la toma del poder por la vía de las armas. Del período 1999-2003 se pueden destacar varios aspectos positivos que sirvieron de columna vertebral al éxito de las operaciones, como el fortalecimiento de las brigadas móviles y batallones de contraguerrillas; la creación de los batallones de Alta Montaña y de Planes Especiales Energéticos y Viales, entre muchas otras iniciativas.
Todo lo anterior permitió cortar los corredores de movilidad a las estructuras de los grupos armados ilegales, y con el acompañamiento de la Aviación, de Inteligencia Técnica y de los grupos Gaula se les fue reduciendo la capacidad de hacer daño e intimidar a la población civil, lo que llevó a un alto índice de desmovilizaciones individuales, con esto se cambió la sensación de seguridad de un país que se creía, hasta ese momento, inviable.
De igual forma, de este período es importante destacar el papel que jugó la estructura del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares, la cual sirvió de guía para reorganizar los Estados Mayores de cada una de las Fuerzas. Como resultado se obtuvo una mayor capacidad en la toma de decisiones en tiempo real, así como las actuaciones descentralizadas, pero coordinadas en las regiones, a fin de contrarrestar la amenaza particular de cada Unidad Operativa Mayor, Menor o Táctica.
Con esta reorganización o, como algunos especialistas denominaron en esa época, reingeniería, se lograron reducir las debilidades que había al operar de manera independiente, y así, coordinadamente, se crearon Unidades Conjuntas entre las Fuerzas Militares y planes conjuntos y coordinados con la Policía Nacional.
Esto condujo a la neutralización de los grupos armados al margen de la ley, Farc, Eln, Epl y Auc, entre otros, los cuales estaban desestabilizando la seguridad del país desde el área económica, política y social. También se destaca el fortalecimiento de la Aviación del Ejército Nacional, la cual garantizó mantener operaciones en profundidad, así como atacar las áreas base de los grupos armados, y, lo más importante, pasar de lo diurno a lo nocturno, para neutralizar los asaltos que las Farc realizaban a las poblaciones, lo que generaba un punto de quiebre en las acciones de ese grupo especialmente.
Por último, a finales del año 2003, el éxito de las operaciones permitió ocupar las áreas donde antiguamente los grupos al margen de la ley hacían presencia. Allí se consiguió la fractura de muchas columnas guerrilleras. Con este logro, las Fuerzas Militares pudieron despejar el camino para la entrada de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega en las selvas de Guaviare, Meta, Caquetá, Putumayo y Amazonas. A partir de esta ofensiva se dio inicio a la Operación JM en el año 2004, la cual tenía como objetivo final capturar a los principales líderes de las Farc, y, aunque esto no se alcanzó completamente, las Fuerzas consiguieron recuperar gran parte de los territorios del Guaviare, a la vez que fortalecían la presencia del Estado en ese departamento y reducían la tasa de homicidios, secuestros y desplazamiento forzado (Vicepresidencia de la República, 2005).
viernes, 21 de julio de 2017
domingo, 21 de mayo de 2017
La heroica y silenciosa muerte del sargento Copete
Esta es la historia del militar que se infiltró en la guardia personal del narco ‘Megateo’.

Le rompieron los huesos de las manos, los dientes, le destrozaron la mandíbula y los pómulos. Después de una tortura lenta, lo acribillaron a balazos: treinta y tres disparos entre el tórax y el abdomen. Y para que nadie de su entorno tuviera duda de hasta dónde podía llegar su sevicia con los infiltrados, Víctor Ramón Navarro Serrano, ‘Megateo’, grabó el macabro episodio completo.
Nirida Bejarano vio solo la primera parte, no habría podido soportar el resto. Y a pesar de no hacerlo, sufrió pesadillas durante meses imaginando el horror que soportó su esposo, Carlos Andrés Copete.
“Las imágenes comienzan en una casa vieja, de finca, en pleno monte de vegetación frondosa. Va llegando un grupo grande, hombres bien armados, vestidos de camuflado”. Nirida desgrana el recuerdo de las imágenes sin poderse sacudir el dolor. Ha intentado guardar en un rincón de su corazón la tragedia para que sus dos hijos crezcan felices, ajenos a sus tristezas.
“Andrés estaba acostado en un cuarto de piso de tierra, no había puerta, llevaba una pantaloneta, una camiseta roja y chanclas rosas, me llamó la atención el color. Por la luz, supuse que era por la tarde. ‘Megateo’ se dirigió a él, fresco, como si le tuviese aprecio. En ese momento Andrés se levantó.
–“¿Q’hubo, chino? ¿Sí ve? Me hicieron una llamada y usted, Junior, ¿por qué me hizo eso? Me siento traicionado. Íbamos bien, pelado, le tenía mucha confianza”.
Nirida hace un esfuerzo por rescatar esos últimos momentos de su esposo, por relatar la secuencia del video sin desmoronarse. “‘Megateo’ cambió el tono y dijo: Yo sé dónde está su esposa embarazada, su hija… Andrés se apresuró a contestarle: ‘eso es conmigo, es mi trabajo. Haga conmigo lo que sea pero a mi esposa no le haga nada’”, continúa Nirida. “Luego me enteraría de que Junior era su nombre ficticio, el que usaba con esa gente. No quise ver nada más de la grabación”.
Al suboficial no le quedó otra salida que aceptar su pertenencia a Inteligencia. Admitió que era un infiltrado al servicio del Ejército y no el militar torcido, adscrito a la Brigada 30, experto en comunicaciones, que había utilizado de fachada.
En ese instante debió vislumbrar el calvario que le esperaba, pensaría en su hija de 5 años, en su esposa embarazada, en el bebé que ya no conocería. Pero no tenía escapatoria. Ofrendaba su vida por cuidar las espaldas de sus compatriotas, aunque pocos se enterarían. Sería un muerto anónimo como tantos compañeros. “Nos la pasamos en las tinieblas para que otros vean la luz”, reza una máxima de los militares que penetran las redes criminales.
Lo que seguramente no imaginó es que, tras su muerte, el Ejército dedicaría seis meses a investigar sus últimos pasos así como las finanzas de su familia para cerciorarse de que no era una manzana podrida. Que merecía un lugar en la Galería de los Héroes de Inteligencia Militar.

El sargento era de Aguadas (Caldas). Aquí con su esposa en una sede de las FF. MM.
Foto: Archivo particular
“Dígale a sus hijos que su padre fue un héroe, que llegó más lejos que ninguno de nosotros”, le comentó a Nirida un funcionario de la DEA, tras darle el pésame. Sin embargo, al jefe de Copete, entonces teniente coronel Pedro Rojas, le quitaron la visa. El organismo norteamericano participaba en la cacería en el que por entonces era uno de los mayores narcotraficantes del país, por cuya captura ofrecían 5 millones de dólares de recompensa.
Nirida Bejarano agradeció las palabras aunque no necesitaba que nadie le contara quién era su esposo, la rectitud que rigió su vida, el amor y entrega al Ejército del que hizo gala desde que prestó servicio militar. Le gustó tanto el mundo castrense que ingresó a la Escuela de Suboficiales. Al graduarse, por sus buenas calificaciones, le brindaron la oportunidad de incorporarse a Inteligencia, campo que le apasionaba.
Antes de su primer destino, conoció a Nirida y al año se casaron. Tuvieron la niña, y mientras él ejercía su trabajo y seguía especializándose en investigación judicial y ciminalística, en grafología, siempre con la mirada puesta en su oficio, ella terminó Administración de Empresas y empezó a trabajar en un banco.
La traición
Hay que rebobinar la historia y situarnos en diciembre del 2011. El sargento Carlos Andrés Copete, natural de Aguadas, Caldas, de 32 años, regresa a Ocaña, Norte de Santander, a entregar el apartamento, recoger sus pocos enseres y hacer el empalme con el compañero que le sucedería. Esa es la versión que tiene Nirida. Pero la razón del viaje era otra.
Volvía, pese al enorme peligro que corría, a atar algún cabo suelto para perfeccionar la prueba reina de su misión. Dejaría al descubierto la telaraña de sobornados en todas las instituciones estatales, incluido el Ejército, que había tejido ‘Megateo’.
Desde hacía más de dos años estaba infiltrado en la estructura del jefe máximo del Epl (una disidencia del Ejército Popular de Liberación conocida como ‘Pelusos’). Si bien ‘Megateo’ fue siempre objetivo prioritario, a raíz de la masacre de diez detectives del DAS y siete soldados en el 2006, la búsqueda se intensificó por la región del Catatumbo, Norte de Santander, donde se movía a sus anchas con una tropa numerosa.
Andrés era muy inteligente, controlado, respetuoso, hizo su trabajo con mucha pasión y creo que era consciente de que en cualquier momento lo podían descubrir
En noviembre del 2011 acudió al búnker de la Fiscalía General con su esposa, que le aguardó en la entrada. “Salió y solo me dijo, ya estoy tranquilo”, apunta Nirida. “Además, en enero comenzaba su curso de ascenso”.
Para su desgracia, en ese encuentro en el que creyó apuntalar su seguridad, estaba cavando su tumba. En algún punto de la cadena el anuncio de que viajaría una última vez y entregaría una valiosa información se filtró. ‘Megateo’ lo supo y planeó su asesinato.
El miércoles 14 de diciembre del 2011, Copete llamó a su esposa desde Ocaña y ella lo notó sereno. Fue la última vez que hablaron. Una fuente que conoce el caso concluyó que la misma noche lo sacaron con engaños del apartamento, le dieron una droga para trasladarlo a la casa donde moriría sin que opusiera resistencia, el jueves lo asesinaron y el viernes su cadáver apareció botado en una cuneta de la vía que de La Vega de San Antonio conduce a Aspasica. Le quitaron el celular, el computador portátil, la pistola Jericó 9 mm que cargaba y su argolla matrimonial.
“La mamá de Andrés casi se muere al darle yo la noticia. Luego sus papás querían saber qué había pasado, por qué lo mataron, pero yo tomé la decisión de no meterme más, me parecía peligroso y mi prioridad eran mis hijos. Lo enterraron en Jardines de Paz, en el Panteón de los Héroes Muertos en Combate. Andrés era muy inteligente, controlado, respetuoso, hizo su trabajo con mucha pasión y creo que era consciente de que en cualquier momento lo podían descubrir”.
Poco después de su muerte, fue al Club de Suboficiales con su hija de la mano. “No me dejaron entrar, dijeron que (mi pase) estaba inactivo. Insistí por la niña, le dije que era viuda y ni modo. Cinco años demoré en meter derechos de petición y me dejaran entrar de nuevo”, recuerda Nirida.
Héroe olvidado
Fue a mediados del 2016 que alguien de la Policía me habló con admiración del suboficial y de su espantosa muerte, quería que el país conociera a quienes pierden la vida por perseguir criminales, pero solo me dibujó unas pinceladas de su existencia y dio indicaciones de la casa en la que lo mataron. Enclavada en una ladera boscosa, entre La Vega de San Antonio –minúsculo pueblo de calles solitarias– y el diminuto caserío Guayabón. Decidí buscarla.
Llegué en flota a La Vega y al segundo día conseguí un mototaxi con la excusa de conocer la escuela de Guayabón y reportar el abandono estatal de esos territorios apartados. En las regiones que controlan las bandas armadas es necesario justificar tu presencia si los encuentras y si revelaba lo que buscaba, el motorista tampoco me habría llevado. En el trayecto solo divisé una casa que obedecía a la descripción. Le saqué fotos en la distancia porque no encontré razón creíble para subir hasta ella.
Demoré un año en averiguar quién era Copete y armé parte del rompecabezas que explica su muerte. Aún faltan muchas incógnitas por resolver.
SALUD HERNÁNDEZ-MORA
Especial para EL TIEMPO
domingo, 26 de febrero de 2017
sábado, 18 de febrero de 2017
viernes, 17 de febrero de 2017
Lecciones aprendidas
Las tesis desarrollistas presentadas por el General Alberto Ruiz Novoa, a inicios de los 60, deben ser objeto de un amplio debate académico. En ellas se proponían reformas estructurales, que nunca llegaron.
A mediados de 2014 tuve la fortuna de sostener un maravilloso diálogo con el General Alberto Ruiz Novoa, quien falleció recientemente.
Durante esa conversación surgieron recuerdos que afloraban con increíble precisión de la mente del veterano oficial. Por aquellos días contaba con 97 años.
Como homenaje a su memoria y en especial a esa vocación civilista que le comprometió en la búsqueda de soluciones a los males que aquejaban al país, evoco una de tantas anécdotas que, con absoluta lucidez y claridad, describió el general en ese inolvidable encuentro.
Hacerlo en detalle, como él lo hizo, ocuparía un espacio considerable pues a cada instante agregaba una y otra historia que iba entrelazando con la anterior.
En varias ocasiones guardó silencio, en especial cuando le preguntaba por un personaje específico. Su prudencia - me insistió una y otra vez- le impedía aprovechar la ventaja de aun contar con vida y no poder gozar de la réplica de quienes fueron sus contradictores.
Ese era el talante del general, del soldado de infantería, del profundo humanista, un caballero de aquellos que infortunadamente se han ido desvaneciendo con el tiempo. Esta es la historia.
El 4 de abril de 1962, cuatro meses antes que asumiera como Presidente de la República el dirigente conservador Guillermo León Valencia, el general Ruiz Novoa, entonces comandante del Ejército Nacional, pronunció ante el Congreso un acalorado discurso sobre las deplorables condiciones políticas y sociales por las que atravesaba el país.
En sesión plenaria, con la entereza y capacidad oratoria que le caracterizaban, el alto oficial señaló a quienes consideraba eran los directos responsables de la violencia que azotaba a Colombia en especial del bandolerismo y el sectarismo.
Así se expresó el General, en ese entonces:
“A mí me da la impresión, cuando oigo hablar a los representantes, que no estoy en el parlamento de Colombia. Me da la sensación de que estamos en el parlamento de Finlandia o de Inglaterra, donde los parlamentarios no conocen el origen de la violencia de este país. Los representantes no conocen cuál es el problema de la violencia, y si la conocen no están interviniendo de buena fe. Nosotros sabemos cuál es el origen de la violencia en Colombia ¿Quién le ha impuesto a esa masa ignara, sin educación, a esa masa que no ha tenido redención, ese morbo de la violencia? Todos sabemos que no son las Fuerzas Armadas las que dijeron a los campesinos que se fueran a matar unos contra otros para ganar las elecciones. Sabemos que no fueron las Fuerzas Armadas las que dijeron a los campesinos que asesinaran a los hombres, a las mujeres y a los niños para acabar con la semilla de sus adversarios políticos, sino los representantes y los senadores, los políticos colombianos”. [1]
Ante esta y otras intervenciones en que eran frecuentes las críticas a la clase política por parte del General, los congresistas conservadores le replicaron con dureza. Uno de ellos, Darío Marín Vanegas, advirtió que los discursos de Ruiz Novoa eran una clara intervención en política.
Otro tanto hizo el senador Raimundo Emiliani Román quien señaló, que "el problema de este país es que los militares se ponen a estudiar sociología y política y comienzan a conspirar, después se vuelven políticos. [2]
La respuesta del visionario general fue enfática: “la prohibición de deliberar no puede convertir a los militares en ciudadanos de segunda clase”. [3]
Lamentablemente las propuestas originales del General Alberto Ruiz Novoa fueron neutralizadas por las élites políticas, particularmente las conservadoras. Vale la pena preguntarse si, ¿medio siglo de guerra se hubiera podido evitar si los militares y el Estado hubieran sido capaces de trascender los intereses particulares de las élites parroquiales por el bien de una estrategia más efectiva? [4]
Más allá de detenerse en aquellas historias que fueron producto de las inquietudes que despertaba el general en algunos sectores políticos, las tesis desarrollistas de Ruiz Novoa deben ser objeto de profundo estudio y detallado debate académico, máxime si aquellas iban más allá de un plan militar que pretendía alcanzar la derrota del bandolerismo y cerrar el paso a las incipientes guerrillas.
Sus propuestas fueron compartidas por personajes como el profesor antioqueño Héctor Abad Gómez, quien tenía una gran consideración con el general, pues planteaban reformas estructurales que pretendían generar nuevas condiciones sociales, económicas y políticas favorables al pueblo colombiano. Condiciones que, en ese entonces, el alto oficial calificaba como injustas. [5]
De haber sido escuchada esa voz crítica, pero a la vez profundamente respetuosa de las instituciones, quizá se habría evitado un conflicto armado que jamás debió extenderse en el tiempo, ni provocado esos males de los cuales, aun si es otro nuestro deseo, tardaremos mucho en recuperarnos.
¡Paz en la tumba de un gran General!
[1] Alberto Ruiz Novoa, “La violencia la desataron los políticos, dice Ruiz Novoa”, La Nueva Prensa 82 (1962): 21.
[2] Edgar Téllez y Álvaro Sánchez, Ruidos de sables (Bogotá: Planeta, 1997), 112.
[3] Álvaro Uribe Rueda, "Un apóstol de la democracia", La Nueva Prensa 84 (1964): 93.
[4] Philippe Dufort. Las políticas desarrollistas de Alberto Ruiz Novoa a principios de 1960. Estudios en Seguridad y Defensa. Vol. 8 No.16, Escuela Superior de Guerra, Colombia, 2013, 29.
[5] “Ruiz habla sobre cómo transformar estructuras”, El Tiempo, Bogotá, 11 de diciembre, 1964, 2.
domingo, 12 de febrero de 2017
Aprobados los recursos para la renovación del CAN
La Agencia Nacional Inmobiliaria indicó que el megaproyecto iniciará con la construcción
de la nueva sede del Mintransporte. Costará $430.000 millones.
Agencia Nacional Inmobiliaria está próxima a abrir el proceso de contratación para la construcción del primer edificio que hace parte de la remodelación del Centro Administrativo Nacional (CAN) y será para el Ministerio de Transporte, que actualmente se encuentra ubicado de manera temporal en las oficinas del Centro Comercial Gran Estación 2.
Así lo confirmó Claudia Luque Gordillo, directora de esta Agencia, al precisar que ya cuenta con el visto bueno de los miembros del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) en el que se tiene en cuenta la recomendación de los recursos de vigencias futuras que se requieren para llevar a cabo la Asociación Público Privada que permita realizar la obra.
No obstante, aún falta la aprobación final del Ministerio de Hacienda a través del Confis que defina el monto que se asignarán en el futuro para esta obra.
“Ya contamos con la aprobación por parte del Conpes con un tope máximo por año de $ 80.000 millones, como nos confirmó el Departamento Nacional de Planeación. Ahora nos hace falta la respuesta del Confis en la que se nos especifique cuál sería el monto anual que tendríamos sin exceder ese límite”, explicó Luque.
Se estima que la inversión requerida en este primer edificio asciende a los $ 430.000 millones aproximadamente y que el plazo de las vigencias futuras sea de 20 años a partir del 2019.
En este edificio, que estará ubicado en el predio ubicado entre la calle 26 y la carrera 50, se instalarían las oficinas del Ministerio de Transporte, Instituto Nacional de Vías, Agencia Nacional de Infraestructura, Ministerio de Minas y Energía, y la Agencia Nacional de Tierras y Desarrollo Rural.
“Ya tenemos el predio y las licencias y permisos requeridos para la obra, por lo que a penas tengamos la aprobación del Confis y se pueda adjudicar el proyecto se podrá dar inicio a los trabajos de construcción”, recordó Luque, al agregar que esperan que el proceso se pueda concretar en las próximas semanas para que después de tres meses de abierta la convocatoria para el constructor sea adjudicado.
El plan de la Agencia Nacional Inmobiliaria es que este edificio pueda estar en completa operación en el primer semestre del 2019.
Remodelación completa
Así mismo, la funcionaria indicó que ya recibieron la aprobación por parte de la Secretaría Distrital de Movilidad al plan completo de renovación urbana, que comprende 73 hectáreas y están próximos a recibir la respuesta de la Secretaría Distrital de Planeación.
“El año pasado también estuvimos trabajando en alternativas de financiación para estas obras, teniendo en cuenta la nueva situación fiscal del país con el ánimo de no generar presión en las finanzas públicas y que se puedan realizar las obras”, comentó Luque.
Frente a este tema, explicó, por ejemplo, que en el caso de la reubicación del Ministerio de Defensa –que sería la siguiente entidad priorizada en trasladarse, según este plan de remodelación del CAN– que quedaría en el predio donde se encontraba anteriormente el Ministerio de Transporte y en el área donde está actualmente se desarrollaría un proyecto inmobiliario que permita tener los recursos propios para financiar las obras.
“Con la aprobación del plan parcial, podríamos iniciar el proceso para la convocatoria para la construcción del nuevo Mindefensa. Es un proceso un poco más complejo, dado los niveles de seguridad que tienen que cumplir estas edificaciones; sin embargo, el interés nuestro es que ese proceso pueda ser abierto este año”, agregó Luque.
Traslado de batallones
Respecto al traslado de la base naval de Cartagena, la Directora de la Agencia Nacional Inmobiliaria dijo que en este año presentarían un proyecto para que sea aceptado por todos los actores de esta iniciativa en la ciudad y que, además, pueda generar los recursos requeridos para la construcción de la nueva base.
Aunque no dio muchos detalles de este proyecto, si precisó que “tenemos un acuerdo general de lo que se debería hacer. La intención es abrir el proceso este año”. Así mismo, indicó que ya se identificó el terreno donde podría ser trasladado el Batallón de Barranquilla y cuyo nivel de inversión es de aproximadamente $215.000 millones, que se financiaría con un proyecto inmobiliario que se ejecutaría en la sede actual.
Cynthia Lewis
martes, 16 de agosto de 2016
sábado, 4 de junio de 2016
Cómo se forma un líder militar
Por Miguel Alcañiz Comas / IEE
El liderazgo militar está cambiando continuamente. Al líder se le exige que, además de mandar sus tropas con eficacia, sepa mantener relaciones fluidas con otros mandos aliados y con todos los agentes civiles que intervienen en la resolución de los conflictos. Pero, ¿cómo se forja este espíritu?
En un mundo como el actual, global, acelerado y cambiante, ningún organismo o institución puede prescindir del liderazgo. Los nuevos líderes tienen que predecir y conducir los cambios, implicar a sus seguidores en la visión común diseñada y con su empeño y ejemplo, solventar la situación y hacer que la organización salga airosa y perdure.
Cómo se crea un líder militar
Lo primero que se debe saber es qué aptitudes y capacidades debe tener un líder y cómo las puede conseguir. Es difícil concebir el líder actual sin una sólida formación en una o varias disciplinas, que no disponga de buenas habilidades sociales: saber relacionarse, hablar bien en público, saber dinámica de grupos, tener inteligencia emocional, tener empatía, etc. y por supuesto amasar una buena cantidad de valores.
Algo del líder en parte nace y en parte se hace. El liderazgo por lo tanto no está reservado a unaélite que nace en una buena cuna, ni a una clase social que tiene mayor posibilidad de adquirir una buena formación, es una disciplina al que tienen acceso muchas personas. Por lo tanto podemos decir que el líder nace, se hace y emerge.
El líder del mañana no es un experto en casi todo, ante situaciones complicadas nI tendrá respuestas, pero sí preguntas y retos que plantear a sus seguidores. "Su trabajo consiste en crear una atmósfera de confianza, transparencia, participación y colaboración para encontrar soluciones más inteligentes, y sobre todo fabricadas e implementadas por su capital humano".
Importancia de la enseñanza de formación
Conscientes los ejércitos de la importancia del liderazgo, se preocupan y mucho, de que en las academias los futuros Cuadros de Mando reciban la adecuada formación en esta disciplina, pues si importantes son los conocimientos en las áreas de moral, técnica y táctica; no olvidan incluir como complemento de estas, los correspondientes Planes de Liderazgo con sus tres pilares básicos:
1. Competencia (conocimiento de la profesión).
2. Habilidades (trato personal, dinámica de grupos, comunicación, motivación, etc.).
3. Valores (disciplina, lealtad, espíritu de sacrificio, cooperación, valor, compañerismo, austeridad, etc.).
Finalizada la fase de formación en las academias, el joven oficial/suboficial empieza su vida profesional, y como jefe y líder tiene que tomar decisiones todos los días de su vida. En algunas ocasiones se errará, pero de los errores también se aprende, se debe identificar como un paso más en la formación.
Líder es el que influye y convence, el que da ejemplo con sus actos, el que escucha y ayuda a los demás, el que respeta y se hace de respetar, el que no se derrumba ante un contratiempo, el que se compromete con su profesión sin complejos. La toma de decisiones es el principio de la formación del líder.
Actividades de desarrollo del liderazgo
Los primeros años en los dos primeros empleos de la carrera militar son vitales para el futuro, tener la suerte de estar bajo las órdenes de un buen capitán complementa la formación exponencialmente. El planear, coordinar y dirigir acciones operativas, con el trato diario y directo con los subordinados es la mejor forma de enriquecerse personalmente, formando un poso que proporcionará la solvencia para otros empleos y tareas futuras. Hay que ser muy exigente en el día a día con la instrucción y el adiestramiento, una gota de sudor en el campo de maniobras evita muchas gotas de sangre en el campo de batalla.
Una de las funciones más importantes del líder es motivar e inspirar a los subordinados, integrarlos y hacerles partícipes de la causa común, que en definitiva no es otra que se sientan orgullosos de la Unidad a la que pertenecen y que comprendan que forman parte importante del equipo para cumplir la misión. Conseguir que todos se sientan contentos de la contribución que aporta su trabajo a mejorar la Institución y con ella a la sociedad a la que sirve.
Es importante diseñar siempre una relación positiva entre el mando y sus subordinados, para ello se deben contemplar y tratar como personas, preocuparse por sus problemas, escucharles y ayudarles, crear una atmósfera de confianza mutua.
Asimismo, tan importante como conseguir la motivación, es evitar la desmotivación. A la gente les desmotiva que no se le tenga en cuenta, que no se escuche sus opiniones, que no se les valore, que no se les brinde la posibilidad de promoción, que no se les reconozca la aportación al éxito de la misión.
Cuando el mando mueve a su gente a través de premios y castigos se resiente la motivación, cuando los mueve por el aprendizaje profesional es un buen jefe, cuando es capaz de que sus subordinados descubran el valor y el sentido de lo que están haciendo, es un líder. A la hora de aplicar los incentivos, hay que tener en cuenta que: "Para los empleados, los incentivos que más motivan provienen de sus jefes y no de la organización, y están sujetos al rendimiento, no a la asistencia al trabajo".
El líder debe preguntarse si a sus subordinados les gusta su trabajo, si les gustan los asuntos que en él se tratan, si les gusta el lugar en que desarrollan su actividad, la estructura de la unidad, el ambiente de trabajo. Todo en su conjunto forma parte de la motivación, porque si importante es preocuparse por la motivación, no lo es menos evitar la desmotivación.
Otra piedra angular del liderazgo es conocer muy bien a los subordinados, cuál es su estado de formación, que se les puede pedir, a donde no se les puede llevar. Una de las habilidades que debe manejar muy bien el líder es la inteligencia emocional, entendida como una de sus capacidades para conocer los sentimientos propios y reconocer los de sus seguidores, de tal forma que le sirva para tener empatía, reconocer emociones, motivarse y motivar y establecer vínculos de tal forma que conjuntamente se consigan los objetivos y se llegue al éxito.
La comunicación es fundamental
Dentro del proceso del liderazgo, siempre hablamos del triángulo: Líder-Situación-Seguidores, nos olvidamos de la comunicación. A mí me gusta añadir la comunicación al triángulo del liderazgo, como componente clave dentro de todo este fenómeno intangible. En España, nunca se le ha dado importancia a la comunicación, no se enseña en los colegios, no se sabe hablar en público, las instituciones y organismos en general no saben comunicar.
“La comunicación es la principal aliada de los líderes… La palabra, por tanto, se convierte en el centro de gravedad del sistema de liderazgo”. En los Ejércitos también tenemos pendiente esta asignatura, a pesar de los avances de las telecomunicaciones actuales, la comunicación verbal en el liderazgo es insustituible. El mensaje no acaba con lo que dice el emisor, sino en lo que entiende el receptor. Debemos seguir profundizando en mejorar este campo.
Necesidad de contar con un equipo
¿Se tendrá la oportunidad de elegir el propio equipo? En muchas ocasiones no, la Unidad contará con una serie de personas y con ellas son las que se tiene que trabajar y “fabricar” el equipo. Primero se deben conocer, valorar sus cualidades, escuchar sus aspiraciones, orientarlas, integrarlas, apoyarlas, guiarlas y dirigirlas al objetivo común marcado.
Una vez creado el equipo, se debe organizar el trabajo dentro del mismo, es decir: División de tareas (actividad), delegación de competencias (confianza) y responsabilidades (exigencias). Este proverbio chino resume muy bien lo anteriormente expuesto: “Si quieres llegar rápido, ve sólo; si quieres llegar lejos, ve acompañado”.
En un mundo complejo y cambiante en el que nos ha tocado vivir, las decisiones se tienen que tomar más rápido y en el menor tiempo, el equipo ayudará a tomar esas decisiones, y cada miembro del equipo tomará las suyas con arreglo a las directrices que se les haya dado. Se está produciendo una mutación del liderazgo al equipazgo. En un futuro inmediato, el líder liderará equipos líderes. La sinergia del liderazgo del grupo, será mayor que la suma del liderazgo individual de sus componentes.
Algunas claves de liderazgo
Muchos de los autores que escriben sobre liderazgo les gusta dedicar un capítulo sobre decálogos, principios, claves, reglas, frases, lecciones, rasgos, normas, leyes, etc. que debetener el buen líder y su liderazgo. No es fácil hacerlo porque no hay recetas mágicas para esta difícil disciplina. No pretendo tampoco adentrarme en esta materia, pero sí al menos, reflexionar sobre algunas cualidades que considero vitales:
- El líder tiene que ser una buena persona. Si escucha y ayuda a los demás y es justo y recto en su proceder, irradiará confianza a su alrededor.
- Mantener siempre firme en sus valores. Sus principios y convicciones son los que le marcaran el rumbo, obrando consecuentemente.
- Elegir bien sus objetivos. Tienen que ser pocos y muy claros y explicarlos muy bien a su equipo., siendo constante hasta conseguirlos.
- Gestionar bien el tiempo. Marcar bien las prioridades y dedicarse a las cosas realmente importantes. No perder ni hacer perder el tiempo.
- Ser constante y no rendirse nunca. Todo esfuerzo tiene su recompensa, de los errores también se aprende
viernes, 27 de mayo de 2016
“No quiero una papayera sino una orquesta sinfónica”: General Mejía
El general Alberto José Mejía le explicó a La Silla de qué se trata la transformación al Ejército y los efectos que ésta tendrá sobre sus roles.
El martes, el comandante del Ejército, el general Alberto José Mejía, anunció la transformación del Ejército que entrará a regir a partir del próximo 7 de agosto. Es una reforma grande que busca preparar el Ejército para la eventual firma de la paz con las Farc y los retos que implica la salida de ese grupo armado del conflicto y el crecimiento de otros, como las bandas criminales.
La Silla entrevistó al General Mejía para entender de qué se trata este cambio.
La Silla Vacía: Leyendo sus declaraciones, pareciera que le están apuntando a un Ejército multipropósito
Alberto José Mejía: Hay una política en el Plan de Desarrollo del Gobierno sobre la seguridad y la defensa que fue elaborada durante el período del exministro Juan Carlos Pinzón. Y ahora el ministro Villegas ha llegado a hacer un proceso de refinamiento de esa política para hacerla mucho más adaptable a la situación. Tenemos muy claro que esa política rige lo que nosotros hacemos: proteger la soberanía del territorio.
Pero el Gobierno nos ha dicho que nosotros no vamos a hacer solo eso, sino que vamos a seguir participando en el nivel interno hasta que se alcance una paz estable y duradera. Y vamos a tener que involucrarnos en el desarrollo del país, vamos a tener que participar en misiones internacionales (que es una orden del Presidente), y que tenemos que estar preparados para atender temas de desastres, medio ambiente y gestión del riesgo.
¿Cuál es la lógica detrás de esto?
AJM: Ese un portafolio muy amplio, son muchos roles. Y realmente, si Colombia tuviera instituciones muy fuertes para atender cada uno de esos temas no habría razón para estar nosotros involucrados. Pero es un toque de realismo.
¿En qué sentido?
AJM: Nosotros tenemos unas capacidades. Por ejemplo, en temas de desminado, llevamos 30 años desminando y tenemos una experiencia muy grande: ya despejamos cinco municipios completos que nos tomó cinco años hacerlo según estándares internacionales. Entonces, [nos han dicho] usen esta capacidad para seguir apoyando al país.
Este ejército multiroles no es solo en el caso de Colombia. Es el de Brasil, el de Chile, el de México, son los ejércitos de la Otan y de todo el mundo a los cuales sus países los están llevando al máximo desempeño de su capacidad.
Esta estructuración crea nuevas armas y además cambia la estructura del Estado mayor y lo divide. ¿Usted qué le diría a la gente que piensa que esto es una manera de ocupar a los coroneles y a los generales que sienten que se van a quedar sin puesto con el proceso de paz?
AJM: La verdad es que el Ejército actual es una pirámide muy cerrada. Los ejércitos modernos son como una meseta. Eso facilita los procesos de toma de decisiones. Aquí la carga laboral de comandante del Ejército es brutal. Usted tiene que tomar diez mil decisiones al día, firmar 20 mil papeles y al hacer esto usted no pocas veces termina enfocándose en lo táctico y no en lo estratégico.
Entonces lo que queremos es, a través de tres jefaturas de estado mayor, encargar a unos tomadores de decisiones de procesos. Uno que planea, otro que produce poder de combate y otro que pelea.
No estamos creando más puestos sino modernizandonos.
¿Es decir que el Estado Mayor se queda con el mismo número de personas pero especializadas?
AJM: Se mantiene igual pero con mayor talento. Hay un cambio fundamental en la administración del talento humano. No quiero una papayera sino una orquesta sinfónica en la que cada especialista toca perfecto un instrumento por 20 años. Si usted es un suboficial experto en ciberdefensa, usted tiene que especializarse en eso 20 años hasta que usted sea el más hiper mega crack en ese tema.
¿Y para qué crear cuatro nuevas armas?
AJM: Mire lo que pasa: Por ejemplo, a Fuerzas Especiales llega gente super talentosa y la entrenamos para cumplir cierto tipo de misiones. Por ejemplo, infiltraciones a gran altura. La inversión en ese tipo de capacidad vale plata. Y la persona, por ejemplo, es de caballería.
Esta persona después tiene que ir a hacer su curso, especializarse en caballería porque si no va a trabajar en caballería no puede ser comandante de una unidad de caballería. Entonces esa persona se sentía relegada, cuando es un super Mcgyver. Entonces se creó el arma de fuerzas especiales y todos estos talentos se mantienen en su capacidad. El máximo puesto de esa pirámide es ser comandante del comando conjunto de operaciones de las fuerzas militares con todo un plan de carrera para llegar allá.
Lo mismo pasa con Policía Militar y Acción Integral. Aplica para los que manejan máquinas, pavimentan, perforan pozos en La Guajira. Se necesita tener una preparación y no puedo graduarlo y decirle “usted va a ser panadero”.
¿Cómo van a preparar a la tropa para poder cumplir con estos propósitos?
AJM: En la planificación militar trabajamos por esfuerzos: principales, de apoyo y de contribución. La transformación está dividida en tres espacios de tiempo: la 1.0 que es del 2014 al 2018. La 2.0 que es del 2018 al 2022 y la 3.0 que va del 2022 al 2030.
El esfuerzo principal es que el acuerdo de paz sea exitoso. Desde que yo llegué a este cargo he establecido la máxima estratégica de que este proceso de paz no se vaya a caer por culpa del Ejército.
El 20 de julio vamos a cumplir un año de mostrarle al país que hemos sido los grandes protectores del proceso de paz. Ha sido dificilísimo. Con una operación mal concebida nos podemos tirar el proceso de paz en tres segundos.
¿Está diciendo que ha habido un cese bilateral de facto?
AJM: Hemos tenido una gran responsabilidad en cumplir la misión teniendo el absoluto cuidado de no afectar el proceso de paz, de respetar los compromisos que ha adquirido nuestro gobierno
¿Cómo podría una operación militar haber dañado el proceso?
AJM: Por ejemplo, el Presidente dice que no se pueden bombardear los campamentos de las Farc pero nosotros también tenemos artillería de campaña que produce mayores efectos. Es decir, cañones que tienen una potencia inmensa. Hemos sido cuidadosos de no emplear este tipo de capacidades contra estos campamentos con el propósito de evitar que el proceso se pueda afectar.
Lo que sí hemos hecho es darle muy duro al enemigo en lo que tiene que ver con narcotráfico: llevamos récord de erradicación, récord de destrucción de laboratorios de base de coca y de destrucción de cristalizaderos, récord de incautación de insumos sólidos y líquidos, récord en minería ilegal, en atacar la extorsión y el contrabando que nosotros nunca habíamos estado metidos en temas de contrabando y estamos haciendo un esfuerzo extraordinario.
Pero también hay un récord en aumento de cultivos
AJM: En erradicación, la meta impuesta el año pasado por el sector este año la doblamos. Y de haberla doblado, la meta del año la vamos a cumplir el primero de julio. Pero ante el aumento de los cultivos de droga eso es un rasguño.
Hoy hay unos 100 mil soldados regulares y de esos, según un estudio de la Defensoría, el 81 por ciento de ellos vienen de familias en situación de pobreza y hay altos niveles de analfabetismo en la tropa. ¿Cómo reeducar al Ejército para cumplir esta cantidad de labores adicionales?
AJM: El Ejército tiene unos pilares, que yo llamo subsistemas de talento humano, de inteligencia, operaciones, logística, etc. Hemos hecho una evaluación que empezó en el 2011 que nos permite saber en cada subsistema cuáles son las debilidades, las fortalezas y las amenazas. Eso nos ha permitido orientar la estrategia y crear matrices de prioridades que nos permiten establecer qué debemos hacer primero.
Por supuesto que está el tema de entrenamiento, de educación, de doctrina. Ha sido un proceso de sacarle radiografías al Ejército. Y durante todo este tiempo yo he estado personalmente en este trabajo sin pensar que iba a llegar a esta posición.
¿Cuál es la inversión en educación que están haciendo, van a crear nuevas escuelas?
AJM: Tiene que ser un Ejército más preparado, más educado. Uno de mis libros de cabecera se llama El Soldado y el Estado, del profesor Samuel Huntington de la Universidad de Harvard. Él hace un análisis que dice que los más altos niveles de relación civiles y militares están dados de acuerdo al nivel de profesionalismo del Ejército. Entre más profesional sea, las relaciones con las instituciones democráticas y con el país son más fuertes. No es un descubrimiento de la Nasa pero sí soporta la importancia de la inversión en educación.
¿Y cuánto tienen previsto para eso?
AJM: Tenemos unos planes articulados. El Plan Diamante, que nace en el 2011 del Presidente Santos y el ministro Pinzón, y que inyecta una cantidad de recursos para que todas las fuerzas puedan capacitar a sus individuos, hombres y mujeres, en temas que son fundamentales para la construcción del futuro. Así como cuando Chile estaba en la dictadura y mandó a sus army boys a Chicago para prepararse, acá hicimos algo parecido de mandar nuestros army boysal exterior a prepararse y a adquirir una cantidad de conocimientos para llegar acá a ser una influencia transformadora dentro del ejército. Este proceso inicial fue una inversión de 20 mil millones de pesos que nos dio la capacidad de acceder a una cantidad de sitios.
¿Cuáles son los planes para los soldados rasos?
AJM: Estamos presentado una ley que ya pasó el primer debate para la unificación de un solo tipo de soldado. Yo digo, y de pronto no es políticamente correcto, que tal vez el único requisito para prestar el servicio militar es ser pobre. Eso a mi me atormenta. Queremos un servicio más universal.
Por eso, para ellos, los menos privilegiados, se reduce de 2 años a 18 meses. A los que prestan 12 meses se aumenta a 18 y queda estandarizado. Pero, más importante que eso, la idea es que ellos pasen de ganar 90 mil pesos al mes (de los cuales muchas veces le giran 50 mil a la mamá, ese es el nivel de pobreza) a que pasen a ganar 240 mil pesos con el objetivo de que lleguemos a un salario mínimo.
Parece que en toda esta reestructuración ustedes entran a hacer inclusive más labores que en principio son de la policía. ¿A qué se debe eso?
AJM: Sin saber si se firman los acuerdos, sin saber si el ELN entra al proceso, sin saber qué va a pasar con las banda criminales, tenemos que ser muy desconfiados porque la misión es proteger al pueblo colombiano.
Pero en la medida en que se va construyendo una paz estable y duradera, la aguja de esos roles y la de la organización va cambiando y por eso damos el salto a 2.0.
El 2.0 es un Ejército que deja de hacer unas tareas un poco de guerra no convencional y empieza a asumir otras tareas y en esa transición nosotros tenemos muy claro para qué está hecha cada fuerza.
Siempre pensé que al llegar a esta época tan cercana a la paz la extorsión iba a bajar y resulta que es todo lo contrario. Ahora, en vez de pensar en tener menos grupo anti extorsión y secuestro, necesitamos más. Pero eso no va a ser para siempre. Ese rol, en la etapa 2 o 3, según el escenario, debe pasar a la Policía Nacional.
¿Por qué es tan difícil decidir que la policía tenga la primacía como en toda sociedad sin guerra?
AJM: El país no puede esperar que esta transición sea así, que se firmó la paz y al otro día el cielo es rosado y solo pasan palomas blancas volando sobre Bogotá y todo es espectacular. Realmente vamos a tener que seguir confrontando un sistema de amenaza insistente.
La coca está creciendo, pésima noticia para el proceso de paz. Estos grupos se seguirán alimentando de estos cultivos. Debemos ser muy cuidadosos en los cambios pero cada grupo de planificación está en otro escenario. Por ejemplo el 3.0 es solamente el Ejército del futuro, es otro nivel.
¿La directiva 15 que permite bombardear bacrim es la aceptación de que fracasó la Policía y les toca a ustedes?
AJM: La asistencia a la Policía es hoy más clara y evidente que nunca. La verdad es que esta directiva 15 lo que hace es formalizar. Para grupos armados de tipo A, la prioridad es de la Policía y ésta podrá usar a las Fuerzas Militares en apoyo para atacarlos e, incluso, si se cumplen los protocolos del DIH, se puede emplear la capacidad militar: bombardear, entrar artillería, etc. Las tipo B y C, que son muchas más, siguen siendo esfuerzo principal de la Policía. Seguimos siendo un gran apoyo y tenemos la apertura mental para estar con ellos. Esto no los hace sentir a ellos menos o a nosotros más.
¿Usted no teme que esa militarización de la lucha contra las organizaciones criminales, que por ejemplo en México ha tenido unos efectos nefastos, vaya a terminar también cooptando a la Fuerza Pública acá?
AJM: Indudablemente, todo esto son riesgos que ya hemos vivido. El Estado colombiano no puede tener una caja de herramientas con el cuchillo, el martillo, la llave inglesa, con todos los juguetes y esta gente tomándose veredas, sembrando el pánico y aterrorizando a la población civil y el Estado con la caja guardada. Si no se aplica esa quimioterapia, puede fracasar el proceso de paz. Recordemos que el 50 por ciento de los procesos del mundo fracasan post acuerdo. Nosotros no podemos permitir eso. Los que son muy bravos y quieren que la guerra siga no van a dar a sus hijos para el servicio militar.
Uno tiene la sensación de que la función más básica de control territorial no está asegurada. ¿Tiene sentido dispersarse y abarcar mucho cuando lo más esencial no está asegurado?
AJM: Excelente pregunta. Nuestra respuesta, casi que de cajón, es que todo es diferencial. Cada región y cada sector es diferente. Lo que sí está claro es que si se firman los acuerdos, nosotros vamos a poder utilizar algunas tropas en regiones que hoy nos presentan el mayor reto.
¿Por ejemplo?
AJM: Mientras no se firme, yo no puedo dejar el Caquetá sin tropas. Allá no hay ELN pero yo no puedo sacar las tropas del Caquetá y llevármelas para Arauca porque allá tengo narcotráfico, extorsión, minería criminal, usurpación de tierras y una cantidad de temas que aún tenemos que atender. Pero el postacuerdo nos obliga a un nuevo concepto operacional.
Por eso está reunido ahora el Comité de Revisión Estratégica e Innovación CREI número 5, produciendo un nuevo plan de campaña. Termina Espada de Honor que era un concepto más de fuerza y entra a regir un nuevo plan que es más de estabilización y consolidación.
Esas regiones donde no hay un fuerte control territorial como Arauca, El Catatumbo, el sur de Bolívar, Chocó, Cauca y Nariño, van a recibir todo el empeño. Es más, ya lo empezamos a hacer por orden el Presidente.
¿Qué han comenzado a hacer?
AJM: En los últimos meses hemos movido cuatro batallones más -2 mil hombres- a Arauca precisamente, porque somos conscientes de que se necesita un mayor control territorial. El control territorial no es parar un soldado cada metro porque es imposible, Colombia es inmenso. Hay que cubrirlo con inteligencia, con apoyo de la red de cooperantes, aviones no tripulados, con combinación de medios y esfuerzos para poder tener un control militar de área efectivo.
En términos de la doctrina, ¿qué estrategias hay para hacer que el chip mental cambie para dejar de ver el enemigo interno en cada movilización social?
AJM: En el tema de doctrina es bien importante decirles que, incluso he sido citado al Congreso y he recibido cuestionarios de congresistas que son de la izquierda colombiana, que preguntan sírvase informar dónde está y cómo está el manual de la doctrina de seguridad nacional y de la doctrina del enemigo interno.
Sabemos que es una herramienta política decir eso pero hemos revisado los manuales desde 1958 y no hay un solo manual que menciona enemigo interno o que mencione doctrina de seguridad nacional o cualquier cosa brutal, manual de desapariciones, manual de tortura. Nada de esas cosas existen.
Pero la idea del enemigo interno existen en la cultura institucional...
AJM: Yo no me atrevería a decir que existen en la cultura institucional pero claramente hay personas nuestras que simplemente han violado la ley. Y al violar la ley, han confirmado que estas apreciaciones de esas personas pueden tener algún asidero.
De todos modos es bien importante decirles que en la revisión de la doctrina que se está haciendo y que, a veces me han criticado incluso algunos retirados, está transversalizada con todo el tema de derechos humanos y el DIH. El Ejército ha dado saltos impresionantes.
¿Existe una doctrina contrainsurgente hoy en día?
AJM: Nosotros tenemos una doctrina de combate irregular. No se usa el término contraguerrilla ni contrainsurgencia ni se les llama con algún adjetivo como bandolero o bandido o zarrapastroso. Es una doctrina de combate irregular que es el producto de toda la experiencia de estos años de guerra. Sería una pérdida si hubiésemos hecho toda esta lucha y no tuviésemos manuales que nos digan cómo hacer la acción integral.
¿Y eso termina con la desaparición de la guerrilla?
AJM: No. Nosotros tenemos un concepto muy fuerte, muy interiorizado de que no podemos abandonar los territorios, de que tenemos que estar con la población, porque si hay espacios no gobernados, allí va a haber alguien, un señor de la guerra que va a estar allí tratando de vulnerar a las comunidades a través de la droga, la minería criminal, la extorsión, tratar de ponerlos contra la pared. El reto está en cómo cubrir todo. Por eso el Presidente ha dicho que el Ejército no se va a reducir en tamaño y presupuesto porque los números que tenemos están por debajo de lo requerido para tener un control del territorio.
Desapareciendo la guerrilla, ¿no sería lógico disminuir el número de soldados?
AJM: Fíjate que desaparece la guerrilla como marca, como las Farc, pero me estás diciendo que aumentó la coca. ¿Qué significa eso? Hoy hay más cocaína colombiana en Estados Unidos y volvimos a cifras del 2002. Eso quiere decir que hay más minicarteles, más bandidos, más tráfico de armas. Es todo un fenómeno que tiene nexos con el crimen transnacional y son vistos con una visión de negocio impresionante.
¿Cómo, dentro de esta estructuración, entra la parte de prepararse para la justicia transicional?
AJM: Es una línea estratégica de las Fuerzas Militares la transición a la paz. Se creó una empresa dedicada a la transición a la paz, se llama el Comando Estratégico de Transición que es lo que comanda mi general Flórez. Ese Coed tiene cuatro generales del Ejército, almirantes, generales de la Fuerza Aérea y de la Policía. Tiene coroneles de todas las fuerzas y un equipo multidisciplinario con abogados, economistas, antropólogos, sociólogos, politólogos, etc. Son un staff de 100 personas dedicado a construir la política en cada tema.
Está la política para la desmovilización, para el desarme, la reinserción, para una cantidad de temas que hacen parte del proceso como víctimas, memoria histórica, Comisión de la Verdad, todos estos temas. Estamos trabajando en todo este universo que es nuevo para nosotros.
¿Cómo se sienten frente a la Justicia Transicional?
AJM: En ese tema el Presidente ha sido muy generoso con nosotros porque nos da el trato de un Ejército que hizo la guerra dentro de la democracia. Las camisas de los ejércitos de dictaduras no nos sirven. Por eso es que tenemos plenipotenciarios como el general Mora y el general Naranjo y está la subcomisión técnica en Cuba. Por eso estamos en el proceso de toma de decisiones y hemos estado en cada letra y sílaba del acuerdo de justicia transicional.
Hay quienes no están de acuerdo, muy respetable, pero nosotros hemos trabajado bajo un principio muy claro y es que no vamos a repetir la historia de lo que nos pasó con el M19, así de sencillo.
Fíjense que es un Ejército que da un salto al fortalecimiento prioritario de las relaciones civiles y militares. En vez de estar criticando desde la última esquina de un cuartel, está entregando fuentes para pensar.
En todos estos campos lo que estamos es apoyando y participando con una visión absolutamente constructiva porque no le tenemos miedo a la paz. No podemos matar el tigre y asustarnos con el cuero. Ganar la guerra y asustarnos con la paz.
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